Giscard d´Estaing y los dinosaurios

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Valéry Giscard d´Estaing fue ministro de Finanzas con De Gaulle. Luego, Valéry colaboró con Pompidu y en 1974, fue elegido presidente de la República. El antropófago Bokassa, autonombrado emperador de África Central, estuvo protegido por su amigo Valéry…

valéry y los dinosaurios

WENLEY PALACIOS
06/6/2005

Valéry Giscard d´Estaing fue ministro de Finanzas con De Gaulle, pero en el referéndum de 1969 pidió el voto contra él general que perdió y dimitió, retirándose de la política. Luego, Valéry colaboró con Pompidu y en 1974, fue elegido presidente de la República. Él iba de tecnócrata de élite, pero se le conocía como monsieur le roi. El antropófago Bokassa, autonombrado emperador de África Central, estuvo protegido por su amigo Valéry, a quien ayudó a implantar el nuevo colonialismo en África, al estilo napoleónico. El caníbal le regaló fabulosos diamantes y cuando se supo Giscard perdió la reelección. Durante su presidencia Chirac fue primer ministro dos años.

Ahora ha conseguido que Valéry dirija la redacción de eso que llaman Constitución Europea en la que, como alto grado de la masonería, impidió cualquier referencia a las profundas raíces cristianas de los europeos. Ha sido rechazada por franceses y holandeses en referéndum. Todos queremos estar en Europa, pero no con ese bodrio. No es una Constitución, porque carece de división de poderes y prefectos contrapesos entre ellos. Solo es una intentona de ciertos políticos para controlar a los demás países europeos, para su gloria particular, Chirac se apoyaba en Schröder para tratar de hacer realidad su ilusoria grandeur comandando a 400 millones de europeos, en oposición a Estados Unidos.

El Parlamento de la Comunidad Europea, carece de funciones democráticas, no es un poder legislativo. Sólo es un cementerio de dinosaurios a donde envían, cobrando magníficos sueldos y dietas, a políticos que estorban en su respectivo país. El tribunal tiene prácticamente cerrado el acceso de los ciudadanos. La Comisión de Bruselas es un cuerpo de tecnócratas de élite, que maneja el dinero y fabrica esas directivas, luego aprobadas por los primeros ministros más influyentes, que imponen a los demás países. Franceses, alemanes y holandeses han sido pioneros en pegar la patada al tablero. Están hartos de pagar los sueldos de dinosaurios y de funcionarios de élite que se perpetúan a sí mismos y solucionan pocos problemas reales.

Los ciudadanos aceptan que en Europa quepan todos desde el Atlántico hasta la frontera con Rusia, pero cuando se habla de Turquía, la opinión cambia. Francia, Holanda y Alemania, como ahora España, están saturadas de inmigrantes, árabes, turcos y de otras procedencias; la solución no es la proliferación de una inmigración incontrolada. Tampoco entienden la apertura de las fronteras europeas a los productos, de países como China, fabricados por personas, a veces niños, en condiciones infrahumanas, sin seguridad social y con salarios de hambre, todo lo más salarios de arroz, que hacen una competencia ilícita a los productos europeos. Están hartos de que haya tanta protección a los políticos y tan poca policía en los barrios, abandonados en manos de pandilleros.

Solo el 24,35% de los votantes holandeses han dado el . La participación francesa también fue alta, por lo que, a pesar de perder, han optado por el el 31,474% de los votantes franceses. No se entiende de qué presume ZP, cuando en su referéndum solamente obtuvo el sí del 31,286% de los votantes españoles. La mayoría lo ignoró, el 57,68% no fue a votar.

Nadie quiere salir de la Comunidad Europea, pero habrá que pensar otras formas de cohesionar a los europeos. El eje perdedor franco-alemán que encandila a nuestro presidente, ha sido maltratado por sus votantes; sin embargo, quienes acompañaban a Aznar en las Azores han cosechado los votos mayoritarios de sus conciudadanos, tanto Bush, como Blair y Barroso. En el Tratado de Niza vigente, gracias a la política exterior del PP, España tiene mayores ventajas que otorgaba la mal llamada Constitución, que franceses y holandeses han mandado al carajo y allí se va a quedar, según los pronósticos más fiables.