Arzobispo de Denver exige respeto para indocumentados iberoamericanos en EEUU

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Para el Prelado, la situación no justifica que funcionarios públicos y comentaristas en los medios locales usen el asesinato de un detective para «promover su propia posición anti-inmigrantes. (De estas palabras podrían tomar nota los señores de la COPE, especialmente el señor Jiménez Losantos…)

DENVER, 31 May. 05 (ACI).-El Arzobispo de Denver, Mons. Charles Chaput, exhortó a los estadounidenses a respetar a los latinos indocumentados e indicó que no hacerlo podría generar una «receta para problemas».

En una columna publicada por el diario Rocky Mountain News, Mons. Chaput manifestó que no se debería usar el homicidio del detective Donald Young como excusa para atacar a los hispanos o ir contra los indocumentados.

El detective Young murió de un balazo en la espalda la madrugada del domingo 8 de mayo. Su muerte ha generado revuelo en la localidad ya que el principal sospechoso es un indocumentado mexicano de nombre Raúl García.

«El enojo contra los grupos no sirve a la causa de la justicia. Esa clase de ira solamente socava nuestra propia dignidad y casi deja de lado el sentido común», señaló el Arzobispo que calificó la muerte del detective como «un doloroso momento en Colorado», y consideró que la probable huida del asesino «a México empeora las cosas».

Para el Prelado, la situación no justifica que funcionarios públicos y comentaristas en los medios locales usen el asesinato de Young para «promover su propia posición anti-inmigrantes», ni decir que «lo único ‘bueno’ que resultará de la muerte del policía sería el arresto de indocumentados. Tal reacción no corresponde al carácter bondadoso y generoso de la gente de Colorado».

«La gran mayoría de los inmigrantes hispanos indocumentados en Estados Unidos – prosiguió– nunca ha cometido un crimen violento, ni tiene el deseo de socavar el bien común, sino de contribuir vitalmente a la prosperidad del país. Aprovecharse de su trabajo, y después acusarlos por estar aquí, es una forma totalmente indigna de hipocresía».

El Arzobispo recordó a los católicos que la Iglesia reconoce el derecho de las personas a emigrar de su país para buscar una vida mejor. «No tenemos permiso de maltratar a nadie, tengan o no tengan papeles. La gente tiene su dignidad como seres humanos y sus derechos de parte de Dios, que nos creó a todos, aunque no todos lo encuentren conveniente», concluyó.