Don Lorenazo Milani, creó la escuela Barbiana, una escuela que establece como finalidad educativa el advenimiento de una nueva sociedad, en la que trabajo no sea sinónimo de esclavitud, sino de alegría, en la que las leyes funcionan a favor de los pobres.

En la que los pobres puedan expresarse con su propio lenguaje para comunicar su manera de vivir, el realismo del que carece la actual clase dirigente; una sociedad en la que todos y cada uno de sus miembros sean «soberanos». Para ello hay que «armar» a los pobres con las armas de la palabra y del pensamiento; «hay que tener el celo de elevar al pobre a un nivel superior; no a un nivel igual al de la actual clase dirigente, sino superior: más humano, más espiritual, más cristiano, más todo…»