Uganda. Exitosa Experiencia contra el SIDA

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Uganda es el único país del mundo que ha rechazado en general la falsa ´solución´ del preservativo para combatir el SIDA. Durante los últimos 20 años, Uganda ha sido la única nación cuyo índice de SIDA ha disminuido en un 75%: del 28% de la población en 1991 a menos del 7% hoy en día.


Fuente: www.vidahumana.org

Uganda es el único país del mundo que ha rechazado en general la falsa «solución» del preservativo para combatir el SIDA. A pesar de las malas lenguas que difunden una información equivocada, Uganda está ganándole, lenta pero ciertamente, la batalla al SIDA. Ningún otro país del mundo puede decir eso. Durante los últimos 20 años, Uganda ha sido la única nación cuyo índice de SIDA ha disminuido en un 75%: del 28% de la población en 1991 a menos del 7% hoy en día (1).

Los ugandeses han logrado este éxito por medio de la simple aplicación del Evangelio a la vida y el sentido común: la continencia antes del matrimonio y la fidelidad dentro de él. Esta es la única manera eficaz de controlar esta pandemia, la cual se difunde por medio del comportamiento humano equivocado.

Durante el XV Congreso Internacional sobre el SIDA, celebrado en Bangkok, en julio del 2004, el Presidente de Uganda, el Honorable Yoweri Yuseveni, explicó en términos muy directos y claros cómo en su país se le está ganado la batalla al SIDA. A pesar de ello, su mensaje fue objeto de una crítica de épicas proporciones por parte del lobby del preservativo y de organizaciones internacionales que difunden como una propuesta el condón. Sin embargo, el pequeño país africano es, por definición, el David que vence al gigante Goliat, y le está demostrando al mundo que sus habitantes son más grandes que esta gigantezca plaga mortal.

En realidad no me sorprende esta victoria que Uganda está logrando. Esta nación del África Oriental fue el escenario de uno de los testimonios más heroicos de la castidad cristiana de la historia de la Iglesia. Ocurrió en los 1880, poco después que los Padres Blancos comenzaron la evangelización de esa región del continente. El rey de Uganda en aquel entonces, Mwanga, además de ser adicto al homosexualismo, quería por todos los medios erradicar el cristianismo de su país. En 1886, intentó seducir a 15 pages cristianos que estaban a su servicio. Todos ellos tenía por mentor a San Carlos Lwanga y bajo su liderazgo se negaron a sucumbir ante este mal. Uno de ellos fue decapitado, a otro le atravezaron el cuello con una lanza, a otro, su propio padre, que era el verdugo principal, lo mandó a ejecutar por medio de un golpe mortal en la cabeza. Algunos fueron destrozados por medio de machetes o golpeados con porras y abandonados a la muerte en un charco. Al resto los quemaron vivos en una inmensa pira durante la Fiesta de la Ascención, el 3 de junio de 1886. Mientras llevaban a estos últimos al martirio, el rey ordenó a los hechiceros de la corte que cantaran encantamientos satánicos y que tocaran los tambores de guerra, para intimidarlos. Pero estos extraordinarios jóvenes estaban decididos a no claudicar frente al mal cantando canciones cristianas e invocando el Nombre de Jesús. Con todo derecho, por lo tanto, es que estos heroicos mártires son los patronos de los movimientos a favor de la castidad en todas partes. Plantaron la semilla de la castidad cristiana en lo más profundo de esta fértil tierra africana. Sus imágenes se encuentran por doquier en este país, que es predominantemente cristiano y católico.

El programa nacional de Uganda contra el SIDA se llama ABC (por sus siglas en inglés). La «A» signifca «Abstente antes del matrimonio», la «B» significa «Sé fiel en el matrimonio»2 y la «C» significa «Utiliza un condón». Sin embargo, ¡solamente la «A» y la «B» dan resultados! La pureza del programa y su mensaje de castidad quedan comprometidos por la acceptación de los preservativos por parte de los grupos que están en riesgo de infectarse, como las prostitutas. Pero esta parte del programa parece ser una componenda ante las organizaciones del control demográfico del mundo «rico» occidental, que condicionan su ayuda económica a la aceptación de los preservativos.

Sin embargo, el verdadero éxito de la campaña de Uganda radica en una mezcla muy singular de instituciones y mensajes que funcionan juntos para el bien de la gente. El gobierno y su sistema de salud, las iglesias, sus ministros y sus escuelas se han asociado en la lucha contra el SIDA durante los últimos 20 años. El Presidente Yuseveni y su esposa Janet son defensores del mensaje de la castidad y abordan el asunto de manera directa. Con una franqueza poco común para un político, el Presidente Musevi se hace eco de forma resumida y sin ambages del mensaje que proclaman todas las instancias culturales y religiosas de Uganda, y les dice tanto a jóvenes como a viejos: «Si usan un preservativo, morirán». ¡Eso sí que es un mensaje claro!»

La abstinencia y la fidelidad han penetrado tan profundamente en la mentalidad de la gente -y del gobierno- que se han convertido en expectativas culturales y políticas aunque cambiase el gobierno.

A pesar de que los católicos constituyen la tercera parte de la población de Uganda, han tenido un efecto positivamente desproporcionado en el resto de la cultura ugandesa, debido a la formación que han recibido y a la coherencia de su mensaje sobre la castidad.

El portal de VHI, www.vidahumana.org, tiene abundante información sobre el falso mensaje del preservativo en: www.vidahumana.org/vidafam/sida/sida_index.html.

Notas:

1. Estas cifras provienen de la conocida Hermana Miriam Duggan, quien se ha involucrado de lleno en la lucha contra el SIDA en Uganda desde el comienzo. Hay otras estadísticas que difieren un poco de las suministradas por la Hermana Duggan: el CIA Factbook informa que solamente el 4.1% de la población adulta del país tiene SIDA.

2. En inglés, el modo imperativo del verbo «ser» comienza con «b» («be»).