MULTINACIONALES LES ROBAN LAS SEMILLAS A LOS POBRES

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Vandana Shiva y Trabajadores Católicos protestan contra RiceTec en Alvin, Texas Parecería increíble. Una corporación en Alvin, Texas, a solo una hora y media de la Casa Juan Diego, estaba tratando de patentar las semillas que los agricultores de arroz han desarrollado a través de siglos en la India y en Paquistán.
Publicado en 18/12/2002En realidad ya lo han hecho y están en el proceso de renovar la patente.Los agricultores en la India y otros países pobres tendrían que pagar a Rice-Tec para poder plantar su propio arroz. Rice-Tec reclama que las semillas son de su propiedad privada. ¿Cómo puede ser esto?Mientras protestamos con Vandana Shiva, que había venido de la India para protestar este robo de los derechos de propiedad intelectuales de los agricultores de su país, y con otros que vinieron de varios lugares de Texas, con nuestros nietos, y con Sue David, compañera Trabajadora Católica, cantamos, «Se lo dijimos una vez, se lo dijimos dos veces, no toquen el arroz Basmati!» Basmati es una de las variedades de arroz desarrolladas en el Sur del Asia por muchos siglos, el que ha sido elegido por Rice-Tec para apropiárselo.El Trabajador Católico de Houston ha sido publicando artículos por un número de años sobre políticas del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio, que hacen a la comida cada vez más costosa a través del Tercer Mundo. La insistencia de estas organizaciones internacionales, dirigidas por países ricos y corporaciones multinacionales, que los países pobres cultiven cosechas de efectivo para la exportación y utilicen el dinero de sus exportaciones para importar casi toda su comida, ha causado un daño irreparable: economías agrícolas locales han sido destruidas y el hambre y aun inanición por hambruna han sido el resultado en muchos países.Muchos tal vez puedan no estar al tanto que «diez corporaciones controlan el 32% del mercado comercial de semillas, valorizado en 23 billones, y 100% del mercado de semillas de ingeniería genética o semillas transgenicas. Estas corporaciones también controlan el mercado global de agroquímicos y pesticidas. Solo cinco corporaciones controlan el comercio mundial de grano.» Estas corporaciones, tales como Monsanto y Cargill, fueron los principales jugadores llave en dar forma a los arreglos comerciales tales como el GATT y la OMC.Vandana Shiva, una mujer que ha estado activa en el nombramiento y rechazo de estas políticas que producen para las sociedades de consumo del Norte mientras que las masas del Sur luchan para tener suficiente para comer, es la que ha incrementado nuestro interés. Dudamos que los norteamericanos promedio estén al tanto de que uno de los mayores papeles de la Organización Mundial del Comercio es esta misma legitimación de patentar las formas de vida de los países pobres por las corporaciones multinacionales. Vandana Shiva ha publicado dos libros con la South End Press sobre estos tópicos, que están claramente escritos y son accesibles al lector promedio. Stolen Harvest: The Hijacking of the World Food Supply (2000) y Biopiracy: The Plunder of Nature and Knowledge (1999). Ella también escribe el la revista Third World Resurgence, donde se exploran estos asuntos desde el punto de vista de los países mas afectados por dichas políticas.Las demostraciones masivas en Seattle llegaron como sorpresa para muchos que no estaban familiarizados con estos asuntos. Los escritos de Vandana Shiva, que ha estado participando muy activamente en este movimiento antiglobal que se juntó en Seattle, puede hacer mucho para explicar los intereses de aquellas demostraciones en todo el mundo. Como lo dijo la señora Shiva: «Las corporaciones que han hecho a los gobiernos sus títeres y que han creado instrumentos e instituciones como la OMC para su propia protección son ahora juzgados como las responsables ante la gente ordinaria.» Ella describe las actitudes y esperanzas que hicieron posiblesde las protestas de Seattle y las continuadas protestas alrededor del mundo, hablando