La Canasta Alimentaria Familiar (CAF) en Venezuela alcanzó en abril de 2025 el precio de 503,73 dólares, equivalente a 45 mil 335 bolívares, según el informe mensual del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Este monto representa un aumento en bolívares de 22,9% (8.457,36 bolívares) respecto al mes anterior. Sin embargo, en dólares, la canasta experimentó una caída de 4,4%, que representan 23,10 dólares menos, reflejando la volatilidad de la economía venezolana.
349 salarios mínimos para comprar una canasta alimentaria familiar
El informe destaca que el poder adquisitivo del salario mínimo continúa deteriorándose: apenas cubre el 0,3% del costo de la canasta alimentaria, lo que significa que se requieren casi 350 salarios mínimos mensuales para adquirir los 60 productos básicos que la conforman.
En términos diarios, se necesitan 11,62 salarios mínimos cada día, o 1.500 bolívares diarios, para cubrir la alimentación de una familia promedio.
El salario mínimo oficial, fijado en 130 bolívares mensuales (aproximadamente 1,44 dólares al tipo de cambio de Bs. 90 por dólar), resulta insuficiente ante el incremento sostenido de los precios.
La variación acumulada de la canasta en lo que va de año es de 65,36%, y la anualizada se ubica en 109,9%.
Alimentos siguen aumentando
Entre los rubros que más aumentaron destacan los pescados y mariscos (32,60%), carnes y sus preparados (31,41%), y café (18,85%). Otros productos como leche, quesos y huevos, grasas y aceites, frutas y hortalizas, también registraron incrementos de dos dígitos en sus precios.
Aunque el gobierno mantiene una política de bonos adicionales (45 para pensionados, 90 para jubilados y 130 dólares para trabajadores activos), estos ingresos no se consideran salario formal y no aplican para cálculos de prestaciones sociales ni otros beneficios laborales.
La situación evidencia el profundo desequilibrio entre los ingresos de la población y el costo real de la alimentación básica, que ya suman varios años agravando la inseguridad alimentaria y la precariedad de millones de familias venezolanas.
