Juan Pablo II ha dicho de la teología de la liberación: «la teología de la liberación es útil y necesaria». No ha sido condenada la teología de la liberación. La prensa no recogió las palabras de respuesta a las críticas que le dirigía la señora Edwig Wasser al Santo Padre en Utrecht en el año 1985, porque no estaban contenidos en su discurso. Juan Pablo II con gran sencillez y en tono de confesión íntima respondía (dejando a un lado el discurso preparado) sobre la acusación de haber sido injusto con los teólogos de la liberación: «No se ha condenado la teología de la liberación, sino que se han indicado una serie de errores y desviaciones de la auténtica teología de la liberación evangélica. El Papa ha indicado estos errores junto con los propios episcopados. Este servicio no es agradable a los ojos de los hombres y hace sufrir primero al que le toca hacerlo, pero es esencial a su servicio a la Iglesia, la corrección fraterna es un deber, y a mi me toca animar y consolar, corregir y confirmar, construir la unidad, sino no sería fiel al encargo recibido». ¿Por qué silenció estas palabras la prensa diaria y TVE?
Fuente: Solidaridad.net
El Padre de la Teología de la Liberación,(aunque hay diferentes teologías de la liberación, algunas de caracter marxista), es Gustavo Gutierrez. En una entrevista recogida en Solidaridad.net afirma: «El Papa demostró lucidez y coraje al enfrentarse a la invasión de Irak»… «A veces los medios de comunicación hablan de condenaciones que jamás han existido. Roma está llena de personas y hay opiniones discrepantes. Yo también discrepo de otras teologías. Las mayores dificultades no están en la iglesia, sino en la sociedad latinoamericana, en los poderes militares, políticos y económicos de América Latina. Ésos son los que han provocado las muertes de centenares de cristianos comprometidos con los pobres…
Y Cuando le preguntan ¿Qué admira del Papa?. Gustavo Gutierrez responde:
«Su energía . También admiré muchísimo que en ese enorme cansancio que tenía, fue la persona en Occidente que más se enfrentó a la posibilidad en ese momento de la invasión de Irak. Lo que muestra lucidez y coraje. Porque no es fácil hacer ese enfrentamiento ante poderes políticos tan importantes. Y la opción preferencial por el pobre es una reflexión y una frase que él ha repetido muchas. O sea que la preocupación por su salud es grande. Y la admiración por su coraje también. Es un momento difícil, diría yo, personalmente para él, y de alguna manera para la Iglesia, dada esa debilidad del Papa».
El 12 de mayo de 2003 la BBC preguntaba a Gustavo Gutierrez: El papa Juan Pablo II parece renuente a aceptar esta corriente [de la liberación]. Hasta hoy no parece gustarle la idea de un «sacerdote-político» Y esta fue su respuesta:
A mí tampoco. Porque lo que la teología de la liberación busca no es un sacerdote político, sino rescatar que en el mensaje mismo de Jesús está contenida la transformación de la sociedad para que sea más justa. En cuanto al Papa, diría que la opción preferencial por los pobres, que es el corazón de la teología de la liberación, ha sido algo que Juan Pablo II ha mencionado muchas veces en sus discursos.
Desde posiciones políticas de derechas y de izquierdas se empeñan en desprestigiar su mensaje señalando que la solidaridad-limosna es lo esencial del mensaje de Juan Pablo II y no dicen una palabra de sus condenas al Imperialismo, del que el Pontífice habla en 14 ocasiones solamente en la encíclica «Sollicitudo Rei Socialis». Plantearse solidaridad sin plantearse el desmontaje del imperialismo es, cuando menos, un pecado de ignorancia. Sin plantearse el cambio de las estructuras imperialistas que someten el mundo, a las que también Juan Pablo II llama «estructuras de pecado» no se puede ser fiel al mensaje de la Iglesia. Parece evidente que el imperialismo no podrá asumir Iberoamérica sin romper su unidad de Fe católica y, mucho menos, después de la doctrina frente al imperialismo sostenida por Juan Pablo II, aunque silenciada por la mayoría de los cristianos. Ante un fenómeno social importante, debemos pensar con el adagio policial «mira quien se beneficia de esto y estarás en la pista de quien lo provoca». Aquí esta la importancia de las sectas para los poderosos de nuestra sociedad. «Divide y vencerás» dicen hoy los conglomerados transnacionales siguiendo la estratagema napoleónica. Es la forma de frenar a la Iglesia comprometida en la liberación de los pobres.
No olvidemos que Juan Pablo II no ha condenado la teología de la liberación,(aunque EL PAIS y TVE insistentemente por intereses bastardos le pongan enfrente de la teología de la liberación, especialmente estos días que el mundo llora su muerte)
Juan Pablo II ha dicho de la teología de la liberación:
«la teología de la liberación es útil y necesaria».
Otra cosa es la politiquería y la instrumentalización ideológica de los pobres. La emancipación de los pobres es cosa de los pobres, ya nos enseñaba Juan XXIII. Si la liberación nos es obra de ellos la historia nos enseña que traerá más cadenas.
No ha sido condenada la teología de la liberación. La prensa no recogió las palabras de respuesta a las críticas que le dirigía la señora Edwig Wasser al Santo Padre en Utrecht en el año 1985, porque no estaban contenidos en su discurso. Juan Pablo II con gran sencillez y en tono de confesión íntima respondía (dejando a un lado el discurso preparado) sobre la acusación de haber sido injusto con los teólogos de la liberación:
«No se ha condenado la teología de la liberación, sino que se han indicado una serie de errores y desviaciones de la auténtica teología de la liberación evangélica. El Papa ha indicado estos errores junto con los propios episcopados. Este servicio no es agradable a los ojos de los hombres y hace sufrir primero al que le toca hacerlo, pero es esencial a su servicio a la Iglesia, la corrección fraterna es un deber, y a mi me toca animar y consolar, corregir y confirmar, construir la unidad, sino no sería fiel al encargo recibido». ¿Por qué silenció estas palabras la prensa diaria y TVE?