22 de Marzo:DIA MUNDIAL del AGUA

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La AEFJN ha publicado un informe que lleva por título «Agua, un derecho de todos: privatización del agua y de los servicios de saneamiento en África» (ver revista Autogestión). Sobre los países empobrecidos, y en particular sobre África, se cierne el peligro de la privatización. El documento rechaza la tendencia actual a dejar en manos de las fuerzas del mercado la satisfacción de un derecho tan primordial: beber agua. De estas decisiones dependen la vida o muerte de millones de personas diariamente.



21/03/2004

La escasez de agua dulce es uno de lo principales problemas ambientales para la humanidad. El 60 % de la población del planeta sufre escasez de agua. Hay actualmente 1.000 millones de personas que no tienen acceso al agua potable. Para los países enriquecidos el problema del agua afecta sobretodo a la conservación de la naturaleza y a las posibilidades de crecimiento económico mientras que en el sur, además de todo eso, la falta de agua potable es la causante directa de enfermedades evitables como la diarrea y el cólera que causan la muerte de 15 millones de niños cada año.

Del 16 al 23 de marzo del año 2003 se celebró en Kyoto (Japón) el III Foro Mundial del Agua. En este Foro la Red África-Europa Fe y Justicia (AEFJN) ha lanzado un urgente llamamiento a la solidaridad y a favor de un mundo más justo. La AEFJN ha publicado un informe que lleva por título «Agua, un derecho de todos: privatización del agua y de los servicios de saneamiento en África» (ver revista Autogestión). Sobre los países empobrecidos, y en particular sobre África, se cierne el peligro de la privatización. El documento rechaza la tendencia actual a dejar en manos de las fuerzas del mercado la satisfacción de un derecho tan primordial: beber agua. De estas decisiones dependen la vida o muerte de millones de personas diariamente.

Frente a una realidad en la que millones de personas mueren injustamente por la falta de agua, la propuesta del sistema para todo el mundo es la privatización del agua. No olvidemos que las guerras del futuro serán provocadas por el control, no del petróleo, sino de este recurso tan vital: el llamado oro azul. Esta línea de injusticia se vio claramente impulsada también, en el 2º Congreso Internacional del Agua de la International Water Association (Berlín, 2001). El 87% de los asistentes provenía de los países enriquecidos, frente al 4,8% de Africa, 1,2% de Latinoamérica, el 5% de los países del Este (a pesar de la cercanía) y así sucesivamente. Además el 70% de los asistentes provenían de organismos privados, destacando la presencia de las grandes multinacionales del agua (Vivendi, Ondeo, Berlín Water, y RWE). La mayoría de las ponencias seleccionadas por la organización abogaban por la privatización, quedando muy relegadas aquellas que presentaban experiencias distintas.

Sin embargo, las políticas de «ayuda» del BM (a través de sus agencias como la International Finance Corporation y la Multilateral Investment Guarantee Agency) y del FMI están impulsando abiertamente la privatización de los servicios de agua en los países empobrecidos (creando monopolios y oligopolio como los de la luz y teléfono) al incluirlo siempre entre las condiciones para sus prestamos.

Con el argumento de que aumentar el precio del agua impulsará su ahorro se he establecido la «recuperación integral de costes» (RIC) derivados de las inversiones en agua. Este principio, defendido también en la Directiva Marco de la UE tiene un doble filo, ya que impide el uso de fondos públicos y provoca un aumento salvaje de las tarifas. Sin embargo, mientras en EEUU y en la UE las infraestructuras del agua se han financiado tradicionalmente con fondos públicos y se mantienen aún elevados porcentajes (10% en USA, inversiones para el PHN en España) y tarifas asequibles, en los países empobrecidos se impone a rajatabla y exige además un margen de beneficio para las compañías privadas.

El abastecimiento agua potable y el saneamiento de aguas residuales son uno de los sectores de mayor concentración de poder. Dos compañías Francesas dominan absolutamente el mercado mundial: Ondeo (antigua Suez-Lyonnaise del Eaux) y Vivendi (antigua Compagnie Genérale des Eaux). Las multinacionales españolas Aguas de Barcelona (AgBar) y FCC pertenecen en un 25% a Ondeo y en un 30% a Vivendi respectivamente.
Esta concentración de poder se refuerza con las continuas alianzas entre las grandes compañías y las más pequeñas locales para repartirse los concursos públicos sin entrar en una competencia real.

PROPUESTAS INTEGRALES

Dado que la causa real de las injusticias derivadas del agua no se deben a una causa natural sino a la lógica imperialista del sistema, la principal línea de acción debe ser combatir éste en todos sus frentes. En muchos países, tanto enriquecidos como empobrecidos han surgido movimientos ciudadanos de protesta ante las subidas de tarifas y deficiencias en el servicio derivadas de la privatización.. En muchas ocasiones han conseguido obligar a las empresas a hacer más social su servicio, llegando incluso a cancelar la concesión. Hay mucho trabajo que hacer en reducir el consumo, en todos los ámbitos pero principalmente en los que mayor porcentaje del gasto suponen:

En agricultura es imprescindible mejorar los sistemas de riego. Sustituir el riego a manta (60% en España) por la aspersión (bien hecha, no a las horas de sol) y el goteo. Israel y Jordania, pero también algunas experiencias del litoral mediterráneo, son claros ejemplos. Las pérdidas de agua dulce en la red de distribución son escandalosas. 25-50 % en Urbanas y 40-60% en Agrícolas. Las campañas de sensibilización ciudadana pueden reducir el gasto de agua doméstico. Es algo necesario por coherencia, pero no debe caerse en el testimonialismo fácil, ya que estamos hablando de un porcentaje muy pequeño del consumo global de agua. Sin embargo, las actividades recreativas (fuentes, riego de jardines, campos de golf, parques de atracciones, etc.) suponen la mayor parte del consumo considerado urbano y es muy fácilmente reducible. Son necesarios organismos democráticos de distribución. Debido a la desigual distribución del agua, todo el mundo coincide en la necesidad de instituciones que lo regulen en la que estén presentes responsables políticos, empresarios, hidrólogos, ciudadanos, etc. El problema está en la verdadera democracia y justicia de los mismos. El principio básico es que el agua no es un bien económico que pertenezca a una empresa, cuenca o país, sino un patrimonio común de la humanidad, al que todo el mundo debe poder acceder para cubrir sus necesidades básicas.

Mientras no surja un movimiento ciudadano, solidario con los empobrecidos, dispuestos a entrar en la arena política o a presionar moralmente a los partidos políticos, esta realidad salvaje de injusticia seguirá creciendo. No es de extrañar que hayan surgido grupos de ciudadanos que presionan no violentamente con actuaciones como el voto en blanco si no se plantean los partidos políticos en los programas electorales la solidaridad con los hambrientos y empobrecidos de la Tierra. No olvidemos que la mayor amenaza para paz es el hambre que afecta a ¾ partes de la humanidad, como reconoció el ex presidente norteamericano Jimmy Carter, hoy premio nobel de la paz.

Fuentes:

Perspectivas del Medio Ambiente Mundial 2000. PNUMA. Ed. Mundi-Prensa. 2000.
Vivendi Environment. Annual Report 2000
Water 21. Oct 2001. International Water Association.
Actas del 2º Congreso Mundial del Agua. IWA. Berlin 2001.
El Ecologista. Nº 23. Dic 2000.
Autogestión. nº39, 2001y nº 49, 2003

Mundo Negro. Enero de 2003