Gustavo Cisneros, cabeza de uno de los grupos mediáticos más influyentes en Hispanoamérica, con el que llega a quinientos millones de personas. Es el más rico de Hispanoamérica (según la revista Poder). Factura (datos aún del 2002) más de 3,5 billones de euros al año. El empresario venezolano es el propietario de la Organización Cisneros, una marca distintiva que agrupa a 72 empresas que operan en 80 países del mundo e incluye medios de comunicación, servicios de televisión por suscripción, suministro interactivo de noticias, empresas fabricantes de bebidas y cadenas de supermercados. Entre las marcas agrupadas en la organización están las cadenas de televisión Univisión y Venevisión, firmas de productos y servicios como Pizza Hut de Venezuela o Backus and Johnston o nuevos medios y tecnología como AOL Latin America o Direct TV Latin America.
Gustavo Cisneros es pura psicología de poder. Y el poder hoy es sinónimo de información: lo que ellos llaman «estar conectado». Gustavo Cisneros (Caracas, 1945) es uno de los hombres más conectados del mundo, y el más rico de Hispanoamérica (según la revista Poder). Posee o participa en 26 canales de televisión (entre otros, el de mayor audiencia de Venezuela: Venevisión, exclusivamente suyo), es el mayor accionista de Univisión (la cadena que acapara el 90% de la audiencia latinoamericana en EEUU), tiene productoras de televisión, música y teatro, museos, tres canales en Internet, cerveceras, supermercados, pizzerías, minas, videoclubes, agencia de viaje, concurso de misses y productos de belleza, un equipo de béisbol venezolano que es como si hablamos del Real Madrid y 15.000 empleados en 80 países del globo. Factura (datos aún del 2002) más de 3,5 billones de euros al año. ( El Mundo 15-2-2004)
DESEO DE ENTRAR EN EL MERCADO ESPAÑOL
«Tengo una asignatura pendiente en España, los medios de comunicación». Con estas palabras, Gustavo Cisneros, gran magnate de las telecomunicaciones en Iberoamérica, adelantaba su intención de entrar en el mercado español de las telecomunicaciones, según cuenta ABC. Lo apuntaba durante la presentación de su biografía, escrita por el periodista Pablo Bachelet, y presentada ayer en la Casa de América de Madrid.
Durante esta rueda de prensa, el «empresario global» -como señala el subtítulo del libro- aprovechó para comunicar su visión sobre el mercado español: «A España le gusta la inversión extranjera», declaró Cisneros que, sin desvelar sus intenciones, habló sobre sus buenas relaciones con las cadenas de televisión españolas, como TVE, Antena 3 y Telecinco, y no negó que ha tratado de establecerse en los medios de comunicación españoles, pero sin suerte. «De momento no tengo ningún proyecto, pero quizás dentro de un año o así salga algo», aventuró.
Pero Gustavo Cisneros tiene esta asignatura pendiente en España. Cuatro veces intentó introducirse (Tele 5, Vía Digital y dos veces en Antena 3): sin resultados. Y «sí, habrá un quinto intento: estamos presentes en toda América y, siendo los grandes espadachines del castellano, necesitamos una base en España». ¿Por qué fracasó? «Tengo un proyecto a largo plazo, estaré ahí cuando Berlusconi venda algo, o entraremos por la vía de Internet o de la producción; de hecho vendemos ya muchos productos, pero nos hace falta un pequeño eslabón: esperemos que España se tecnifique más». ( El Mundo 15-2-2004)
EMPRESARIO GLOBAL
El empresario venezolano es el propietario de la Organización Cisneros, una marca distintiva que agrupa a 72 empresas que operan en 80 países del mundo e incluye medios de comunicación, servicios de televisión por suscripción, suministro interactivo de noticias,empresas fabricantes de bebidas y cadenas de supermercados. Entre las marcas agrupadas en la organización están las cadenas de televisión Univisión y Venevisión, firmas de productos y servicios como Pizza Hut de Venezuela o Backus and Johnston o nuevos medios y tecnología como AOL Latin America o Direct TV Latin America.
