El traslado de plantas a China y México se ha duplicado desde el 2001. En pleno debate electoral, y con el fenómeno de la deslocalización como tema sensible, un estudio advierte que Estados Unidos perderá este año 400.000 empleos,que se trasladarán a países con costes más bajos, como China y México. Dos de cada cinco empleos que se desplazan a otro país corresponden a trabajadores afiliados a un sindicato
ANDY ROBINSON – 17/10/2004
Vanguardia
El ritmo de deslocalización de plantas manufactureras desde Estados Unidos hacia China y México se ha duplicado en los tres últimos años, según un informe elaborado por economistas de las universidades norteamericanas Cornell y de Massachusetts. Más de 100.000 empleos se exportan al año a China y México, respectivamente, según el informe, muchos mas que los que se recopilan en las estimaciones oficiales del Bureau of Labour Statistics (BLS). En total, EE.UU. perderá 400.0000 empleos por deslocalizaciones en 2004, frente a 200.000 en 2001, según los economistas Kate Bronfenbrenner de Cornell y Stephanie Bruce de Massachussets autores del informe.
| EE.UU. perderá 400.0000 empleos por deslocalizaciones en 2004, frente a 200.000 en 2001, según los economistas Kate Bronfenbrenner de Cornell y Stephanie Bruce de Massachussets autores del informe. |
No son números muy elevados dado el gran tamaño de la fuerza de trabajo en Estados Unidos. Pero la tendencia es preocupante, aseguran los economistas, y puede explicar en cierta medida la lenta creación de empleo durante esta recuperación económica que se inició en marzo del año 2001. Los cálculos de la BLS solo detectan una quinta parte de los empleos exportados, según el informe.
Lo más inquietante para los asalariados en Estados Unidos es que las fábricas más afectadas por la deslocalización son las que reconocen derechos sindicales. «Los lugares de trabajo sindicalizados están afectados de forma desproporcionado por los desplazamientos de producción», asegura.
Según el informe, el 29% de las empresas que desplazan su producción a Asia o México, cuentan con plantillas con representación sindical. Dos de cada cinco empleos que se exportan corresponden a trabajadores estadounidenses afiliados a un sindicato. «Estos porcentajes son muy superiores al grado de sindicalización en las industrias afectadas», aseguran. Lo que da a entender que la deslocalizacion puede estar utilizándose como una táctica antisindical. Hay cada vez más ejemplos de empresas -como Volkswagen en el caso de Seat- que utilizan la amenaza de la deslocalización para superar obstáculos en las negociaciones con sindicatos.
Puesto que los salarios en empresas con sindicatos son mayores, este dato puede ayudar a explicar el hecho de que, aunque el paro no es muy alto en EE.UU, se pierde empleo bien remunerado y se genera empleo mal pagado y carente de derechos sindicales.Un total de 58 empresas estadounidenses anunciaron entre enero y marzo de este año que desplazarían unidades de producción a China y otras 69, a México.
Estados Unidos es el país que más empleo exporta a China. Le sigue la Unión Europea: 55 empresas europeas deslocalizaron a China en el mismo periodo.
La gama de industrias expuestas a la deslocalización se ha ampliado. De ser principalmente productores de manufacturas de bajo valor añadido como juguetes o productos textiles en 2001 ahora son sectores mucho más tecnológicos como el aeronáutico o equipos electronicos, según el informe.
La cuestión de la deslocalizacion puede desempeñar un importante papel en las dos últimas semanas de la campaña electoral. John Kerry, el candidato demócrata, propone castigar fiscalmente empresas que exportan empleo.
