Planificación Familiar "a la China"

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El diario francés "Le Monde" del día 24 de setiembre ha publicado un comentario de Bruno Philip que narra la sangrienta y cruel aplicación del sistema de "planificación familiar" utilizado en China a fin de limitar los nacimientos -deseados o no- denominado Plan del hijo único, el cual muestra hasta qué extremos pueden ciertos funcionarios deseosos de cumplir con las leyes en un régimen comunista que pretende disimular la impiedad de sus disposiciones. La siguiente nota es una traducción de ese trabajo:

Panorama Católico Internacional

«Entre los meses de mayo y julio de este año, en la (República Popular de) China, en un cantón de la provincia de Shandong, se registraron alrededor de 7000 esterilizaciones forzadas por los responsables de la organización estatal de Planificación Familiar, mientras que otro tanto de bebes recién nacidos fueron eliminados mediante inyecciones de productos que les causaron la muerte. Una de las madres que sufrieron ese «tratamiento» narró que al nacer su hijito, el mismo fue arrojado -por las personas que atendieron a su parto, a un recipiente con agua para asegurarse que muriera definitivamente.

«Uno se pregunta ¿por qué? Simplemente porque los responsables de la aplicación del plan familiar en esa región de China (Linyi) habían sido impelidos por su superiores a disminuir a toda costa la tasa de nacimientos -que consideraban excesiva- y que transigía la política nacional del «hijo único» por matrimonio, la cual era imperativamente obligatoria para todos.

«Esta información, que fuera publicada por la revista norteamericana «Time» el 19 de setiembre pasado, acaba de ser confirmada con sorprende rapidez por las autoridades de la Comisión de la Población Nacional de Planificación Familiar china (NPFC). Ciertamente, la prensa china no hizo de esa revelación escándalo alguno, sino que la agencia de noticias «Nueva China» lo reconoció en un comunicado, en inglés, como para atraer la atención del extranjero.

«Según el vocero de la NPFC, Yu Xuejun, una encuesta llevada a cabo en dicha región provincial de Shandong, habría revelado que «las afirmaciones al respecto de casos de abortos y esterilizaciones forzadas han sido aseveradas». Agregó también que «los culpables fueron detenidos y separados de sus funciones y, ciertamente ellas son objeto de una investigación, prometiendo que se llevaría a cabo una sesiones de sensibilización «a los fines jurídicos» sobre los funcionarios locales para evitar en el futuro nuevos abusos de esa naturaleza.

«Al citar a los abogados chinos la revista «Time» menciona que los habitantes del cantón fueron severamente sancionados -incluso con penas de muerte- por haber tratado de proteger a los miembros de sus familias; por haber ocultado su proceder, intentando burlar la esterilización oficial o los abortos forzados. La violencia con que operaron los funcionarios de Linyi pretendía modificar la curva ascendente de la natalidad, hace recordar las horas más negras de la puesta en práctica de la política del «hijo único», hace ya un cuarto de siglo.

«Dicha política maltusiana, que hace tiempo se ha convertido en impopular, estaba concebida para suprimir el espectro de la superpoblación china, teniendo en cuenta que el país ya cuenta con 1300 millones de habitantes.
«Los ejemplos de la aplicación de esas normas de extrema violencia contra las mujeres que pretendían ignorar las reglamentaciones vigentes son numerosos.

«Debe tenerse en cuenta que las campañas de «planificación familiar» tienen un aspecto «positivo»: Se permite ahora a las mujeres cuyo primer hijo fuera de sexo femenino, procrear un segundo hijo, pero si no es de sexo masculino, se lo elimina. La norma solo rige hasta obtener el hijo varón.

«En el año 2002 la Asamblea Nacional Popular china votó una ley que permite al Estado intervenir para asegurar la «libertad» individual de tener mas hijos del permitido, pero la familia que los tuviera tendría que pagar un «impuesto social de compensación» equivalente, por cada hijo «extra», en unos 600 euros. Desde luego, para los campesinos resulta imposible satisfacer dicha exigencia discriminatoria, suma que podría llegar a ser hasta cuatro veces superior a los ingresos mensuales de una familia.

«La política del «hijo único» aún cuando haya permitido evitar el nacimiento de 300 millones de niños en 20 años, ha generado mucha animosidad hacia el Estado. Y ello está lejos de haber logrado un éxito», explicaba en el año 2002 un consultor chino que colaboraba con la Comisión de Planificación Familiar.

«A decir verdad, podría pensarse que las prácticas coercitivas que los funcionarios alarmados llevaron a cabo sin respetar cuotas reglamentarias, fracasaron rotundamente. El ejemplo visto -y comprobado- en la provincia de Shandong acaba de probar lo contrario».
Comentario Druídico: Los niños en término de nacer son muertos del siguiente modo. Apenas asoman su cabeza, se les inyecta en el cerebro una generosa dosis de formaldehído por la fontanela, la parte no cerrada del cráneo. De modo que mueren antes de se dados completamente a luz.