Ahora más que nunca

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En 2015 será el 500 aniversario de Utopía, la genial obra de Tomás Moro. No han sido pocos los que desde entonces (y antes) han hecho carne la utopía.
Uno de ellos, Guillermo Rovirosa. Estamos recordando que éste murió hace 50 años.

Y su estela sigue viva. Cuando las intrigas de la democracia cristiana y el régimen franquista se pusieron de acuerdo para echarle de la organización que había inspirado. Él siguió promocionando militantes: «ahora más que nunca» (y no quiso irse de vacaciones). Eso coincidió en el tiempo con un terrible accidente pro el que hubo que cortarle un pie. Tampoco usó este hecho para irse de vacaciones. Y así siguió muriendo por los demás, o sea, viviendo. ¿Y qué podemos decir en febrero de 2014?

«Ahora más que nunca»

«Ahora más que nunca»
Asociación, no individualismo
«Ahora más que nunca»
Conversión, no diversión.
«Ahora más que nunca»
Promoción, no paternalismo.
«Ahora más que nunca»
Pobreza, no empobrecimiento
«Ahora más que nunca»
Humildad, no humillación.
«Ahora más que nunca»
Sacrificio, no sacrificados
«Ahora más que nunca»
Encarnación, no espiritualismo
«Ahora más que nunca»
Amor a la Iglesia, no progresismo.
«Ahora más que nunca»
Comunión, no capillismo.
«Ahora más que nunca»
Amor, no egoísmo.
«Ahora más que nunca»
Equipo, no solitarismo.
«Ahora más que nunca»
Acción, no pasividad.
«Ahora más que nunca»
Oración, no activismo.
«Ahora más que nunca»
Autogestión, no dirigismo.
«Ahora más que nunca»
Libertad, no esclavitud.
«Ahora más que nunca»
Consagración, no voluntariado.
«Ahora más que nunca»
Militancia, no burocracia.
«Ahora más que nunca»
Alegría, no tristeza
«Ahora más que nunca»
Solidaridad

Él mismo nos dejó esta oración:

Ahora es el tiempo de los testimonios, y no de las apologías.

Ahora es el tiempo de mirar, no lo que hago, sino cómo lo hago.

Ahora es más importante pegar carteles en las calles para el servicio de Dios, que hacer cosas muy destacadas por mi capricho.

Ahora es el tiempo que me da Dios -con su Gracia- para santificarme. Nadie puede ni podrá santificarme ni en pasados ni en futuros, sino en presentes.

Ahora los obreros incrédulos necesitan ver brillar en otros obreros la antorcha de la fe.

Ahora conviene que yo realice buenas obras, para que sea alabado el Padre que está en los cielos.

Ahora es uno de los momentos fundamentales de la vida; el otro es el de la muerte. Por eso imploramos constantemente a Dios, para que seamos capaces de velar, orar y actuar con Él y para Él.

… Y ahora soy responsable de la ASOCIACIÓN.

Web de Guillermo Rovirosa