Las Naciones Unidas (ONU) informaron que 400.000 niños menores de 5 años morirán de hambre este año en Yemen.
La guerra y el caos en los que se ha sumido el país estos años no deja de ser un genocidio en toda regla. La falta de alimentos, de agua, de servicios básicos de salud es alarmante.
Internacionalemente apenas se ha hecho nada para solucionar el problema. No hay voluntad política para poner coto a tanta injusticia.
El Programa Mundial de Alimentos, la Organización para la Agricultura y la Alimentación, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicaron un informe conjunto sobre la crisis humanitaria en Yemen.
Al llamar la atención sobre la escalada de la amenaza del hambre en el país y pedir a los países donantes que aceleren la ayuda que prometen, las agencias de la ONU señalaron que no solo los niños, sino también las mujeres embarazadas y las mujeres con niños están hambrientos.
El informe indicó que 2,3 millones de niños padecían hambre severa y 400 mil de ellos habían muerto debido al hambre.
Al señalar que los programas de ayuda humanitaria en Yemen no están funcionando lo suficiente, el director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, dijo: “Estos números son solo un grito para pedir ayuda a Yemen. Cada niño hambriento en este país es también una familia que intenta librarse de ella “.
Según informes de la ONU, el 80 por ciento de la población de aproximadamente 30 millones en Yemen necesita ayuda.