Deporte y Solidaridad

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(…) Creo que existe una clara diferencia entre el deporte de alta competición y el deporte como práctica saludable y como medio que ayuda a la evolución de la persona.

Pregunta: Defiendes que el deporte profesional ataca los valores del deporte.


Respuesta: Creo que existe una clara diferencia entre el deporte de alta competición y el deporte como práctica saludable y como medio que ayuda a la evolución de la persona.


El deporte saludable fomenta el desarrollo físico e intelectual del menor y el adulto, y facilita su socialización así como la creación de hábitos saludables de vida y de asunción de valores tan fundamentales como la cooperación para el bien común, el sacrificio, el respeto, etc.


  P: ¿Y por qué el deporte profesional no cumple estos criterios?


R: Por varias razones:


1ª atenta a la salud, no me refiero solo al dopaje sino también a entrenamientos lesivos para el hombre (niñas que entrenan 6-7 horas diarias en gimnasia rítmica, niños de 10 años que conducen motos a 150 Km/hora, menores que compiten con Karts desde los 5 años…);


2º es un negocio sucio, no hay más que ver los equipos de fútbol profesional y


3º, pero no menos importante, reproduce las relaciones de opresión entre enriquecidos y empobrecidos (véase el robo de niños futbolistas).



P: Bueno, dices bastantes cosas. Vayamos por partes. Cuando hablas del dopaje, un poco de pasada, parece que no le das mucha importancia.


R. Sí le doy importancia, pero me parece que con este tema se es hipócrita. Se le echa la culpa al deportista de una práctica que es estructural. En ciclismo, paradigma de este mal, se pretende que el deportista recorra 200 km diarios durante 20 días a 40 km/hora a base de macarrones y arroz. Eso atenta a la salud y si no, prueba a hacerlo. Ni la televisión, ni los patrocinadores, ni los espectadores queremos ver esa etapa a 20km/hora, y sin doparse no es posible cumplir con las exigencias requeridas (en amateurs ya se han descubierto casos de dopaje).


Pero no solo es el ciclismo. En atletismo pasa tres cuartos de lo mismo, cuando te establecen el criterio de conseguir una marca, de batir records, de ser mejor que el de al lado, ¿dónde van los valores del deporte de los que hablaba?, tu único objetivo es conseguir la victoria a costa de lo que sea, tal cual en el mundo empresarial.



P: ¿A esto te refieres al comentar que se reproduce la opresión enriquecidos empobrecidos?


R. Bueno, no solo a esto. En diciembre de 2007 hubo un campeonato internacional de fútbol 7 en el que participaron niños de 12 años de Europa y África. Pues bien, además de verse, patadas, agresiones, insultos… (ante la indiferencia de los comentaristas que nada decían ante tamaños gestos de antideportividad). Bueno, pues además de eso, se hizo una entrevista a un camerunés de 14 años que juega en la cantera del Barça. La entrevista fue la leche, este chico comentó que este torneo era importantísimo para los niños cameruneses que competían con su selección, ya que había ojeadores de los mejores equipos europeos que los ficharían y traerían a Europa si su rendimiento era bueno en el torneo. Es decir, niños de 12 años corriendo delante de ojeadores europeos que, cual negreros modernos, cogerían a los más capacitados (en el siglo XVI o XVII, para el trabajo; hoy en día para el fútbol).



P: ¿Y es esa una práctica habitual?


R: Y tan habitual. Samuel Etoo, delantero del Barça y uno de los mejores del mundo, es camerunés y llegó a Madrid a los 13 años fichado por el Real Madrid. Se le separó de su familia y se le compró como si fuese ganado. Obviamente, esto no fomenta la justicia.


Messi, futbolista también del Barça, con 14 años fue fichado en Argentina. ¿Cómo consiguió el equipo catalán su fichaje? Pues pagándole a Messi y a su padre un tratamiento que no podían sufragar.


Y cito sólo dos casos, pero hay cientos en toda Europa: clubes franceses, belgas, alemanes, italianos,… que van a África a traerse niños de 10-11 años para sus equipos. Un porcentaje mínimo de estos niños acaban triunfando en Europa, pero la gran mayoría se quedan tirados, solos, y alejados de sus familias.



