La realidad de la esclavitud infantil es terca, dolorosa y sangrante para 400 millones de niños. Esta esclavitud, la de los niños soldado, pone el listón más elevado en sufrimiento y desgarro. Algunos dicen que son 300.000 niños, pero son bastantes más. ¿Qué sabemos de sus vidas?
En Sudán 17000 niños han sido reclutados para un conflicto, casi permanente, en el país más joven del mundo. En Yemen la cifra de niños soldado se ha quintuplicado. En Siria e Irak el estado islámico adoctrina a niños, los prepara para combatir desde la más tierna infancia.
Cifras oficiales estiman 300.000 niños soldados, pero hay más… Son datos insoslayables.
Cada vez más se usan niños bomba, con explosivos pegados a su pecho, para accionarlos a distancia en los controles fronterizos… En países como Filipinas, Afganistan, Irak, Siria, Sudán del Sur, Somalia, Centroáfrica ..o Colombia, a la infancia se le ha dado un fusil, en vez de un lápiz.
En Centroamérica, en países como en Nicaragua durante la revolución sandinista (1979-1990) se usaron niños como soldados, un conflicto con más de 60.000 muertes. Las maras, y otras mafias relacionadas con el narco o el tráfico de personas, reclutan también a niños.
Hace unos días, aparecían en los medios unos jóvenes colombianos, Catalina y Manuel, que relataban en primera persona sus experiencias en las FARC y la dificultad de abandonar una guerrilla que les obligaba a combatir: «Tengo cicatrices para enseñárselas a mis nietos» afirmaban.
Su experiencia Catalina la exponía así:
“Mi padrastro solía pegarme y también abusar de mí. Cogía un palo que ponía en el fuego y con él me quemaba en el cuerpo. Ahora tengo cicatrices que le enseñaré a mis nietos, porque son consecuencia de la guerra. Cuando pegaba a mi madre, a veces la defendía. Pero entonces era ella la que se enfadaba y me pegaba”
“Llegué a consumir basuco [una droga basada en la cocaína].Una noche escuché ruidos, eran como hierros chocando. Eran las FARC y la guerra había llegado donde yo vivía. Yo tenía 13 años cuando entre en la guerrilla”
En definitiva, son 50 años de guerra que desangraron a Colombia, con el narcotráfico en el horizonte, y la familia como órgano solidario y educativo inexistente.
En Nigeria, en Boko Haram, usa a los niños como informadores antes de los ataques, de escudos humanos, de combatientes, o simplemente de asistentes o esclavos sexuales…
Los niños son a menudo drogados, para anular sus voluntades; y despojados de los vínculos afectivos con sus familias, llegan incluso a atentar contra sus poblados, amigos y padres. Por eso hay quien afirma que los niños soldado, tardan pocos días en serlo, pero en recuperar sus vidas, salir psicológicamente de esa tragedia, puede llevarles el resto de sus días.
Muchos de los grupos armados, al margen de ideologías, se han convertido en auténticas empresas de mercenarios, al servicio de intereses económicos o estratégicos de variada condición.
Las armas en este mercado negro, o no tan negro, circulan desde Europa o los EEUU, Rusia o Países Bálticos, hacia las pequeñas manos de estos muchachos.
Hagamos de este sufrimiento y dolor virtud para la lucha solidaria. Estos datos no nos bloquean el quehacer, nos ponen en el camino de erradicar la Esclavitud Infantil con más fuerza.
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Redacción: Solidaridad.net
