En una decisión sin precedentes, el Gobierno de Trinidad y Tobago, aliado de Nicolás Maduro, lanzó el domingo al mar a 16 menores y niños, entre ellos un bebé de cuatro meses, y a nueve mujeres que habían entrado a su país de forma ilegal.
Y lo hicieron sin que la mayoría estuviera acompañado de sus padres y a bordo de dos peñeros, la misma frágil embarcación que se emplea para cruzar el caribeño Golfo de Paria, cerca de 15 kilómetros entre los puntos más cercanos.
Algunos de los niños fueron trasladados hasta allí porque en Venezuela no existen tratamientos médicos para ellos. Es el caso de Alicia, de nueve años, quien porta una válvula en el corazón, y de su hermano Said, cinco años, quien sufre un soplo. Ambos fueron expulsados junto a su madre, Nelisbeth Contreras, según la denuncia efectuada por Félix Marcano, padre de los dos niños.
Una odisea de 48 horas que todavía no ha acabado y que, según el vídeo difundido esta tarde por David Smolansky, comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis migratoria de los venezolanos, los niños estarían de regreso a Trinidad y Tobago a bordo de una embarcación. Presumiblemente habrían llegado hasta la costa venezolana en Delta Amacuro, pero sus padres habrían reclamado su regreso. «Las autoridades deben darles protección y garantizar la reunificación de la familia», reclamó el enviado de la OEA.
La policía local mantuvo durante casi cinco días en la comisaría de Erin a la mayoría de los deportados. Transcurridos casi dos días no hay fe de vida de los niños, aunque se cree que pueden haber llegado a La Barra, una zona peligrosa en la que menudea el tráfico de personas.
«No sabemos en qué parte están los menores y las mujeres, solicitamos a las autoridades una investigación para saber su paradero. Tenemos noticia de que algunos de ellos están deshidratados, otros vomitando y con enfermedades», denunció horas antes Eliecer Torres, portavoz de los familiares en Trinidad y Tobago, en un vídeo difundido en las redes.
«Estamos muy preocupados por la situación, fueron enviados a Venezuela a pesar de que había un tornado que estaba pasando por la zona. Nos ha dejado en shock. Fueron enviados sin ningún tipo de seguridad, el bote no tenía número, no tenía registro, ni siquiera sabemos quién lo ordenó. El ministro de Seguridad Nacional hasta ahora dicen que ellos no saben nada», insistió Torres.
Deportaciones
Keith Rowley, el primer ministro de Trinidad y Tobago, es un viejo amigo de Caracas, uno de los beneficiados de la petrodiplomacia iniciada por Hugo Chávez y proseguida por el propio Maduro. La revolución chavista distribuyó fondos millonarios entre las pequeñas islas del Caribe para contar con su apoyo en las organizaciones internacionales, sobre todo en la OEA.
«Ordenaremos a la Asamblea Nacional abrir una investigación, ya que la vida de estos venezolanos corre peligro. Nuestra gente hoy no migra voluntariamente, son refugiados de una dictadura que comete delitos de lesa humanidad y generó una emergencia humanitaria», adelantó Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela ante el silencio del gabinete de Maduro.
Menores y mujeres
La escandalosa deportación también ha provocado reacciones en la isla caribeña, donde una juez de la Corte Suprema ordenó al Ejército que rescatara a los menores y a las mujeres y los devolviera a Trinidad y Tobago, ya que fueron expulsados con sus procesos legales pendientes.
La odisea de los niños y de las mujeres ha suscitado la indignación en Venezuela, incluso varios manifestantes se han acercado a la sede diplomática del país caribeño a hacerla patente. «Mientras los niños se encuentran en peligro, en Miraflores tenían una fiesta. ¡Cuánta indolencia!», protestó del dirigente opositor Henrique Capriles.
Y es que Maduro, como es tradicional, celebró ayer por todo lo alto su cumpleaños, con mariachi y baile con la primera combatiente revolucionaria, Cilia Flores, incluidos. «¡Estos venezolanos huyeron del país por su culpa y su silencio es tan irresponsable como el del gobierno de Trinidad!», concluyó el ex candidato presidencial.
Fuente_ elmundo.es
Nota:
Luego de la polémica generada esta semana tras la orden del gobierno de Trinidad y Tobago de repatriar a 16 migrantes nativos de Venezuela, todos menores de edad, este jueves 26 de noviembre la máxima corte del país isleño ordenó suspender la deportación de 26 venezolanos, entre ellos los niños en cuestión.