Menores: para un piercing necesitas permiso; para el sexo y la píldora no

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Los menores de 16 años que quieran hacerse un piercing, un tatuaje o una micropigmentación en Cataluña necesitarán una autorización firmada por sus padres o representantes legales. Sin embargo, esos mismos adolescentes pueden, a partir de los 14 años, mantener relaciones sexuales con adultos o consumir la ‘píldora del día después’ aunque sus padres se opongan.

14/03/2007


ForumLibertas.com   


 Los tatuajes también necesitarán autorización paterna en Cataluña, innecesaria para mantener relaciones sexuales con adultos o consumir la ‘píldora del día después’


 Los menores de 16 años que quieran hacerse un piercing, un tatuaje o una micropigmentación en Cataluña necesitarán una autorización firmada por sus padres o representantes legales. Sin embargo, esos mismos adolescentes pueden, a partir de los 14 años, mantener relaciones sexuales con adultos o consumir la ‘píldora del día después’ aunque sus padres se opongan.


 Es un paso más hacia la incongruencia de ese mal llamado concepto de ‘adolescente maduro’ que las administraciones, además de otros ámbitos políticos, sociales y profesionales, quieren introducir en la sociedad. Normalizando esa figura, un menor puede decidir por sí mismo sobre temas que, en última instancia, son responsabilidad de padres o tutores.


 Según el proyecto de ley presentado este lunes, 12 de marzo, por el departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, los centros donde se realicen este tipo de intervenciones deberán conservar los documentos de consentimiento informado durante un periodo mínimo de tres años, tanto en el caso de menores de edad como en el de adultos.


 Intervenciones penalizadas


Realizar una de estas intervenciones sin el consentimiento escrito de los padres podrá ser sancionado con multas de 4.000 a 60.000 euros, según indica el proyecto en trámite.


  El texto contempla la prohibición de hacer este tipo de intervenciones de manera ambulante y se prevé la creación de un registro de establecimientos y personal autorizado.


 «El uso de pistolas perforadoras queda restringido exclusivamente a la perforación del lóbulo de la oreja», establece el proyecto de decreto, aunque el texto del departamento de Salud no prohíbe poner piercings en otras zonas del cuerpo o en cartílagos siempre que se utilice otro sistema de perforación.


 ¿Son o no son menores?


 Todo lo que conlleve una mejora sanitaria en cualquier actividad humana es a priori bien recibido, pero sorprende que la administraciones consideren a los adolescentes ‘inmaduros’ para tomar la decisión de hacerse un piercing, por los riesgos de salud que comporta, y den su beneplácito a otras decisiones con mucho mayor riesgo.


 Sin ir más lejos, son muchos los expertos que advierten de los riesgos sanitarios que conlleva el abusivo consumo de la llamada ‘píldora del día después’, con efectos secundarios probados.


  Cada fin de semana, los servicios de urgencias de varios hospitales, sobre todo en Cataluña, donde está permitido facilitarla de forma gratuita y sin necesidad de receta, se colapsan con adolescentes de entre 14 y 19 años que la solicitan «por si acaso».


  Además, el supuesto objetivo final de dispensar esta pastilla, o sea reducir el número de abortos, no sólo no se cumple sino que en los últimos cinco años, desde que la píldora entró en España, el número de abortos creció en un 50 por ciento.


  Pederastia consentida


Al mismo tiempo, esos mismos adolescentes son considerados también maduros para mantener relaciones sexuales con adultos, con lo que éstos tienen capacidad para pervertir a un menor, abusar de su todavía condición de niño y acostarse con él.


En anteriores informaciones hemos hecho referencia al testimonio de pedofilia publicado en 2002 en la revista del Casal Lambda, en que un menor narraba en primera persona su iniciación a la homosexualidad a los 14 años de la mano de un adulto de 60.


  «Muy inteligentemente encontró la manera de hacer que yo me sintiera más seguro», escribía el joven. «Podría compararse a las caricias que nada más te hace una persona cuando siente todo el amor del mundo por ti […] como cuando eras pequeño y te sentabas en la falda de tu madre y ella te acariciaba», añadía.


Con el irresponsable criterio de considerar al ‘adolescente maduro’ para este tipo de contactos, los padres no pueden denunciar a una persona adulta que mantenga relaciones íntimas con un hijo o hija de 14 años.