La «próspera industria» maquiladora (ensambladoras) de Ciudad Juárez, la más azotada en México por el narcotráfico, exporta anualmente 43.000 millones de dólares, más que países como Perú o Colombia.
Con su mano de obra calificada, ventajas fiscales y su vecindad con Estados Unidos, la próspera industria maquiladora (ensambladoras) de Ciudad Juárez, la más azotada en México por el narcotráfico, exporta anualmente 43.000 millones de dólares, más que países como Perú o Colombia.
Esta ciudad de 1,3 millones de habitantes, afectada por una disputa entre bandas del narcotráfico que dejaron más de 3.100 homicidios en 2010, concentra el 18% de las exportaciones de manufacturas de México.
Las maquiladoras, que emplean a 196.000 personas, según cifras oficiales, son en su mayoría propiedad de fondos de inversión estadounidenses pero también de empresas japonesas, chinas o taiwanesas, como el gigante de la industria electrónica Foxconn, que acaba de establecer una de sus factorías.
«La industria maquiladora tiene un peso mayor, es un pilar de nuestra ciudad», declaró a la AFP José Luis Arméndariz, presidente de la Asociación de Maquiladoras de Ciudad Juárez (AMAC). Las maquiladoras «representan el 70% de la industria del estado de Chihuahua. Nosotros manufacturamos el equivalente de 43.000 millones de dólares por año», explica.
La producción es variada: desde refrigeradores y televisores, pasando por productos electrónicos para automóviles y sistemas de irrigación, hasta equipos de tecnología usados en la medicina como uno para realizar operaciones quirúrgicas endoscópicas expuesto en uno de los pabellones de ‘Juárez Competitiva’. Este equipo «permite al cirujano poner grapas de titanio para unir tejidos orgánicos con una intervención quirúrgica mínima. Se utiliza por ejemplo en un bypass», explica Omar Torres, gerente de una de las empresas expositoras.
La ubicación de Ciudad Juárez en la línea fronteriza y su vecindad con El Paso (Texas) hacen que el costo de transporte sea mínimo comparado con el de productos asiáticos que deben cruzar el océano Pacífico para ingresar en Estados Unidos.
Además, el costo de mano de obra es radicalmente más bajo al cruzar la frontera. El salario estadounidense, de 5 u 8 dólares (3,5 ó 5,6 euros) por hora, es equivalente al de un trabajador mexicano bien pagado gana por media jornada.
Es una mano de obra además calificada, pues la ciudad tiene una tradición de 50 años fabricando productos con los niveles de calidad exigidos por el mercado estadounidense.
La ciudad literalmente creció alrededor de las maquiladoras que comenzaron a establecerse en los años 60 y que se multiplicaron tras la entrada en vigencia en 1994 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), convirtiéndose en la más grande del semidesértico estado de Chihuahua.
Ya en 1969, la RCA Víctor, entonces uno de los mayores productores mundiales de electrónicos, instaló en Ciudad Juárez plantas para atender al sur de Estados Unidos. Los aparatos eran fabricados con piezas importadas desde territorio estadounidense. A partir del TLCAN, muchas empresas trasladaron directamente a Ciudad Juárez la producción completa.
Eso ha hecho que pese a la violencia endémica, provocada por la disputa entre el cártel de Juárez y el de Sinaloa, que buscan justamente aprovechar su privilegiada ubicación para introducir drogas, Ciudad Juárez pueda mantener su pujanza. «La violencia es un factor económico, pero no es un elemento mayor. Lo que sí pesa en la inversión son las condiciones económicas y financieras», dice Armendariz.
La ausencia de aranceles aduaneros y un régimen fiscal que unifica todos los impuestos en una tasa única del 17,5% se suma a un salario medio de 6.325 pesos (344 euros 480 dólares), según el estatal Instituto Nacional de Estadísticas.
La ubicación permite además que las empresas norteamericanas supervisen estrechamente la calidad, lo que no siempre es posible en los países asiáticos.
Esa dependencia del mercado estadounidense, sin embargo, le ha jugado malas pasadas a Ciudad Juárez. Según el Instituto Mexicano de Seguridad Social, entre octubre de 2007 y mayo de 2009, 92.000 trabajadores perdieron su empleo por la disminución de la demanda de Estados Unidos. De éstos, sólo 23.800 han recuperado sus puestos este año.
* Extracto