Creemos que se puede afirmar rotundamente que la esclavitud infantil es el mayor problema laboral y por tanto sindical actualmente en el mundo. Los niños representan más del 10 % del potencial de mano de obra estimado en unos 3.000 millones de personas. Teniendo en cuenta que en algunos países la tasa de paro adulto se sitúa entre el 20 y el 30 % …
Por Raquel Martinez y Rodrigo Lastra
Revista Autogestión nº54, julio 2004
¿Por qué?
Creemos que se puede afirmar rotundamente que la esclavitud infantil es el mayor problema laboral y por tanto sindical actualmente en el mundo. Los niños representan más del 10% del potencial de mano de obra estimado en unos 3.000 millones de personas. Teniendo en cuenta que en algunos países la tasa de paro adulto se sitúa entre el 20 y el 30%. Podemos imaginarnos el impacto social que podría tener en la mayoría de estos países la sustitución de mano de obra infantil por adultos en paro.
A nivel internacional, la problemática de niños forzados a trabajar, es llevada por la OIT, la organización del trabajo, no la UNICEF, organización de la infancia. Por todo ello, aparte de la dimensión económica, política y cultural de la esclavitud, es íntimamente ligado al paro forzoso, un problema fundamentalmente SINDICAL.
El Tribunal Internacional Independiente Contra el Trabajo Infantil, en Sao Paulo advertía que «el trabajo infantil crece y se desarrolla en el surco de los planes de ajuste estructural y de desregulación» y denunciaba a los gobiernos que «de palabra se declaran contrarios al trabajo infantil pero en los hechos destruyen el edificio de protección edificado durante más de un siglo para arrancar a los niños de las tenazas de la explotación»
Ésto, en la Historia, las organizaciones obreras de pobres, lo tuvieron siempre muy presente, desde la primera hora, y entre sus primeras reivindicaciones. Así tenemos múltiples ejemplos como en el programa de los grupos europeos de la primera AIT donde, en el 2º punto de su programa (el 1º punto es la desaparición de las clases sociales y la igualdad económica) afirma: “Quiere para todos los niños de ambos sexos, desde que nazcan, la igualdad en los medios de desarrollo, es decir, de alimentación, de instrucción y de educación en todos los grado de la ciencia, la industria y las artes convencida de que esto dará por resultado que la igualdad solamente económica y social en un principio llegará a ser también intelectual, haciendo desaparecer todas las igualdades ficticias.” . El propio PSOE, en su primer programa político, lanza entre sus puntos clave “ la abolición de la explotación a los niños”
Además eran plenamente conscientes, de que no se trataba de un problema local o regional, sino que su lucha era la de toda la humanidad. Con motivo del 1º de Mayo de 1890, la UGT lanza en el periódico El Socialista Nº 214 sus principales aspiraciones: “La reducción de la jornada de trabajo, contribuirá también poderosamente a disminuir el inmenso número de trabajadores inactivos forzosamente y arrancar de las fábricas a nuestras esposas e hijos, en fin disfrutar de 8 horas de reposo, y 8 horas de asueto que nos permitirán instruirnos, pensar, vivir, en una palabra, vivir como hombres y no como bestias, pudiendo cumplir de este modo con nuestros deberes hacia nosotros mismos y hacia nuestros semejantes.
Ante esta situación los trabajadores mismos, por un movimiento instintivo y en otros consciente, han tomado en sus manos la tarea de resolver este gran problema. (…)
Sin embargo, nosotros no ignoramos que esta cuestión ofrece marcadamente un carácter internacional. Los trabajadores del mundo civilizado aparecen hoy unidos en una aspiración común. He aquí ahora las medidas que tenemos que someter a vuestra representación, y que adoptadas por todos los países constituirán una nueva legislación internacional del trabajo:
1º limitación de la jornada laboral a un máximo de 8 horas para los adultos
2º prohibición del trabajo a los niños de 14 años, y reducción de la jornada a 6 horas para los jóvenes de 14 a 18 años”
Y esto era la tónica en todos los papeles de los primeros congresos de la UGT.
En las Colectividades campesinas de Aragón, en Grau, en plena guerra civil, uno de los primeros puntos que se acordó, fue: “Los niños serán objeto de especialísimo cuidado y del respeto de la colectividad. No trabajarán hasta los 14 años por ninguna razón ni excusa. Ha terminado la explotación del niño por los propios familiares obligados en otros tiempo, las más de las veces, por la miseria de los hogares en donde nacieran, a abandonar las tareas escolares antes de tiempo. Las madres y sobre todo las mujeres en trance de ser madres serán objeto así mismo de especial trato, sobre todo en el período de lactancia. Estarán relevadas de todo trabajo.”
En definitiva, vemos como la infancia, la lucha contra el trabajo de los niños, era una prioridad en las primeras organizaciones obreras de pobres.
