Salvador Seguí Rubiñals, conocido como «el Noi del Sucre» (el chico del azúcar), en memoria de su pasado como niño esclavizado, nació en Lérida el 23 de diciembre de 1890, y representa la figura de un militante de una gran personalidad humana y política. En él se unirán en síntesis admirable, la lucidez y el espíritu revolucionario, la ponderación más sobria, y un gran amor al Ideal.