Acompañados por el testimonio de dos grandes conversos, como lo fueron Guillermo Rovirosa y Julián Gómez del Castillo el Movimiento Cultural Cristiano ha realizado la Jornada de Espiritualidad desde el 1 al 4 de agosto, bajo el título: “La espiritualidad de encarnación de Guillermo Rovirosa en Julián Gómez del Castillo en el centenario de su nacimiento”.
Ante la proliferación de diversos planteamientos pseudo cristianos que pervierten la comprensión y vivencia del misterio de Dios; ya sea por desencarnarlo, confluyendo en un espiritualismo gnóstico; o bien, encarnando únicamente la voluntad humana sin Dios lo cual lleva a lo el Papa Francisco ha llamado un neopelagianismo. Guillermo y Julián nos recuerdan que únicamente en el amor a Cristo, la Iglesia y los pobres como principios estructurantes de la vida cristiana que se concretan en las virtudes de la humildad, pobreza y sacrificio se debe vivir un cristianismo de conversión que nos lleva a anunciar el Evangelio en todos los ámbitos de la existencia humana.
La espiritualidad de encarnación que nos han heredados, estos dos conversos, recuerdan especialmente para los laicos que en su vida no debe haber dualidad entre fe y vida, al menos si se quiere ser fiel al Señor. Por ello, la Encarnación del Hijo de Dios constituye el paradigma del bautizado desde donde debe orientar su relación con el mundo: viendo y escuchando (ver-cosmovisión) el clamor de los empobrecidos de las tierra que cada día son aplastados por las estructuras de pecado que promueven una cultura de muerte; analizando las causas de fondo de dichas injusticias (juzgar-corvisión) y no quedándose sólo en las consecuencias; planteando una acción solidaria (acción-encarnación) que los lleve a denunciar dichos males y promocionar estructuras de gracia, desde la asociación militante, que promocionen personal, ambiental e institucionalmente a la persona para crear un mundo justo, recapitulando todas las cosas en Cristo desde la caridad política.
Rovirosa y J. Gómez del Castillo nos han recordado que el cristiano debe hacer realidad la lógica de la trinidad: encarnación para la redención. Cristo y su Iglesia siguen siendo la única respuesta para todos los anhelos de liberación de una humanidad explotada, empobrecida, hambrienta, humillada y esclavizada que clama liberación.
¡Hasta mañana en el Altar!
P. Osmín S.