P: Has hablado de niños que practican motociclismo jugándose la vida en los circuitos.


R: Dani Pedrosa, el triple campeón del mundo de motociclismo, empezó a competir en el mundial con 14 años, pero unos años antes ya superaba los 120-130 km/hora en distintas competiciones que le sirvieron de aprendizaje. ¿Es eso educativo?, ¿es eso saludable?, ¿es eso admisible éticamente?


Cuando hablan de Fernando Alonso, una de las cosas que destacan es que con 3-4 años comenzó a competir en karts, obviamente la práctica deportiva más aconsejable para un chaval de educación infantil. Y así podríamos seguir dando multitud de ejemplos, sin necesidad de hablar de los escandalosos abusos, tipo vejaciones a la infancia en China, que recoge la prensa cada cierto tiempo.



P: Citas a auténticos ídolos del deporte español, ejemplos para la juventud mundial.


R: A ver si me explico, pretendo hablar de una estructura que es mala para la persona, empezando por el propio deportista. No pretendo descalificar a los deportistas, sino criticar lo poco de deporte que hay en el llamado «deporte de élite».


Otro ejemplo, la Fórmula 1, que no tiene ningún problema en visitar países como Bahrein o China, en los que no se respetan los derechos humanos; dilapida millones de litros de petróleo en época de crisis energética para dar vueltas a un circuito; enseña a los jóvenes espectáculos de «compañerismo» como el de Alonso y Hamilton el pasado año;…todo un ejemplo a seguir, vamos.


P: En esta línea te he oído la necesidad de suspender los próximos Juegos Olímpicos de Pekín de este verano.


R: En China llevan 10 años entrenando a sus futuros olímpicos en condiciones de auténtica esclavitud. Además, para construir las instalaciones olímpicas se ha dejado sin casa a cientos de miles de habitantes. Además, los obreros que han trabajado en la villa olímpica cumplían jornadas de 15 horas. Y así podría seguir con otros hechos de «originario espíritu olímpico».


Si los JJOO representan los grandes valores del deporte, el Banco Santander es una organización sin ánimo de lucro, y perdón por la comparación.


P: Has hablado de fútbol, el deporte más popular, como un negocio sucio, ¿por qué?


R: Hay muchos casos, pero posiblemente el más paradigmático sea el del Real Madrid. Un Club con una deuda millonaria al que se le recalificó su ciudad deportiva para que allí se pudiesen construir las famosas torres de ACS, construcción que supuso al Club unos ingresos de unos 80.000 millones de las antiguas pesetas. Pero es que en mi tierra, clubes como el Celta o el Deportivo de La Coruña tienen unas deudas monumentales que forzarían la desaparición de cualquier S.A. Pero no es así en este caso, ya que las ayudas llueven de la administración.


P: Vaya, tal como estás poniendo las cosas da ganas de decirle a nuestros hijos que se dediquen al parchís y se alejen del deporte.


R: Espero que no dé esa sensación. Adoro el deporte, lo practico y considero que es esencial para la formación física y moral de todo ser humano. Pero debe cambiarse de raíz la estructura en la que está envuelto, un marco que lo convierte en una lucha de fuertes contra débiles.


Tal y como defienden educadores como Hugo Suárez, «el deporte formativo debe escapar de la competición». Hoy en día, los niños que practican fútbol con 4 o 5 años, ya participan en competiciones locales. Eso es una monstruosidad y le saca las ganas de hacer deporte a muchos niños, los menos hábiles.


Hay profesionales que defienden que los chicos practiquen distintos deportes todos los años hasta cumplir 13/14 años. Así desarrollarían mejor su capacidad motora, conocerían distintos deportes y estarían más pendientes de lo lúdico que de lo competitivo.


Si un chico de 10 años, practica fútbol, baloncesto, balonmano, natación y ajedrez, no vivirá para las clasificaciones y los calendarios y sí estará preocupado por adquirir las destrezas de cada deporte, lo que le ayudará a ser persona y le animará a la práctica saludable del deporte.


Si la competición está en el centro, cuando ésta desaparece el chaval dejará el deporte, ya que no valorará la parte lúdica, socializadora y formativa del deporte.