de «una comunidad de creatividad y valor que se ha atrevido desafiar la globalización en un tiempo cuando se supone que la historia ha terminado.»En Stolen Harvest, ella hace hincapié en la discrepancia fundamental de nuestra comprensión sobre las preguntas con referencia al hambre mundial.»Un mito que las corporaciones han creado, compartido por todos los ambientalistas y organizaciones de desarrollo, de que la agricultura industrial es necesaria para cultivar más comida y reducir el hambre.Muchos también asumen que la agricultura industrial intensiva ahorra recursos y por lo tanto ahorra especies.» La Señora Shiva explica como lo opuesto es lo verdadero: que la agricultura y la aquacultura basada en químicos, herbicidas y biotecnología por lo contrario utilizan recursos, destruyen la agricultura local y crean el hambre.Shiva contiende que el mercado «libre» está más bien basado en el hurto: «La terminación de la Ronda de Uruguay sobre el Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT) en 1994 y el establecimiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC) han institucionalizado y legalizado el crecimiento corporativo basado en cosechas robadas a la naturaleza y al pueblo. El acuerdo de la OMC sobre los derechos de propiedad intelectual relacionados al comercio penaliza el ahorro de semillas y su partición compartida. El acuerdo sobre agricultura legaliza el descargo de las comidas de ingeniería genética sobre los países y penaliza las acciones para proteger la diversidad cultural y biológica en la que se basan sistemas de comida diversos.»De acuerdo con Shiva, es la compañía Monsanto la que ha hecho lo más con la propaganda para convencer a la gente del mundo que todos se morirán de hambre a menos que la biotecnología sea utilizada para producir más comida a través de la agricultura industrial.Irónicamente, Monsanto no es básicamente una compañía que se dedique a la comida, sino una que se especializa en pesticidas, fertilizantes, y químicos peligrosos (aunque últimamente ellos han rebautizado sus químicos como «productos agrícolas» para disfrazar el contenido), los cuales no podrían ser vendidos si los métodos tradicionales de cosecha fueran utilizados.Shiva desmitifica en un plano práctico otra parte del mito, el de que comida de las semillas patentadas de la biotecnología son más baratas que aquellas producidas por los métodos tradicionales. Indicando cuanto más altos son los costos de las semillas, honorarios tecno-lógicos, y el incremento de la utilización de los químicos envueltos en el cultivo de las semillas de ingeniería genética y que lleva a los agricultores a serios problemas financieros.El problema con las tácticas de Monsanto, cuando se las aplica en países pobres, es dramáticamente descrita por Shiva. Uno de los ejemplos es el interés de Monsanto en destruir las hierbas malas, que en realidad, son una parte esencial de la fuente de comida en el Sur de Asia y en Africa:»En la agricultura de la India, las mujeres utilizan hasta 150 especies diferentes de plantas (que la industria de biotecnología llamaría hierba mala) como medicina, comida o forraje. Para los más pobres esta biodiversidad es la fuente más importante para la supervivencia. Al Oeste de Bengala, es donde se colectan 124 especies «hierba mala» de los campos de arroz que tiene importancia para los agricultores locales. En un pueblo de Tanzania, más del 80% de los platos de verduras son preparados de plantas no-cultivadas.Herbicidas tales como «Roundup» (vendidas por Monsanto) y las cosechas transgénicas de ingeniería preparadas para resistirlas así destruyan las economías de los más pobres, especialmente mujeres. Lo que es una mala hierba para Monsanto es una planta medicinal o comida para la gente rural.» La mantra es: No habrá comida para el mundo si la agricultura industrial no es el método. Sin embargo, el incremento de la hambruna y la inanición por todo el mundo desde que estas políticas se han implantado desmienten toda la premisa. En un artículo en Third World Resurgence (agosto-septiembre 1996) Tewolde Berhan y Gebre Egzibher