Un muro dentro del muro

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Suiza levanta otro muro dentro de la UE para las personas; no así para los capitales. Un muro dentro del muro que la UE levanta a los empobrecidos de la tierra.

Suiza limitará el número total de inmigrantes que pueda acoger cada año. Los españoles y los demás ciudadanos de la UE que encuentren un empleo en la Confederación ya no tendrán la garantía jurídica de poderlo ejercer y establecerse en el país. Asimismo, la contratación de cualquier extranjero en Suiza volverá a estar supeditada al consentimiento previo de las autoridades locales, quienes tendrán que otorgar la prioridad a ciudadanos helvéticos. Y no decimos nada de los inmigrantes empobrecidos…

Este es el resultado de la consulta celebrada en Suiza sobre la iniciativa popular contra la inmigración, impulsada por el Partido del Pueblo Suizo (SVP).

El resultado de la consulta modifica la Constitución federal helvética, por lo que Suiza volverá a gestionar «de forma autónoma» la inmigración. El texto de la iniciativa aprobada prevé que una ley federal suiza fije los umbrales y las cuotas de inmigrantes aceptables cada año en la Confederación. Asimismo, las nuevas normas insertan en la ley fundamental helvética «el principio de la preferencia por los suizos» a la hora de otorgar empleos en el pequeño país.

Con la iniciativa aprobada, Suiza vulnera también el Convenio Internacional de Ginebra de 1951 sobre los refugiados, que obliga a todos los Estados firmantes a evaluar cualquier solicitud de asilo recibida.

La UE es el mayor socio comercial de Suiza, al asegurar el 75% de las importaciones y el 56% de las exportaciones helvéticas. La propia iniciativa aprobada ayer prevé «dentro de tres años» unas negociaciones entre Berna y Bruselas para volver a definir sus relaciones mutuas.

Paraíso Fiscal contra los pobres

¿Paraíso fiscal? La OCDE ya no tiene a Suiza en su lista gris de paraísos fiscales, pero de hecho esa lista está hoy vacía.

Sin embargo, organizaciones no gubernamentales acusan a Suiza de favorecer el hambre en el Tercer Mundo con su laxitud fiscal hacia las empresas que importan bienes de países empobrecidos y los venden a terceros sin pasar por Suiza, con altísimas plusvalías y sin pagar impuestos de importación, al considerarlas «mercancías de paso».

El secreto bancario ha dado lugar a acuerdos bilaterales, puntuales, de información fiscal, y a presiones de Estados Unidos y Alemania, pero dirigidas a entidades privadas como UBS y Credit Suisse y no al régimen bancario que se mantiene en el país.

Conocidos son algunos de los casos de evasión fiscal a Suiza por parte de políticos y banqueros europeos y del resto del mundo; algunos, porque el resto están bien custodiados por el sistema bancario Suizo.

Otros países

La iniciativa sometida a referéndum es similar a las propuestas informales que ha lanzado Reino Unido para imponer cuotas a los propios ciudadanos comunitarios.

Prueba de ello fue la reacción de Marine Le Pen, líder del ultraderechista francés Frente Nacional, que saludó «la lucidez del pueblo suizo para luchar contra la inmigración masiva», y aventuró que si los franceses fueran consultados sobre la cuestión, «votarían masivamente a favor».

Nigel Farage, del populista británico UKIP, lo consideró «una maravillosa noticia» y el holandés de extrema derecha Geert Wilders concluyó: «Eso que pueden hacer los suizos lo podemos hacer también nosotros».

Fuente: La Vanguardia, El País

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