Telecinco: Zapatero pidió a Berlusconi la cabeza de Vasile

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Por afirmar que ceder ante Polanco y abrir Canal Plus ´sería como un golpe de Estado´. Revela Elconfidencial.com que Rodríguez Zapatero pidió a Silvio Berlusconi el cese fulminante de Paolo Vasile, como represalia por estas declaraciones concedidas al diario El Mundo el 14 de febrero pasado, en las que el consejero delegado de Telecinco criticaba duramente la posibilidad de que Canal Plus vaya a emitir en abierto.

Periodista Digital
Martes, 21 de junio 2005

Es una noticia explosiva y si se confirma reforzaría de modo abrumador la tesis de que El Gobierno Zapatero está decidido a controlar en corto los principales medios de comunicación. Revela Elconfidencial.com que Rodríguez Zapatero pidió a Silvio Berlusconi el cese fulminante de Paolo Vasile, como represalia por unas declaraciones concedidas al diario El Mundo el 14 de febrero pasado, en las que el consejero delegado de Telecinco criticaba duramente la posibilidad de que Canal Plus vaya a emitir en abierto.

La frase clave fue: «Si el Gobierno cede y le da un canal en abierto a Polanco, sería como un golpe de Estado».

Esa frase servía de titular a la entrevista que Vasile concedió a la periodista Esther Esteban un día antes de que el Congreso empezara a debatir la llamada Ley de lo Audiovisual. Pocos días después, en una entrevista concedida a Punto Radio, Zapatero replicó con dureza: «Ese ciudadano italiano debe moderar sus términos».

Según ElConfidencial.com, Zapatero no se quedó ahí. Afirma el diario online que dirige Jesús Cacho que el presidente de Gobierno encargó la tarea de meter en vereda a Vasile al propio Felipe González, quien viajó a Roma con una doble misión: hacer patente el malestar de su Gobierno con las manifestaciones del ciudadano italiano, responsable de la gestión de una cadena de televisión de concesión pública y capital mayoritariamente italiano. Telecinco está participada con el 50,1% por el Grupo Mediaset, propiedad del político italiano.

Parte del encargo era pedir la cabeza de Vasile, por lo que Moncloa consideraba una intolerable intromisión en asuntos internos de un país amigo.

De acuerdo con Elconfidencial.com, que afirma haber confirmado el viaje de González a Roma y el encuentro posterior, Berlusconi, «acostumbrado a torear en las plazas más difíciles», dio a su amigo español una larga cambiada, asegurando que no tenía por costumbre inmiscuirse en la gestión de sus empresas y mucho menos en su línea editorial, como probaba las críticas, a menudo acerbas, de que él mismo es objeto en los propios medios que controla y, particularmente, en sus televisiones.