El abuso de las nuevas tecnologías está incrementando las complicaciones vasculares en las personas que utilizan estas modernas herramientas. Estos problemas -la mayoría tromboembolias- ya forman parte del llamado ´síndrome del ordenador´, que hasta ahora se circunscribía a problemas oculares y al síndrome del túnel carpiano (endurecimiento de los dedos, dolor en la muñeca, etc.)…
Fuente ABC
El abuso de las nuevas tecnologías está incrementando las complicaciones vasculares en las personas que utilizan estas modernas herramientas. Estos problemas -la mayoría tromboembolias- ya forman parte del llamado «síndrome del ordenador», que hasta ahora se circunscribía a problemas oculares y al síndrome del túnel carpiano (endurecimiento de los dedos, dolor en la muñeca, etc.)
Miguel Angel Santos-Gastón, cirujano cardiovascular y presidente de la Fundación para el Estudio y Prevención de Enfermedades de las Venas, asegura que las personas que pasan muchas horas ante el ordenador tienen un mayor riesgo de sufrir trombosis.
Hace unos meses, este especialista intervino el primer caso protocolizado de trombosis poplítea-femoral de otro médico «enganchado» a las nuevas tecnologías. Los factores de riesgo que concurrían en el paciente explican el desenlace de una trombosis en su sistema venoso, debido a que el estancamiento de la circulación de retorno se acentúa por el hábito de tener las piernas flexionadas cuando se permanece sentado.
Los candidatos a este síndrome suelen ser personas obesas, sedentarias, con varices y piernas hinchadas, así como las que padecen anemias, tienen insuficiencia en el retorno venoso, algunas con determinadas alteraciones genéticas y las mujeres que fuman y además toman la píldora. En cuanto a los profesionales expuestos a un riesgo más elevado, destacan los que trabajan en banca, los notarios, los abogados, los asesores fiscales, los registradores, los oficinistas, los informáticos o los periodistas de redacción.
En un artículo publicado en la revista «La Vena», el doctor Santos-Gastón recomienda a las personas que por su profesión o por sus aficiones permanecen varias horas seguidas ante el ordenador levantarse del asiento cada hora y caminar un minuto, así como mantener las piernas estiradas, nunca flexionadas hacia atrás. También comenta algunos ejercicios estáticos que favorecen la circulación, como apretar con fuerza los dedos de los pies y levantarlos apuntando hacia arriba, elevar los talones y apoyarse sobre los dedos, hacer flexiones subiendo y bajando de puntillas, movilizar el tobillo en sus tres posiciones o contraer los músculos de las piernas, muslos y glúteos.
Colocarse bien ante el ordenador evita problemas de salud
Tres de cada cuatro trabajadores de oficina tienen problemas de salud por su mala colocación ante la pantalla. Protegerse de los efectos negativos que el uso incorrecto de los ordenadores provoca sobre la salud de quienes trabajan con estas máquinas se ha convertido en uno de los grandes retos de los países económicamente desarrollados.
Según una encuesta realizada por el fabricante de monitores CTX, el 75% de los trabajadores europeos sufre problemas de salud a consecuencia de su mala colocación ante las pantallas.
La gama de dolencias es muy variada (patologías osteomusculares, fatiga visual o bloqueo mental) y se traduce en pérdidas en el rendimiento y bajas laborales que acarrean gastos multimillonarios a las empresas.
El dolor de espalda, la sensación de cansancio y las molestias oculares son las patologías más extendidas entre los trabajadores que pasan más de 40 horas semanales ante la pantalla.
Sin embargo, estos abultados perjuicios para trabajadores y empresas podrían evitarse poniendo en marcha una sencilla estrategia de conducta elaborada por los expertos en ergonomía.
El Gobierno de La Rioja ha recurrido a internet para demostrar a sus funcionarios que es posible descansar mientras se trabaja con el ordenador. Carlos Piserra, jefe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Gobierno autonómico, subraya que «resulta imprescindible que el trabajador conozca los riesgos que implica su trabajo ante el ordenador para solucionar eficazmente el problema».
Como medidas imprescindibles, el trabajador debe apoyar la espalda en el respaldo de su silla y subir o bajar ésta hasta que los codos queden colocados en un ángulo entre 70 y 115 grados. Los pies deben llegar al suelo y la distancia mínima a la pantalla debe ser de 40 centímetros. Es necesario un cambio de actividad de al menos cinco minutos por cada hora. La ubicación del teclado debe estar a la distancia justa para que los brazos formen un ángulo de 90 grados respecto al tronco y la pantalla ha de tener el borde superior a la altura de los ojos. Las mesas de trabajo deben disponer de una altura media de 70 centímetros y las sillas han de contar con dispositivos de altura regulable, respaldo que proteja la columna vertebral y ruedas.