21 de Noviembre: DIA de los SIN TECHO

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Mil millones de personas del mundo viven actualmente en chabolas, ´favelas´, barracas o suburbios, cualquiera que sea el nombre que adoptan en cada caso estos barrios degradados. CARITAS denunció en el 2003 que 20.000 ´SIN TECHO´ duermen en las calles de España. Unas 20.000 personas en España se ven obligadas a dormir en la calle por falta de camas en los albergues o casas de acogida para indigentes. Esto es lo que se desprende del informe que Cáritas Española hizo público con motivo del «Día de los Sin Techo»el año pasado. En España tan sólo se ofrecen 10.000 plazas de alojamiento para indigentes, mientras que hay cerca de 30.000 hombres y mujeres que viven en la calle… Cada vez hay más personas viviendo en la calle en las ciudades de Europa, sobre todo en el Este, y en de las Estados Unidos y Canadá. El número de ´sin techo´ en Europa Occidental ha llegado a su cifra más alta de los últimos 50 años, con unos 3 millones de personas viviendo en la calle en el invierno de 2003. Una cifra sólo superada por Estados Unidos, que tiene 3,5 millones de ´homeless´, de los cuales entre 900.000 y 1,4 millones son niños, según se desprende de un informe sobre el Estado de las Ciudades del Mundo 2004 realizado por la agencia Habitat de la ONU.


Unas 20.000 personas en España se ven obligadas a dormir en la calle por falta de camas en los albergues o casas de acogida para indigentes. Esto es lo que se desprende del informe que Cáritas Española hizo público el año 2003 con motivo del «Día de los Sin Techo» que se celebró el 23 de noviembre.

En España tan sólo se ofrecen 10.000 plazas de alojamiento para indigentes, mientras que hay cerca de 30.000 hombres y mujeres que viven en la calle. Cáritas y Faciam promueven esta jornada para concienciar a las instituciones del Estado y a la sociedad de que es necesario actuar conjuntamente para dignificar la situación de todos los «sin techo».

AUMENTAN LOS «SIN TECHO» EN EUROPA Y ESTADOS UNIDOS, MIENTRAS DECRECEN EN ASIA, SEGÚN UN INFORME DE LA ONU

La inmigración crea ciudades multiculturales con tendencia a la segregación por barrios

Fuente: Forum (EUROPA PRESS)
16 Septiembre 2004

Cada vez hay más personas viviendo en la calle en las ciudades de Europa, sobre todo en el Este, y en de las Estados Unidos y Canadá. El número de «sin techo» en Europa Occidental ha llegado a su cifra más alta de los últimos 50 años, con unos 3 millones de personas viviendo en la calle en el invierno de 2003. Una cifra sólo superada por Estados Unidos, que tiene 3,5 millones de «homeless», de los cuales entre 900.000 y 1,4 millones son niños, según se desprende de un informe sobre el Estado de las Ciudades del Mundo 2004 realizado por la agencia Habitat de la ONU.

El estudio, presentado hoy en el Forum 2004, detalla la forma en que «la globalización está afectando especialmente a las ciudades y está aumentando la brecha entre ricos y pobres», tanto en los países desarrollados como en el Tercer Mundo, según explicó el director del informe, Naison Mutizwa-Manziga.

En los países desarrollados, «el aumento de la deslocalización de industrias» que se trasladan a países pobres con costes de producción más bajos «genera mucho desempleo», lo cual provoca «una informalización de la economía, con muchos trabajadores en la economía sumergida, y una creciente inseguridad laboral, con contratos cada vez más precarios», señaló Mutizwa-Manziga.

«En los países en los que los servicios sociales y sanitarios dependen del empleo, esto tiene consecuencias aún más negativas» y hace que exista «una tendencia a que cada vez más gente duerma en la calle, sobre todo en Europa y Estados Unidos», añadió. Unos «sin techo» que, según el informe, cada vez son más jóvenes, puesto que aumenta el número de «desempleados jóvenes, además de mujeres y niños que huyen de situaciones domésticas degeneradas» y acaban en la calle.

«HOMELESS» Y SIDA EN EEUU.