de Etiopía describieron la discusión de la conferencia de Leipzig de 1996 sobre la conservación y utilización sostenible de los recursos de plantas genéticas para la comida y la agricultura. Ellos indicaron que por muchos siglos la agricultura local ha sobrevivido sin químicos peligrosos y con suficiente prosperidad para sostener a la gente: «Todos aceptaron que los campesinos y sus predecesores a través de los últimos 10 milenios generaron toda la agrodiversidad que tenemos y se encargaron de cuidarla y todavía continúan. Pero los delegados de los países industrializados se mantuvieron en decir con una convicción inequívoca que ellos no saben si in situ (en el sitio) conservación trabaja.Hasta que lo hayan convertido en un saber científico, el sistema que ha creado toda la agrodiversidad que la ciencia esta ahora tratando de comprender y manipular era, para ellos, no existente o por lo menos no real. Es como si alguien que se encontrase con usted en el camino dijera que usted existe porque lo está viendo, que usted no existió antes de que él lo viera, y que usted dejara de existir una vez que él lo pase. ¡Que tal megalomanía!»La Señora Shiva indica claramente que el «más alto nivel de conflicto económico y político entre la libertad y la esclavitud, la democracia y la dictadura, la diversidad y la monocultura están involucrados en las decisiones sobre la provisión de la comida para el mundo.» Ella aboga por la democracia en la producción de comida, en lugar de en el control de una pocas corporaciones multinacionales.La forma en que ella y otras mujeres de la India están atacando el problema es a través de una campaña en las líneas de Gandhi. Su canto de Gandhi a los británicos fue, «Abandonen la India!»El movimiento en la India, siguiendo las ideas de Gandhi, de salvar a las semillas de las multinacionales, que se ha venido construyendo por una década, es llamado Navdanya (el movimiento para salvar a la semilla). Shiva describe el método de Gandhi y como se esta utilizando nuevamente:»En períodos de injusticia y dominación externa, cuando a la gente se le niega la libertad política y económica, reclamar la libertad, para con regímenes y leyes injustas, requiere no-cooperación pacífica. Esta no-cooperación pacífica con la injusticia ha sido la tradición democrática la India y fue revivida por Mohandas Gandhi como satyagraha.Literalmente, satyagraha significa la lucha por la verdad. De acuerdo a Gandhi, ninguna tiranía puede esclavizar a la gente que considera inmoral obedecer leyes que son injustas. Tal como él declaró en Hind Swaraj, «Mientras exista la superstición de que la gente debe obedecer leyes injustas, existirá la esclavitud. Y solo una resistencia no-violenta puede eliminar dicha superstición.»»El 5 de marzo de 1958, en el aniversario de la llamada de Gandhi por sal satyagraha, una coalición de más de 2,000 grupos inició la bija satyagraha, un movimiento de no-cooperación contra patentes por semillas y plantas … .»La sal satyagraha incorporaba el rechazo de la India a cooperar con las leyes injustas sobre la sal y fue una expresión de la búsqueda de laIndia por la libertad con equidad. La bija satyagraha es nuestro rechazo a aceptar la colonización de la vida a través de patentes y tecnologías perversas, y la destrucción de la seguridad de la comida por las reglas del comercio libre de la Organización Mundial de Comercio. Es una expresión de la búsqueda de la libertad para todas los pueblos y todas las especies, y una afirmación de nuestros derechos a la comida.»La meta de Navdanya es cubrir al país con bancos de semillas e iniciativas de agricultura orgánica. Navdanya no reconocerá las patentes sobre la vida, incluyendo patentes sobre semillas. El objeto es construir un sistema de comida y agricultura que esté libre de patentes, libre de químicos, y libre de ingeniería genética. Este movimiento reclamará nuestra libertad por la comida.»El movimiento para la democracia de la comida en la India es parte de alianzas con científicos, movimientos de ciudadanos en muchos otros países pobres, y movimientos de consumidores.