César Chávez: militante católico en la lucha no violenta por la justicia

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Pero la fe más profunda me dice que encontramos la vida solamente si entregamos nuestra propia vida.
» Si somos sinceros debemos reconocer que nuestra vida es la única cosa que nos pertenece realmente. Por ello la forma como la empleamos revela qué clase de hombres somos. Pero la fe más profunda me dice que encontramos la vida solamente si entregamos nuestra propia vida. Estoy persuadido que el testimonio más auténtico del valor del hombre, la expresión más convincente de la virilidad es el sacrificarnos nosotros mismos por los otros en la lucha no-violenta por la justicia».

» Nuestros huelguistas estaban en la línea de fuego. Recibieron patadas, fueron golpeados, rodeados por perros, fueron maldecidos y ridiculizados, despojados, maniatados, lanzados al calabozo, rociados con insecticidas. Mas habían aprendido a no rendirse, a morir sin defenderse, a no huir vergonzosamente, sino a poner resistencia con cada fibra del espíritu humano y a aguantar el sufrimiento hasta lo inagotable. Una resistencia que provenía no de un espíritu de represalias, sino que buscaba triunfar de la injusticia por la compasión y el amor, con un espíritu ingenioso y creador, por un trabajo arduo y largo, por el testimonio de la verdad, y la llamada a la opinión pública, con amigos y aliados por la política y las leyes, por la oración y el ayuno».
César Chavez