MISCELÁNEA ELOCUENTE

1990

Reflexión sobre Canal Plus en abierto, el Consejo Escolar del Estado que ha denunciado los acuerdos del Estado con la Iglesia católica, sobre el terrorismo y las elecciones europeas

Por Ramón Pi
La Gaceta de los Negocios
19/02/2005

Teresa Fernández de la Vega trató de justificar una probable licencia al Canal Plus para emitir en abierto diciendo que si se le preguntase a la gente si quiere el Canal Plus en abierto, la respuesta sería sí. Como si no supiera que dejaría de ser un canal sin publicidad, y que el fútbol y las películas buenas se irían —de pago— al canal por satélite. O sea, que no sería el Canal Plus en abierto, sino el cierre de un Canal Plus que ya estorba al de satélite, y el regalo de un canal en abierto al grupo Prisa. ¿A quién toma esta señora por idiota?

El Consejo Escolar del Estado ha aprobado por un voto de diferencia pedir al Gobierno que denuncie los acuerdos del Estado con la Iglesia católica. Toda una sintonía con la mayoría que quiere clase de religión para sus hijos en la escuela pública. Entre los líos con las víctimas del terrorismo y la guerra a los católicos, se le está amontonando el trabajo a Gregorio Peces-Barba, me parece.

Rodríguez declara que está dispuesto a «arriesgar» para lograr «la paz» en el País Vasco. Arriesgar, ¿qué? ¿La vida de policías, de guardias civiles, de militantes del PP y de su propio partido? ¿Va a negociar con los asesinos? ¿Lo está haciendo ya?

En la cuartilla que acompaña las papeletas del referéndum que envían a casa de los votantes se dice que «el Tratado consta también de 36 protocolos y dos anejos, que forman parte integrante del mismo. Su voto afecta a la totalidad del texto». En estos textos se determina que el «Presidium» (Giscard y los otros no elegidos por nadie, y que se perpetúa a sí mismo) es el intérprete exclusivo de la «Constitución», con capacidad de obligar a jueces y tribunales nacionales y europeos. Abstente, o vota no. Pásalo.