Entre otros muchos de esos comentarios no autorizados que circulan sobre Gustavo Cisneros, figura una información del semanario norteamericano Newsweek que lo señala como principal instigador del intento de golpe de Estado que quiso derrocar a Hugo Chávez en 2002. Si bien es cierto que la publicación desmintió los hechos, después de recibir sendas cartas de dos diputados de la Asamblea Nacional negando la información, los mismos a quienes se citaba como fuentes, además de un escrito del propio empresario, la Red continúa haciéndose eco del libelo. Cabría añadir que el Grupo Cisneros es una de las muchas empresas venezolanas que han trasladado su sede ejecutiva fuera de las fronteras nacionales.
Una de las consignas más apremiantes que dio le dió su padre fue: no te metas en negocios con los políticos. Tal vez no sospechara aún que, albores del segundo milenio, el poder mediático sustituye al político, la opinión mediática, a la pública, y la televisión es la mejor arma en poder de un gobierno. Cisneros lo aclara con un ejemplo, el ejemplo que más le gusta, que es la cadena que comparte, como socio individual mayoritario, con Azcárraga (Televisa, México) y Perenchio: Univisión, la cadena preferida del 90% de los 40 millones de hispanos que viven en EEUU. «Utilizamos la autoridad que esta cadena nos da para incorporar a los latinos al castellano y a su cultura. Es una forma de intervenir en política, sí, somos los grandes embajadores del castellano, y por esto nos critican. Ahora, no decimos al público lo que tiene que votar: nos limitamos a hacer campañas por sus derechos, de una forma muy institucional. Los medios de comunicación serios y grandes no intervienen en la política partidista».
HISTORIAS PASADAS
El gran negocio español
«Tenemos un reto, una compañía que ha sido ofrecida a toda la gente de negocios de España y nadie la quiere». Con estas palabras se dirigía Cisneros a sus colaboradores para preparar la compra, en 1984, de Galerías Preciados (a la izqda., el empresario promocionando la nueva imagen de la firma). Los almacenes eran propiedad del Estado desde la expropiación de Rumasa, un año antes. Contando con el apoyo de su amigo y entonces presidente del Gobierno, Felipe González, Cisneros pagó 750 millones de pesetas, aunque asumiendo una deuda muy voluminosa, para vender el grupo en 1987 a la británica Mountleigh por 30.000 millones de pesetas. En tres años, el venezolano redujo las pérdidas de 20.000 millones de pesetas a 3.000. Fue un negocio redondo.
Se lanzó a la operación después de que muchos otros grupos extranjeros la rechazaran. Se dijo entonces que había recibido un trato preferente por parte del PSOE, partido que a su vez se habría beneficiado de la transacción. El Partido Popular esgrimió para acusarlo su condición de amigo personal de Felipe González. «Fue una apuesta por España, que salía del franquismo y todavía vivía momentos de inquietud: yo creí en la democracia española y su libre mercado. A mí me gustó la empresa, y allí exporté la gerencia que yo tenía, experimentada en trabajar en la mayor cadena de supermercados de Venezuela (CADA)». Cuatro años después, vendió el negocio a la compañía británica Mountleigh: «Lo hacemos muy frecuentemente, Galerías fue un caso clásico: compra, saneamiento y venta de la compañía. Es lo que sabemos hacer
Guerra de burbujas
El empresario fue el «culpable» de un conflicto entre Coca-cola y su rival, Pepsi. La familia Cisneros era el socio tradicional de Pepsi en Venezuela, donde esta firma copaba el 82% del mercado. Pero de un plumazo, en 1996, todos los activos de Pepsi fueron vendidos a Coca-cola en una operación secreta. Las botellas y los camiones de reparto cambiaron de marca en uno de los duelos comerciales más feroces.