Cerca de mil intelectuales de izquierda de todo el mundo han firmado un manifiesto contra la posible expulsión de cuatro diputados del Partido de los Trabajadores (PT), del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva. El manifiesto señala que ´nos parece muy grave que la dirección del PT esté estudiando el castigo drástico contra los que continúan defendiendo las políticas tradicionales del PT´. Afirma que la expulsión de los diputados, ´que no tienen una postura insurreccional´, sugería que el PT ha perdido su orgullosa tradición de democracia, de pluralismo y de tolerancia´.MIL INTELECTUALES ENCABEZADOS por CHOMSKY CRITICAN a LULA por la EXPULSIÓN de CUATRO MIEMBROS de su PARTIDO
Los amenazados se opusieron al polémico proyecto del gobierno para modificar el régimen de jubilaciones.
Cerca de mil intelectuales de izquierda de todo el mundo han firmado un manifiesto contra la posible expulsión de cuatro diputados del Partido de los Trabajadores (PT), del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
Los miembros del PT Heloísa Helena, Luciana Genro, Joao Batista de Araujo y Joao Fontes, se opusieron al polémico proyecto que el gobierno envió a consideración del Congreso para modificar el régimen de jubilaciones.
En el manifiesto, intelectuales, periodistas, líderes sindicales y conocidos dirigentes de izquierda de varios países afirman que los parlamentarios divergentes apenas están defendiendo las viejas banderas del PT y no merecen ser expulsados, informó EFE.
El lingüista y politólogo estadounidense Noam Chomsky, encabeza el manifiesto, que también cuenta con la firma del cineasta inglés Ken Loach.
Los inconformes del PT, conocidos como «radicales», alegan que la organización, antes de llegar al poder, siempre se opuso a los proyectos que restringían las conquistas de los trabajadores, como el que ahora modifica las jubilaciones.
Critican además el rumbo derechista del gobierno, la alianza de Lula con fuerzas conservadoras, la decisión de firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la lentitud de las reformas sociales prometidas y la política económica, que consideran una continuidad de la del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).
La dirección nacional del PT, de la que Lula forma parte, programó para el 13 de diciembre una reunión en la que decidirá la suerte de los diputados díscolos. El presidente de la formación, José Genoino, defiende la expulsión inmediata.
«Nos parece muy grave que los dirigentes del PT pretendan castigar drásticamente a aquellos que continúan luchando por las políticas tradicionales del partido», dice el manifiesto de los intelectuales.
«Eso sugiere que el partido desistió de su orgullosa tradición de democracia, pluralismo y tolerancia», agrega.
El documento recuerda que la victoria electoral de Lula «alegró a millones de personas de todo el mundo que se oponen al modelo neoliberal», pero advierte que el gobierno ha adoptado medidas que antes condenaba.
Los firmantes piden que Lula recuerde los compromisos que asumió al participar en las tres ediciones del Foro Social Mundial, realizadas en la ciudad brasileña de Porto Alegre, y que congregaron a miles de activistas contra la globalización y el neoliberalismo.
Miembros del PT han organizado una serie de actos para pedir a Lula que impida la expulsión de los inconformes.
Los diputados amenazados de expulsión y otros ocho que se abstuvieron de votar la reforma al régimen de jubilaciones de Lula representan cerca del 12 por ciento de los 93 escaños que tiene el PT en la Cámara Baja, en donde es la primera minoría.
LA EXPULSIÓN DE CUATRO DIPUTADOS DEL PT ENCIENDE BRASILIA
Brasilia está al rojo vivo. El apoyo de Lula a la expulsión de diputados del PT ,opuestos a la reforma de la Seguridad Social, ha abierto un vivo debate dentro y fuera de Brasil.
La subida al poder del PT fue una impulso de aire nuevo en las salas del Gobierno. Las nuevas propuestas de Lula parecían llevar a Brasil hacía el camino indicado para salir de la crisis en la que vivía. De esta forma, el manifiesto continua diciendo que «nos parece muy grave que la dirección del PT esté estudiando el castigo drástico contra los que continúan defendiendo las políticas tradicionales del PT». Con frases como esta, el comunicado pretende dejar clara su postura ante el posicionamiento del PT contra los cuatro diputados. Afirma que la expulsión de los diputados, «que no tienen una postura insurreccional», sugería que el PT ha perdido su orgullosa tradición de democracia, de pluralismo y de tolerancia».
Las primeras manifestaciones sobre el comunicado no se han hecho esperar. El presidente del PT, Jose Genoino, dejó claro que la opinión de los intelectuales del Foro de Porto Alegre carece de valor real y que «ningún manifiesto valdrá para evitar la expulsión de los diputados».
El manifiesto publicado en http://www.socialistresistance.net es el siguiente:
OPPOSE EXPULSIONS IN PT – BRAZILIAN WORKERS´ PARTY
We the undersigned, like millions of others around the world, shared the joy of the Brazilian people when Lula was elected President of Brazil last year.
After more than a decade of neo-liberal policies devastating the peoples of the world; after more than four years of a new, diverse, international movement of opposition arguing that another world is possible – in which Lula, the PT and the World Social Forums in Porto Alegre played a crucial part – it seemed that at last there would be a chance to show there really is an alternative.
Of course the circumstances are difficult, the legacy is a heavy one, and time has been short. But it is with deep alarm and dismay that we learn the PT is now considering expelling three of its most outspoken members of congress for publicly opposing the government’s planned pension reforms. It is not our business to express an opinion about the detail of the Brazilian government’s policies. However we do know that pension reform, not only in Latin America but here in Europe and elsewhere, has been a key issue pitting neo-liberal governments and the IMF against the organised labour movement. Just one day after the PT decided to begin disciplinary proceedings against these three members of congress, millions of workers in France and Austria took action against pension reform in their countries. We also understand that the PT itself opposed similar pension reforms when they were proposed by the previous government of Fernando Henrique Cardoso.
It therefore seems to us very grave that the PT leadership is now considering drastic punishment against those who continue to argue for the PT’s traditional policies. Of course, as Emir Sader of the World Social Forum International Council has put it, the Lula government may well have the right to change its mind about such issues, but to punish those who have not changed their mind would send a terrible message around the world. To those millions of workers on the streets in France and Austria, to the many millions more who have been mobilising against neoliberalism and war, it will seem to say, «Sorry, we don’t care about all that, we’ve decided there really is no alternative». It will also suggest that the PT as a party has given up on its proud tradition of democracy, pluralism and tolerance.
We therefore urge you to step back from any expulsions and reaffirm the PT’s role as a beacon of hope for all of us around the world who want to work with you to realise our common dream – that another world is indeed possible.