El pasado seis de octubre tuvo lugar el juicio del Ayuntamiento de Santander contra tres miembros del Movimiento Cultural Cristiano por manifestar públicamente su oposición a la incautación de sus publicaciones solidarias por parte del Ayuntamiento.
El pasado seis de octubre tuvo lugar el juicio del Ayuntamiento de Santander contra tres miembros del Movimiento Cultural Cristiano por manifestar públicamente su oposición a la incautación de sus publicaciones solidarias por parte del Ayuntamiento.
¿Al servicio de quien está el Ayuntamiento? ¿dónde quedan sus compromisos con la sociedad, especialmente con los empobrecidos?. Parece ser que denunciar a las instituciones que nos representan por su falta de solidaridad, que plantearlas su responsabilidad por la existencia de hambre, esclavitud infantil, paro… es delito de injuria (tal era la acusación que aquél formulaba).
No, el verdadero delito es el que comete el Ayuntamiento desoyendo el clamor de los empobrecidos, obstaculizando la labor de las personas que desinteresadamente quieren hacerle llegar a nuestra conciencia y, finalmente, persiguiéndolas.
Lo cierto es que, mientras nos entretenemos con juicios amparados en la legalidad que nos hemos inventado, nos olvidamos de que otro juicio más grave se librará, el que medirá la vergüenza o desvergüenza que hayamos tenido, pues como dice Juan Pablo II «los pueblos del Sur juzgarán a los pueblos del Norte».
Carmen Durántez Areños
Valladolid