África, ¡levántate!. Vida y esperanza para un continente empobrecido

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No nos cansaremos de repetir que África no es pobre, sino empobrecida, que África no se muere, sino que la estamos matando a través de unos mecanismos tan perversos, unas estructuras de pecado bendecidas por los poderosos de la tierra y bajo el silencio canalla del mundo opulento que mira impasible para otro lado mientras disfruta de lo robado. No valen ayudas, ni limosnas. Eso sólo vale para perpetuar el crimen y para seguir anestesiando nuestras conciencias. El resurgir de África debe ser obra de los africanos mismos.

El pasado sábado 13 de marzo en las VI Jornadas D. Tomás Malagón en Sevilla organizadas por el Movimiento Cultural Cristiano junto con Camino Juvenil Solidario eligieron como tema central: La Iglesia, esperanza para los empobrecidos.

Una de las dos ponencias que componían dicha jornada fue desarrollada por Ester Moleón con el título Conclusiones del Sínodo de África.

Ester M. basó  su intervención en textos del Sínodo de África celebrado en el Vaticano entre el 4 y el 25 de octubre pasado, acompañados de hechos desgarradores que actualmente suceden en África y que fueron objeto de denuncia en dicho Sínodo. El propio Papa Benedicto XVI  lo iniciaba diciendo África es una tierra fecunda de vida humana, pero esta vida está marcada por desgracia por muchas pobrezas y sufre además graves injusticias” que la Iglesia “está empeñada en superar con la fuerza del Evangelio.

La ponente manifestó: no nos cansaremos de repetir que África no es pobre, sino empobrecida, que África no se muere, sino que la estamos matando. África lleva siglos siendo robada y expoliada, aunque nunca como hoy lo ha sido a través de unos mecanismos tan perversos, unas estructuras de pecado bendecidas por los poderosos de la tierra y bajo el silencio canalla del mundo opulento que mira impasible para otro lado mientras disfruta de lo robado.

Denunció el papel cómplice y ejecutor de los organismos internacionales como el FMI o el BM en estos mecanismos de robo, expoliación, guerras, violaciones ,explotación, que han obligado a muchos países africanos, en nombre de los Planes Estructurales, a modificar sus legislaciones para dar entrada a las grandes corporaciones en detrimento de las pequeñas compañías nacionales. Culpó también a los bancos y a las grandes compañías  que- van dejando un reguero de tierra desolada, devastada y explotada a base de expulsar  a los habitantes de sus tierras, de  la contaminación provocando muertes, además de  ceguera, parálisis y abortos,…Multinacionales que aplican sus propias leyes  imponiendo esclavitud y explotación para los trabajadores y sus hijos.

Moleón también acusó a los medios de comunicación afirmando que la explotación y el robo reinan en medio del más absoluto silencio y de la más burda manipulación. Ocultando  hechos tan graves como la matanza en Etiopía en 2004 de los Anuak. Fue-afirmó- una de las muchas masacres que son silenciadas. Las tierras de los anuak, en Gambella, son ricas en petróleo y oro, pero estaban destinadas a que las compañías transnacionales las explotaran. Y así fue. El ejército etíope lanzó la Operación Asolear la Montaña para aplastar y exterminar a los anuak, y así “liberar” sus tierras. Los anuak fueron masacrados, aldeas enteras destruidas, incendiadas, las mujeres fueron violadas, secuestradas y esclavizadas. La operación se coordinó a través de la base militar que USA tiene en Yibuti. El ejército etíope contó con el asesoramiento y el material que el ejército norteamericano le otorgó

Citó textualmente las palabras del obispo de Tshumbe (RDC), Nicolas Djomo Lola, sobre la acción saqueadora de las transnacionales: “Deploramos que la comunidad internacional no haga lo suficiente para poner fin a estas guerras y que no se interesen suficiente por su causa, que no es otra que el saqueo de recursos …. hoy los diamantes, el oro, el coltán, el uranio y otros minerales indispensables para las nuevas tecnologías y para la carrera espacial, continúan siendo el motivo de los sufrimientos en la región de LGL”.

El mismo Obispo Insistió una y otra vez en la responsabilidad de todos, ya sea por acción o por omisión. Todos somos responsables aquí y allí, denunciando a los políticos locales al mismo nivel que a los intereses extranjeros:

Esto último Ester M. lo ilustró con claros ejemplos en los que puso de manifiesto la complicidad y responsabilidad de España en estos intereses negociando con dictadores y apoyando a regímenes que nos interesan en cada momento, tengan la forma que tengan avalada  por el Plan África y por el mandato de la UE.

El Sínodo, afirmó Moleón, hace un fuerte llamamiento a la Comunidad Internacional-una llamada concreta, que huye de la asistencia o de la ayuda, una llamada que va a la raíz pidiendo y exigiendo dignidad y justicia.

Así, en su mención sobre la Deuda Externa que ahoga a estos países, citó textualmente las palabras del Cardenal Bernard Agré a cuyos agentes denomina  asesinos financieros:  La deuda nacional se presenta como una enfermedad programada por especialistas, dignos de los tribunales que juzgan los crímenes contra la humanidad … Los especialistas saben que, desde hace años, la mayor parte de las deudas han sido efectivamente reembolsadas. Suprimirlas pura y simplemente no es un acto de caridad, sino de justicia«.

También recordó que el Papa en la Eucaristía de apertura del Sínodo apuntó que la verdadera riqueza de África no está en sus recursos naturales, …África “representa un inmenso pulmón espiritual, … y la humanidad necesita esto “mucho más que de las materias primas”…. El Papa advirtió que “el colonialismo del primer mundo no ha terminado”, pues “ha exportado y sigue exportando sus residuos tóxicos espirituales” a otros continentes, y en especial a África.

La ponente afirmó que los poderosos han puesto en marcha un instrumento para doblegar a los africanos, sutil, que hace poco ruido, pero que es lo mismo de criminal que los demás. Se trata- dijo- de ir minando la cultura y valores africanos de respeto por la vida, y de camino, asesinar a los niños antes de que nazcan. Apoyado desde todas las instancias, ONU incluida, la ideología de género se va haciendo hueco en el continente. Como denunciaba Buti Joseph Tlhagale, arzobispo de Johannesburgo, África afronta una segunda ola de colonización, solapada y despiadada”.

Terminó su exposición elogiando el título que los padres sinodales eligieron para el mensaje final del Sínodo: África, levántate. Es perfecto– dijo-. Recogiendo el pasaje evangélico lleva implícito dos elementos fundamentales. Uno, que África está aplastada, humillada, escarnecida. Y dos, que es ella misma la que tiene que levantarse, la que ya se está levantando. No valen ayudas, ni limosnas, ni el típico pobrecitos los africanos. Eso sólo vale para perpetuar el crimen y para seguir anestesiando nuestras conciencias. El resurgir de África debe ser obra de los africanos mismos. Y así lo están demostrando todos los días en todos los rincones del continente.