Reino Unido: Cuando la venta de armas beneficia a los políticos

Mientras Boris Johnson fue Secretario de Asuntos Exteriores, autorizó ventas de armas con valor de aproximadamente 1.200 millones de libras a Arabia Saudí. Ahora se ha destapado una donación a su persona de 1 millón de libras.

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Mientras se proyecta el recorte de los servicios sociales, pensiones y sanidad en Europa, se descubren «jugosos» vínculos entre políticos y empresas de armamento. La fabricación de armas es un gran negocio montado sobre la sangre de los empobrecidos.

Como hemos dicho en muchas ocasiones, los pobres no quieren la guerra, pero como veremos en este ejemplo, los poderosos sí. Este keynesianismo armamentista que se disfraza de reindustrialización en su aportación a la sociedad europea, ofrece también pingües beneficios a aquellos que ostentan el poder directa o indirectamente en las grandes empresas.

El escándalo ha saltado en el Reino Unido. Boris Johnson recibió una donación de 1 millón de libras de parte de Christopher Harborne, un gran donante político según informó The Guardian. Harborne tiene inversiones en empresas militares / de tecnología militar, incluyendo QinetiQ, que provee drones, robots para desactivación de bombas, etc.

Johnson acompañó a Harborne en un viaje a Ucrania en 2023, se han filtrado documentos (“The Boris Files”) que muestran su relación y la participación de Harborne. The Guardian

Hay cuestionamientos sobre si esa donación se usó para apoyar actividades políticas o de empresa privada, y si pudo haber conflicto de intereses por la participación de Harborne en defensa militar.

  • Ventas de armas con licencia durante su mandato (ARABIA SAUDÍ)

Mientras Johnson fue Secretario de Asuntos Exteriores, autorizó ventas de armas con valor de aproximadamente 1.200 millones de libras a Arabia Saudí. Esto incluye municiones, misiles, componentes de aviones, etc. Fuente caat.org.uk

También se le ha criticado por licencias de exportación de armas del Reino Unido a países que no respetan en absoluto los derechos humanos.

En repetidas ocasiones hubo presión para que el Reino Unido detuviera ventas de armas a países como Arabia Saudí, por su implicación en el conflicto de Yemen. Johnson ha defendido que detener esas ventas podría mermar la influencia diplomática británica. Fuente⇒ The Independent+1