La ONU ha suspendido temporalmente las ayudas a Uganda tomando como excusa una presunta ´mala gestión´ por parte del Ministerio de Salud ugandés. Todo parece apuntar que el objetivo real es presionar a Uganda y obligarle a modificar su estrategia en la lucha contra el SIDA, basada en promover la abstinencia y la fidelidad y que, a pesar de los éxitos cosechados, no es vista con buenos ojos por los responsables de la ONU.
7 de septiembre de 2005
Hazteoir.org
El Fondo Mundial de la lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, dependiente de Naciones Unidas ha suspendido temporalmente las ayudas a Uganda. La justificación esgrimida es la «evidencia de mala gestión por parte de la Unidad de Gestión de Proyectos perteneciente al Ministerio de Salud de Uganda».
Uganda recibía ayuda de Naciones Unidas a través del Fondo Mundial para 5 planes, dos destinados a la lucha contra el SIDA, dos destinados a combatir la malaria y un plan contra la tuberculosis. Pricewaterhouse Coopers (PWC) ha realizado una auditoría únicamente de uno de los cinco planes. La auditoría ha puesto de manifiesto, según Naciones Unidas, «una monitorización y contabilización inadecuada de los gastos»… «así como inadecuada documentación y explicación de gastos realizados». Naciones Unidas reconoce que «no hay evidencia de fraude o corrupción». Estamos por tanto ante simples defectos o errores administrativos que han servido de excusa ha Naciones Unidas para cancelar la ayuda a los cinco planes que contaban con su financiación, cuando únicamente se auditó uno.
Un portavoz del presidente y del primer ministro de Uganda indicó que el gobierno cree que el Fondo Mundial no ha sido «totalmente informado» y que el ministro de Salud se reunirá con el organismo para hablar de la suspensión.
Persecución contra Uganda
Ante la cancelación de las ayudas el gobierno de Uganda ha iniciado una investigación para analizar las causas de las deficiencias detectadas. Sin embargo sorprende la severidad de la medida adoptada por Naciones Unidas. Ante la detección de unos fallos administrativos no parece lógico cancelar automáticamente las ayudas y exigir, además, la desaparición de la Unidad de Gestión de Proyectos perteneciente al Ministerio de Salud de Uganda.
La extrema severidad de estas medidas y su coincidencia en el tiempo con las declaraciones de Stephen Lewis, enviado especial de la Secretaría General de la Organización de Naciones Unidas para luchar contra el SIDA en África, en las que criticaba el énfasis en la abstinencia y fidelidad de los planes de EEUU y Uganda en la lucha contra el SIDA, apuntan a que el objetivo real es presionar a Uganda y obligarle a modificar su estrategia en la lucha contra el SIDA. Estrategia que a pesar de los éxitos cosechados no es vista con buenos ojos por los responsables de Naciones Unidas que consideran el preservativo como el único medio eficaz en lucha contra el SIDA.
Visión ideológica de la lucha contra el SIDA
Son permanente las críticas de la Naciones Unidas a países como Uganda, que fomentan la abstinencia y fidelidad como principales instrumentos de lucha contra el SIDA. Estas críticas surgen de la visión ideológica y alejada de la realidad de la ONU en la lucha contra esta enfermedad.
La ONU únicamente reconoce como elemento válido en la lucha contra el SIDA el preservativo y en sus planes de lucha contra la enfermedad no caben otro tipo de actuaciones o medidas preventivas. Así, mientras congela todo tipo de ayuda económica a Uganda, la ONU se compromete a asegurar el reparto de preservativos, a pesar de la existencia de estudios que demuestran fallos mecánicos en los preservativos entre un 14% y 17% de las veces, con la consiguiente falta de protección. La ONU también olvida que se han detectado y denunciado graves defectos de fabricación en los preservativos.
La propia ONU en su documento «UNAIDS Questions & Answers» establece la eficacia del condón sólo en un 90% cuando es correctamente utilizado. Otros informes reducen la eficacia del condón en el contagio del SIDA hasta el 75% u 80%.
La terca realidad
No sólo los posibles fallos del preservativo deberían hacer a la ONU reconsiderar su estrategia de lucha contra el SIDA. Es también, la terca realidad, no solo los estudios, quien desmiente su eficacia. En un informe conjunto de ONUSIDA y la OMS de diciembre de 2004 se pone de manifiesto que el SIDA sigue aumentando en el mundo:
Millones | ||
2004 | 2002 | |
Adultos y niños con SIDA | 39,4 | 36,6 |
Nuevas Infecciones por SIDA | 4,9 | 4,5 |
Defunciones por SIDA | 3,1 | 2,7 |
Esta tendencia es la misma si la analizamos los datos por las áreas geográficas consideradas en el informe. Incluso si se analizan las cifras de Europa Occidental y Centra y América del Norte se aprecian aumentos, leves, del SIDA a pesar de ser sociedades donde el uso y el acceso al preservativo es fácil.
Existen algunos países, raras excepciones a esta tónica general, como Uganda que están consiguiendo vencer al SIDA. En el informe anteriormente citado la ONU reconoce en Uganda «el ejemplo más notable» de «disminución de la prevalencia nacional de VIH desde el 13% a principios de los años 1990 hasta el 4,1% a final del 2003». Otras fuentes cifran la reducción desde un 30% a principios de los años 90 hasta un 6% actualmente.
Método ABC (Abstinencia, Fidelidad y Condón)
Uganda ha apostado por el método ABC. Este método consiste en promover como principales instrumentos contra el SIDA la abstinencia y la fidelidad dentro del matrimonio. Finalmente, como último recurso en colectivos que no aceptan o no son capaces de vivir la A (abstinencia) y la B (fidelidad) se recomienda el uso del condón. Sin embargo, los principales esfuerzos se destinan a promover la A y B. Este enfoque viene avalado por la prestigiosa revista científica The Lancet en un artículo publicado el 27 de diciembre de 2004 en el que más de 150 científicos y políticos recomiendan el enfoque ABC por los espectaculares resultados que su aplicación está teniendo en Uganda.
Éste es el enfoque que otros países están promoviendo e implantando a la vista de los éxitos de Uganda. Sin embargo, el no plegarse a la visión políticamente correcta de Naciones Unidas, hace que tengan que soportar constantes críticas y obstáculos por parte de ésta, ciega ante la realidad de los hechos.