Es especialmente significativo en Estados Unidos el caso de las personas infectadas por el VIH/Sida, donde representan entre el 8,5 y el 19,5 por ciento de los «sin techo» en algunos casos. En la ciudad de Los Angeles, «dos terceras partes de las personas con Sida han sido «homeless» y en Nueva York uno de cada cuatro infectados de VIH vive en la calle.

En Asia, sin embargo, los efectos de la globalización tecnológica y «la desregulación de los mercados del capital parece que están teniendo un impacto más positivo» y contribuyen al progreso de sus ciudades. Aunque los beneficios de este fenómeno «se concentran principalmente en las clases ricas», Mutizwa-Manziga señaló que su estudio ha detectado también cierto progreso en el descenso de la pobreza y de las personas «sin techo»».

Una situación, sin embargo, excepcional dentro del conjunto de ciudades de los países en vías de desarrollo, donde el impacto de la globalización y el aumento de la pobreza que conlleva se deja ver sobre todo, y especialmente en Africa, el creciente «problema del chabolismo». Mil millones de personas del mundo viven actualmente en chabolas, «favelas», barracas o suburbios, cualquiera que sea el nombre que adoptan en cada caso estos barrios degradados.

DOS MIL MILLONES DE CHABOLISTAS EN 2030.

El informe alerta de la necesidad de «que los Gobiernos creen planes urbanísticos para estos barrios que mejoren las condiciones de vida de estas personas», señaló el autor, pues de lo contrario la cifra aumentará hasta los 2.000 millones de chabolistas en 2030. Además, la entrada en los mercados nacionales de productos extranjeros más baratos «ha creado también mucho desempleo» en las ciudades africanas.

Mutizwa-Manziga señaló además «la falta de seguridad en la propiedad de la tierra» de las personas de estas ciudades, que ha hecho que en los últimos años «muchas personas de fuera del país, generalmente llegadas de países ricos, consigan la propiedad de la tierra de los ciudadanos locales más pobres», que se ven despojados de sus casas.

A nivel general, el informe de UN-Habitat destaca la multiculturalidad que caracteriza a las ciudades actuales, como consecuencia de la inmigración, y alerta de la gestión que se está haciendo de este fenómeno «que está generando una proliferación de barrios étnicos en todas las ciudades del mundo, que son guetos en muchos de los casos».

Existen en el planeta 175 millones de inmigrantes regulares, un 3 por ciento de la población mundial, la mayoría de los cuales (77 millones) se han trasladado a las ciudades occidentales, pero también a las de Europa del Este (33 millones), Asia y el Pacífico (23 millones) y a Oriente Medio y Africa (21 millones).

EL RIESGO DE LOS GUETOS.

«Las ciudades -en todos los continentes-son cada vez más multiculturales, pero detectamos también una tendencia a crear barrios segregados o étnicos e incluso zonas comerciales étnicas», que pueden convertirse en «guetos», señaló. Según Mutizwa-Manziga, estos barrios se forman «espontáneamente por la necesidad que los inmigrantes recién llegados tienen de buscar y relacionarse con gente de su propio país», pero representan un riesgo porque «si se cierran demasiado pueden dificultar la integración social de estas personas en la comunidad urbana».

Otras tendencias de las ciudades del siglo XXI son la metropolitanización, fruto de una constante y creciente ampliación de los núcleos urbanos y de las «facilidades que otorgan las nuevas tecnologías, que permiten estar en contacto permanente sin necesidad de situarse en el centro de las ciudades», así como la «creciente estrategia cultural para el desarrollo urbano».

Sobre este último punto, Mutizwa-Manziga destacó la proliferación de urbes que «se convierten en centros culturales y utilizan cada vez más la cultura como estrategia de desarrollo», creando grandes infraestructuras culturales y potenciando la creatividad y la innovación cultural «para revitalizar la economía». Entre ellas, señaló Barcelona como «un claro ejemplo de estas ciudades culturales», además de Bilbao, en España, y de Londres, París o Nueva York.

Sin embargo, aunque indicó que el informe no pretende ser valorativo, Mutizwa-Manziga apuntó que «en muchas ocasiones, las grandes inversiones destinadas a esta estrategia cultural hubieran sido más útiles si se hubieran destinado a mejorar las condiciones de los ciudadanos más pobres e la urbe».