¡No se puede ser mas hipócrita! Quienes roban el fruto de nuestro trabajo ¿van a ser nuestros benefactores? ¿Se puede ayudar y hacer negocio al mismo tiempo?
Cuando en España las cifras del paro superan con creces los cuatro millones de personas (mientras los sindicatos, corrompidos a golpe de subvención, callan), cuando ya hay mas de 800.000 familias con todos sus miembros en paro (y el Gobierno, que se dice socialista, entrega 200.000 millones de euros a la banca), Telefónica lanza su «Campaña de ayuda para desempleados y parados»
El anuncio difundido por televisión quiere hacernos creer dos cosas: que la solución individual es la única salida a la angustia y humillación que hoy están viviendo tantas familias y que un parado debe quedarse tranquilo en casa a pasar su depresión, pero nunca prescindir de su línea de teléfono y demás servicios de la compañía, de quien viene la redención de su drama.
Sabemos que los EREs están a la orden del día en Telefónica, que el año pasado obtuvo unos beneficios de mas de 7.500 millones de euros, que subcontrata en España e Iberoamérica trabajadores explotados con salarios de miseria y condiciones laborales inhumanas. Y sabemos también que su negocio mayoritario lo obtiene en países empobrecidos.
¡No se puede ser mas hipócrita! Quienes roban el fruto de nuestro trabajo ¿van a ser nuestros benefactores? ¿Se puede ayudar y hacer negocio al mismo tiempo?
En nuestras manos está la única respuesta a esta situación porque tenemos la seguridad de que sólo la Solidaridad es respuesta eficaz a la canallada del paro. No podemos abandonarnos a la desesperación: ya existe en la sociedad española un partido político, el Sain, que lucha desde la solidaridad y la autogestión por la verdadera promoción de los trabajadores.