¿Qué hacen hoy las organizaciones laborales? Socialburocracia, posibilismo y dejación de funciones
En el caso de España por otra parte, el sindicato UGT, denunció que los inspectores de trabajo descubrieron 500.000 casos de niños que trabajan ilegalmente. Hemos visitado a los principales sindicatos en Zaragoza, preguntándoles por la esclavitud infantil, y en concreto por la situación de España. En ambos tras hablar con varias personas, costó un tiempo hacerse entender, pues no sabían ni de que hablábamos. En UGT incluso nos negaron que existiera informe alguno, a pesar que lo tenía yo en la mano. En todos, nos remitieron a ONG´s.
En el X congreso de la CES (Confederación europea de sindicatos) celebrado en Mayo 2003 en Praga, no se hace ni una sola referencia al trabajo infantil, en ninguno de los acuerdos , ni en las propuestas, ni en los anexos, ni siquiera en el análisis que hacen de la situación laboral en Europa. En los estatutos ratificados en este congreso, ni se menciona el trabajo infantil o la esclavitud. De igual manera en diferentes reflexiones sobre los actuales problemas del sindicalismo, por parte de históricos como Nicolás Redondo o Zufiaur entre otros, se habla constantemente de la crisis que sufren los sindicatos en Europa, pero ni una palabra de los trabajadores que mueren de hambre en el mundo, y mucho menos de los niños. Quizá por eso estén en crisis permanente.
¿Cómo puede entenderse esta pasividad sindical ante hechos semejantes, como los expuestos? Se puede entender desde un sindicalismo español que se ha convertido en la mayor empresa estatal, con 200.000 liberados a sueldo, donde sólo el 8-9% del presupuesto de los sindicatos españoles provienen de la afiliación. El resto es de subvenciones estatales o de créditos financieros.
Tras la huelga General del 20 J del 2002, el gobierno le recordó en primera plana de los MCS españoles a la UGT, que debían 23.000 millones de pesetas (supondría el embargo absoluto de la UGT) al ICO (instituto de crédito oficial, dependiente del ministerio de economía). Deuda que arrastra desde 1993, tras el escándalo de la PSV.”Se podría ya ejecutar el embargo por impago, pero dentro de la política de mano tendida, se confía en que los próximos seis meses se encuentre una solución para la devolución del crédito” afirmaron fuentes gubernamentales cercanas a Rato.
Se entiende comprendiendo un sindicalismo que ha perdido su mentalidad revolucionaria, militante, por la burocracia y el posibilismo en el mejor de los casos. Un ejemplo ilustrativo, es observar la evolución de los lemas de UGT para el primero de mayo en los últimos 25 años:
«1976» Por la libertad sindical, ¡Viva la causa de la emancipación obrera! 1980 La UGT contra las causas del paro. 1982 Y tu ¿Cuántos sueldos cobras?. Contra las causas del paro, Solidaridad.1985 Todos contra el paro 1988 Por un compromiso de empleo 1989 Juntos podemos (UGT-CCOO) 1990 Por la propuesta sindical prioritaria 1996 Lo primero, el empleo1997 Ahora, Empleo estable 2001 Por el empleo estable, seguro y con derechos 2002 mejora la protección por desempleo 2003 Por la paz y el empleo, No a la guerra”
Un posibilismo que le lleva a CCOO a decir que: “Desde la posición occidental la solución pasa por la prohibición del trabajo infantil. Sin embargo, la sola prohibición en algunos casos puede empeorar la situación de la infancia trabajadora que necesita alternativas a esa situación. Ante el trabajo infantil no se pueden aportar soluciones fáciles y descontextualizadas de la realidad de los países del Sur”.
Por otra parte, la legitimidad reconocida en otros tiempos a los sindicatos cuando se presentaban como los representantes de los débiles, ha sido sustituida por la de defensores de los intereses corporativos. Recordamos con horror que la última manifestación celebrada en EEUU pidiendo la continuación de la guerra de Vietnam estaba convocada por un sindicato. O el caso reciente de los sindicatos agrarios españoles y la miel exportada de China, o la minería inglesa y el carbón de Colombia. El corporativismo, hace que se instrumentalice la explotación de los niños para sus propios intereses.
Es entristecedor, como el robo Norte-sur, el abismo de la desigualdad, también tiene su reflejo en el plano sindical. La insolidaridad, tiene en el sindicato, en el campo de los trabajadores, su cara más amarga. Así queda reflejado, en la palabras del secretario general de la ORIT (la sección Iberoamericana de la CIOSL): “La brecha entre el norte y el sur en términos de satisfacción de las necesidades básicas es insostenible, demasiado grande, inmoral y poco solidaria.. Y no hay una compresión en el sindicalismo del Norte de que esto es así (…) en un mundo globalizado se necesita una acción sindical global y no se va a conseguir esa acción a menos que exista una mayor solidaridad entre los trabajadores del Norte y el Sur.
