El aumento de ventas de armas en los Estados Unidos han alcanzado un récord en el último mes, coincidiendo con la crisis sanitaria del coronavirus, superando anteriores registros que coincidían con masacres y tiroteos de gran repercusión.
En la primera quincena de marzo, tras la primera muerte de un ciudadano norteamericano por Covid-19 el 29 de febrero, se observa un incremento elevado de venta de armas, chalecos antibalas y otro tipo de material táctico que, según las tiendas, se debe a la incertidumbre y el deseo de mantenerse a salvo por parte de los ciudadanos estadounidenses, según detalla BuzzFeed.
«Creo que con la forma en que las cosas se han intensificado tan rápidamente en todo el mundo y en los Estados Unidos en las últimas dos semanas, es muy difícil decir lo que va a pasar a continuación», señala Kevin Lim, propietario de la tienda de armas Bulletproof Zone.»Es esencialmente lo que esperábamos«, añade Jurgen Brauer de la consultora Small Arms Analytics & Forecasting, expertos en análisis de datos relacionados con la industria armamentística.
Miedo a los robos
El miedo a la inseguridad, los desórdenes públicos y los robos en sus hogares a causa de la crisis del coronavirus ha hecho que muchos americanos se quieran cargar de armas para evitarlo. Los datos de este mes de marzo, con más de dos millones de armas vendidas, superan las ventas mensuales históricas en los últimos 20 años, sobrepasando el anterior récord, que tuvo lugar en enero de 2013, tras la masacre en la escuela primaria de Sandy Hook en la que murieron 28 personas, 20 de ellos niños.
«Los americanos acuden en masa a las tiendas de armas porque saben que la única autodefensa en la que confiar durante una crisis son las armas»
A lo largo de los años, los mayores picos en la venta de armas han llegado después de tiroteos masivos de alto perfil, cuando el debate político se centró en si aumentar el control sobre la venta de armas. Se han visto picos similares en varios estados antes de que entraran en vigor nuevos controles de armas. También hubo un repunte de las ventas después de que Barack Obama ganara las elecciones presidenciales de 2008, aparentemente porque los potenciales compradores de armas pensaban que podría haber más restricciones a la compra de las mismas. Después de que Donald Trump asumiera el cargo, los grandes tiroteos o masacres, como las de Las Vegas o El Paso no han tenido como consecuencia un alza notable en la adquisición de armas.
El único precedente en las últimas décadas fue la ola de miedo que se apoderó de la nación tras los ataques terroristas del 11 de septiembre. Esos ataques también fueron seguidos por un aumento en las ventas de armas, pero nada como el pico visto en marzo de 2020. Desde la Asociación Nacional del Rifle, el lobby más poderoso en defensa de las armas en Estados Unidos, defienden y alientan esta tendencia. «Los americanos acuden en masa a las tiendas de armas porque saben que la única autodefensa en la que confiar durante una crisis son las armas», recordaba a sus seguidores a través de Twitter.