Vuelve el trabajo ¿pero qué trabajo?

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Se anuncia en algunos medios que vuelve el empleo vestido de recuperación económica. La recuperación económica ha sido para aquellos que con gran capital acumulado han sabido moverse en el terreno de las finanzas y la especulación… ¿Cuáles han sido entonces las políticas de empleo?

Las respuestas a la crisis han sido distintas según en qué países.

En Estados Unidos, se siguieron políticas que llevaron a la depreciación del dólar, el aumento de la inversión pública y a una expansión monetaria. En 2014, la economía generó 2,95 millones de nuevos empleos, lo que supone la mayor ola anual desde los 3,2 millones creados en 1999. Estos nuevos empleos se produjeron de manera general en casi todos los sectores, aunque registraron un especial alza en el de la construcción. Es cierto que hay otras circunstancias que conforman la economía estadounidense con una baja protección social, sanitaria, etc…

En 2010 los países europeos operaron en un entorno restrictivo, marcado por la austeridad presupuestaria y la debilidad de la intervención monetaria. Hasta que no intervino el Banco Central Europeo, la estrategia europea tuvo consecuencias muy negativas para el empleo. El pueblo pagó los platos que otros habían roto.

Diferencia entre Alemania y España

En los países europeos hay diferencias, “Alemania dispone de la posibilidad de recurrir a una reducción de jornada en momentos de baja actividad y compensar la pérdida de poder adquisitivo del trabajador con subsidios de desempleo. En 2009, en el momento más crítico de la crisis, más de un millón y medio de trabajadores se redujeron la jornada”, recordó De la Rica, catedrática de la Universidad del País Vasco. “El PIB cayó un 5%, pero la tasa de desempleo alemana no superó el 10%”, concluye.

El contraste es notable. “En España no se ajusta por la cantidad de horas trabajadas, sino por la cantidad de trabajadores temporales contratados. Y así, el desempleo aumenta muchísimo en situaciones recesivas”, añade la catedrática. Con una caída de actividad inferior a la alemana, se alcanzó el 20% de desempleo. “Con la reforma laboral de 2012, se han dado pasos adecuados para aumentar la flexibilidad interna, pero se dieron conjuntamente con medidas que han facilitado el despido”, acota De la Rica. Eso y los ajustes presupuestarios llevaron a la tasa de paro a rebasar el 25%.

Algunos afirman que el modelo Alemán no se puede exportar al Español, por el gran sector industrial que poseen los alemanes y el papel de los sindicatos en la misma industria.

Los contratos temporales y a tiempo parcial sustentan la creación de empleo en 2014.

El abuso del contrato temporal no es una novedad en el mercado de trabajo español. Todo lo contrario; se trata de una tara que se resiste a desaparecer: el porcentaje de contratos indefinidos sobre el total de la contratación apenas ha aumentado seis décimas en 2014. Si en todo 2013 se firmaron 1,13 millones de contratos indefinidos, el 7,67% de los 14,79 millones de contratos registrados, en 2014 fueron 1,35 millones, el 8,07%. Ni el contrato de apoyo a los emprendedores –indefinido, aunque con un periodo de prueba de un año y muy bonificado– ni la tarifa de plana –reducción a 100 euros de la cotización por contingencias comunes a los contratos fijos– consiguen modificar apreciablemente ese desigual reparto a favor de los empleos temporales: nunca por debajo del 92% de los contratos.

Autor: Juan Rodríguez