Así el testimonio de un sindicalista del sur:Aunque no se hable de ello en vuestros periódicos, en el Sur hacemos nuestras luchas para conseguir que nos traten de forma más justa. Pero los resultados que obtenemos son escasos porque nos movemos en un contexto de grandes dificultades. En muchos países los sindicatos no pueden organizarse y está prohibida la huelga.
Además cada huelguista puede ser reemplazado en cada momento por parados deseosos de trabajar aunque solo sea una hora. Y si la lucha se generaliza los patronos pueden recurrir siempre que quieran a las máquinas.
El sistema sin embargo no puede permitirse el lujo de prescindir del consumidor por que es absurdo producir sin tener alguien a quien vender. Pero si dejases de comprar a ciegas podrías convertir cada una de tus compras en un momento privilegiado para cambiar el mundo.
Hubo un tiempo en el que las manifestaciones del primero de mayo estaban encabezadas por niños. Si queremos ser honestos en la globalización ¿Para cuando los convenios colectivos de ámbitos de empresa multinacional, que permitan la lucha conjunta de los trabajadores del Norte y el Sur? ¿Para cuando la huelgas de solidaridad?. Sólo será posible, el día que los sindicatos del Norte abandonen sus posturas victimistas, miren a los millones de hermanos trabajadores explotados, y descubran su gran responsabilidad.
¿Qué hacen los partidos políticos? La esclavitud infantil no existe
Cuando atendemos al posicionamiento de los partidos políticos ante el gran drama que estamos tratando, no hay grandes diferencias entre los partidos de los países enriquecidos y los países del Tercer mundo. La esclavitud infantil no existe. Las elecciones del 14-M nos han dado la oportunidad de reflejar aquí hecho recientísimos. A pesar de los 500.000 niños que trabajan forzosamente en España, la esclavitud infantil no existe, ni siquiera en Campaña Electoral. Revisando los programas electorales casi no hemos encontrado mención al tema.
El programa del PP únicamente nombra la lucha contra la pobreza en la pág. 331, situándola como una prioridad en la política exterior española, y promulgando la bondades de una conexión directa y de efectos positivos entre cooperación-desarrollo-comercio-inversión
El programa PSOE en la pág. 89 describe un epígrafe “Garantizar los derechos de la Infancia”, en el cita simplemente la intención de articular medidas de protección contra todo tipo de explotación laboral, incluida la de los niños y niñas artistas. Afirma que es un problema de vital importancia, pero lo pone al final de su programa.
En las propuestas de cooperación de IU ¡Ni una palabra del Hambre, de la esclavitud infantil (a pesar de dedicar un capítulo entero al trabajo)!En la pág 98 ( el programa tiene 99) afirma que es una prioridad luchar contra la pobreza, con un refrito de propuestas tópicas (tasa Tobin , 0,7, AOD…). De ocho capítulos, dos enteros a ecologismo, otro a la libertad sexual, reclamando la libre reasignación de sexos, y ni uno sólo a la infancia , o a los hambrientos.
De nuevo las palabras de Jean Guitton siguen siendo realidad “se habla hoy de todo, y se calla sobre lo esencial”
Si miramos a los países del Tercer Mundo, el panorama no varía. La hipocresía al poder Fernando Collor de Mello, el 1º presidente brasileño tras la dictadura, declaró en 1990 que la solución del problema de los niños era una “prioridad nacional” El entonces Ministro de Sanidad, Alceni Guerra, recibió el título adicional de Ministro de los niños. Pero el nuevo departamento sólo contaba con un funcionario y en enero de 1992 Guerra fue destituido por un escándalo de corrupción. Collor no nombró un nuevo Ministro para este cargo hasta medio año después.
En otras ocasiones el silencio cómplice y la pasividad de los políticos alcanzan la frontera de la permisividad y el consentimiento. Héctor Ramírez Cuellar investigó el tráfico de niños cuando era diputado en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal. Se formó una comisión de investigación que encontró pistas que conducían hacia la frontera con EEUU. Visitaron Tijuana, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo. Su conclusión: Hay tráfico de niños para adopciones ilegales, prostitución, pornografía y comercio de órganos (…) Cuando hablo con el alcalde de Tijuana y le contó lo que había descubierto su respuesta fue muy directa: Mejor ni lo mueva por que puede perturbar el turismo.
El Tribunal Internacional Independiente Contra el Trabajo Infantil, en Sao Paulo advertía que «el trabajo infantil crece y se desarrolla en el surco de los planes de ajuste estructural y de desregulación» y denunciaba a los gobiernos que «de palabra se declaran contrarios al trabajo infantil pero en los hechos destruyen el edificio de protección edificado durante más de un siglo para arrancar a los niños de las tenazas de la explotación»