Es un silencio cómplice. La guerra de Ucrania y la masacre de Gaza acaparan miles de titulares en los medios, y se colocan en medio de la contienda política cada vez más polarizada. Evidentemente, de estas dos guerras hay que hablar, tenemos que denunciar intereses y luchar por la paz de forma incesante.
Pero hoy se han olvidado las guerras de Sudán y la R.D. del Congo. Ni una sola imagen de la zona de Kivu Norte en los tabloides, ni en la prensa española. Ni una sola mención al robo de los minerales de sangre (oro, coltán, cobalto, cobre) con el apoyo de países como Ruanda. Ni un pequeño reportaje sobre Darfur o Jartum en Sudán, o las caravanas de personas abandonadas en las cunetas del desierto.
Sudán (según ACNUR) es el país con mayor número de desplazados del mundo: desde que comenzó la guerra, más de 9 millones de personas se han visto a salir de sus hogares, y se han refugiado en Sudán del Sur, Egipto, Chad o Libia.
La guerra desencadenada sobre todo en Jartum, el estado de Gezira y Darfur, entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (paramilitares) protagonistas del golpe de estado, y el gobierno del presidente Al Burán, están siendo alimentadas por distintos protagonistas.
Los primeros, reciben el apoyo de los Emiratos Árabes Unidos, que también patrocinaron en la Vuelta ciclista a España a un equipo UAE Team, pero de esto ni no se ha dicho nada. Las llamadas Fuerzas de Apoyo Rápido están dirigidas por Mohamed Hamdan Dagalo, que posee una inmensa fortuna amasada con la explotación del oro de Darfur. Darfur no ha tenido paz nunca. Las continuas razzias han favorecido el control de la explotación de oro estas décadas. Esta facción ha llegado incluso a reclutar a mercenarios colombianos.
Los segundos, el gobierno actual de Al Burán (Presidente y Jefe del ejército), tienen el apoyo de Egipto. Recordemos que el actual presidente sucedió a Omar al-Bashir, después de un cuarto de siglo de gobierno, pero acusado de corrupción y de generar un desastre económico en el país.
Los dueños de los medios de comunicación estiman qué guerras deben ser ocultadas, y cuáles son la menos “interesantes” de cara a la opinión pública o… publicada.
Sudán y la RD del Congo siguen siendo objetos de codicia de grandes intereses internacionales. Los minerales del capitalismo verde, el oro, el petróleo, el control de las rutas entre el Índico y Atlántico y un largo etcétera de intereses, son el gran atractivo de grupos armados y mercenarios de todo orden…
Estas dos guerras africanas han sido dadas de lado. Quizás para no tener una perspectiva global de los problemas. El ecosistema de los medios de comunicación sabe que polarizar sobre este u otro tema, multiplica las audiencias. Los algoritmos de muchas de las redes sociales hacen lo mismo.
Nosotros nos negamos a ocultarlas.
SOLIDARIDAD.NET
Nota:
Una «razzia» es una incursión o ataque sorpresa en territorio enemigo con el objetivo de saquear, obtener botín o capturar personas, aunque también puede referirse a una redada policial o raid de grupos paramilitares. El término proviene del francés «razzia», que a su vez deriva del árabe argelino «ġaziya» (algara), y hoy en día se usa para describir tanto actos de pillaje a gran escala como operaciones más específicas de la policía.
