Este movimiento está compuesto por empobrecidos: familias con parados de larga duración, deshauciados por no poder pagar las facturas, inmigrantes, mendigos sin pensión… En Brasil se habla que el siglo XX fue de los Sin Tierra, y el XXI será de los sin Techo…
SOLIDARIDAD.NET
29-06-2005
Sao Paulo. Avenida Prestes Maia: lugar donde se oganiza el Movimiento de los «Sin Techo» en Brasil. Lejos del prototipo de okupa europeo, este movimiento está compuesto por empobrecidos: familias con parados de larga duración, deshauciados por no poder pagar las facturas, inmigrantes, mendigos sin pensión… En Brasil se habla que el siglo XX fue de los Sin Tierra, y el XXI será de los sin Techo. Getúlio Veloso es uno de los habitantes más carismáticos del edificio Prestes Maia. Declara: «Nuestra constitución recoge el derecho a una vivienda digna pero cada vez hay más gente en la calle», y continúa: «Este piso es el de las viviendas provisionales. Son 22 pisos para 488 familias. Limitamos el número de habitantes y ponemos unas leyes estrictas». En el cuartel general de los Sin Techo no se puede salir por la noche a no ser que sea para trabajar. Están prohibidas las drogas, las armas y la cachaça, un aguardiente de Brasil. «No podemos permitir el desorden. Todas las peleas y el único asesinato que hubo fueron por culpa de la cachaça», afirma Getúlio. Los habitantes del edificio Prestes Maia no están desorganizados: pagan al mes 20 reales (unos 6 euros) para el mantenimiento del edificio. En cada «comuna» se ofrecen talleres de danza, alfabetización, teatro, capoeira, grafiti y música, de manera gratuita. Concretamente, en Prestes Maia hay además un servicio de venta social de ropa, a 0,40.-€ la prenda.
Maria Jaira Coelho Rodrigues, coordinadora del MSTC, dice: «Este edificio era la antigua Compañía Nacional de Tejidos. Aunque tiene dueño, está abandonado desde 1986. Ahora simboliza nuestra lucha», afirma Maria Jaira. El Movimiento de los Trabajadores sin Techo es la versión urbana de los Sin Tierra (MST). «El siglo XXI es urbano y las ciudades están cada vez más superpobladas», añade Maria Jaira. Según Getúlio, nadie está a salvo de caer en el precipicio del desamparo desde el ático del bienestar. Sao Paulo es una ciudad en la que se clavan gigantescos rascacielos, verdaderas moles de hormigón. Pero también de infraviviendas: 2.018 favelas, 1,5 millones de habitantes viviendo en asentamientos irregulares (5 millones de habitantes viviendo en asentamientos irregulares) y 10.000 mendigos «oficiales». Esta ciudad cuenta con diez millones de habitantes, ocho más si se tiene en cuenta su zona metropolitana.
El MSTC se originó en Sao Paulo, pero está extendiéndose a Río de Janeiro, Recife, Belem y Belo Horizonte, aunque todavía no cuenta con el nivel organizativo del MST. Según Maria Jaira, se calcula que está integrado por unas 100.000 personas, y todas las semanas se producen varias ocupaciones, aunque no sin dificultades: en noviembre de 2004, José Serra, del PSDB (Partido de la Socialdemocracia Brasileña) gana las elecciones municipales y declara la guerra al MSTC, promoviendo muchos desalojos. En Recife, el pasado mes de febrero, la policía mató a dos «sin techo» en Goiania durante el desalojo de un terreno, y el 7 de marzo, los sin Techo de Sao de Paulo invadieron un edificio perteneciente a la Secretaría Municipal de Vivienda y Desarrollo Urbano, durante el que hubo varios heridos. Después de una batalla campal de piedras, el secretario Orlando de Almeida Filho recibió a los representantes de los Sin Techo, aceptó un escrito con sus peticiones y elaboró una agenda, pero ¿cuántas ocupaciones, cuántas manifestaciones, cuántos enfrentamientos harán falta para que el problema habitacional de Brasil se resuelva?