GEOGRAFÍA de la BODA FORZADA

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Dice la Declaración Universal de Derechos Humanos que ninguna mujer puede ser obligada a casarse contra su voluntad. Sin embargo, entre un 20% y un 30% de las mujeres en los países en desarrollo se ven obligadas a unirse a otra persona. La mayoría de ellas son adolescentes que no llegan a los 18 años. Un alto porcentaje son vendidas por sus propios familiares, mientras que otras son víctimas de redes mafiosas que raptan jóvenes y las ofrecen a hombres que buscan esposa.


 

Las rutas del comercio de mujeres funcionan de sur a norte, de este a oeste, de América Latina a América del Norte, del bloque soviético a Europa Occidental, de Africa a Oriente Medio, de Tailandia y Filipinas a Australia, de Vietnam a Tailandia…Éstos son los principales puntos cardinales de la geografía del casamiento forzado.

Sierra Leona. Aunque en el total del país africano hay más mujeres que hombres de edades comprendidas entre los 15 y los 65 años -1.420.900 varones frente a 1.557.597 féminas-, un informe del Human Rights Watch denuncia que existen zonas devastadas por los nueve años de guerra civil en los que la violación, la trata y la venta de adolescentes es la moneda de cambio más común.Amnistía Internacional afirma que la mayoría de estas secuestradas se convierten, a la larga, en esposas de combatientes de las fuerzas rebeldes que luchan en la Provincia del Norte. En momentos de conflicto armado entre varias facciones, las familias casan a sus hijas con miembros de la milicia a cambio de protección.

Uganda. Al norte del lago Victoria, en las tierras despobladas de mujeres por la guerra -más de 100.000 han huido a los campos de refugiados- los secuestros de niñas y adolescentes son, según denuncia Amnistía Internacional, una práctica conocida en el Ejército de Resistencia del Señor. Esta milicia las obliga a convertirse en propiedad de los comandantes de la organización y en esposas forzosas de los soldados más veteranos como recompensa o incentivo.

Ruanda. Tras un genocidio atroz y una larga guerra civil en 1994, más de dos millones de ruandeses se han visto forzados a refugiarse en países vecinos, la mayoría chicas jóvenes. Aunque el secuestro de mujeres está condenado por la ley y conlleva penas de hasta 20 años de cárcel, en la práctica casi nunca se aplica la legislación.Para la mayoría de la población, ir en contra de los raptos de novias de 16 a 22 años -consideradas las mejores presas en un país con pocas adolescentes- constituye un ataque a la tradición de las zonas rurales.

La India. En La India, donde hay muchos más hombres que mujeres de edades compendidas entre los 15 y los 65 años -342.620.712 frente a 319.259.867-, los padres de los futuros esposos negocian un acuerdo matrimonial que incluye el pago de un precio por la novia. Las más preciadas son las jóvenes originarias del sur de Asia, pero educadas en un país occidental. Muchas de ellas son secuestradas y obligadas a regresar a la India, Pakistán o Bangladesh para casarlas a la fuerza con hombres a los que no conocen. Amnistía Internacional cifra en más de 1.000 los casos de raptos de mujeres llegadas desde Gran Bretaña al sur de Asia.

Afganistán. El ministro de Información y Cultura del nuevo Gobierno de Afganistán, Raheen Makhdoon, desveló hace unos meses un secreto a voces: «Cientos de mujeres han sido secuestradas y nada se sabe de su paradero». Muchas son las personas que se han acercado a las comisarías a denunciar cómo sus hijas y sus hermanas fueron secuestradas por talibanes y miembros de Al Qaeda. Éstos irrumpían en sus casas y se las llevaban como botín de guerra. Después, desaparecían sumergidas en un lucrativo negocio de tráfico de mujeres -se estima que más de 1.000- que han terminado casadas a la fuerza o en harenes de países árabes.

Irak. La Organización por la Libertad de las Mujeres en Irak (OLFI) denuncia el secuestro de más de 400 mujeres en todo el país tras la caída del régimen de Sadam Husein en abril. Yanar Mohamad, directora de esta asociación, cree que estos raptos «son obra de bandas profesionales que exigen rescates muy elevados o venden a las mujeres a hombres que busquen esposa en Arabia, Siria o Egipto».

Vietnam y Camboya. El pasado año, el Gobierno de Vietnam prohibió una práctica tradicional entre las 53 tribus minoritarias del país que se basa en secuestrar mujeres para formar matrimonios forzosos. Sin embargo, en la actualidad varias de las tribus montañesas del norte mantienen la costumbre del Cuop Vo, en la que el hombre secuestra a una joven para convertirla en su esposa.Este tipo de incidentes, comunes entre la población vietnamita, se unen a la tradición centenaria que exige a las viudas casarse con el pariente más cercano de su difunto marido. La situación se repite en las zonas interiores de Camboya.

Colombia. Según un informe del grupo de Estudio de Mujeres y Conflicto Armado, los escuadrones de la muerte o las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) secuestran a mujeres en pueblos y aldeas y las desplazan a la fuerza para convertirlas en esposas de guerrilleros, aunque en la práctica no pasan de ser meras esclavas sexuales. En algunos casos se produce el fenómeno de las mujeres soldado: adolescentes que cumplen el rol de milicianas y de cónyuges, igual que ocurre en países como Filipinas. En regiones como Antioquia o Bolívar se han desplazado en el último año cerca de 20.000 mujeres hacia lugares seguros.