La especulación urbanística, las "corruptelas" relacionadas con la financiación local mediante la cesión de suelo y con la contratación pública dejan a España con un "notable raspado" en el ránking de corrupción mundial.
¿se puede poner en la firma «expansión», sin poner la página web?
España no mejora: con un «notable raspado» se mantiene en el puesto 23 del Índice de Percepción de la Corrupción de 2005, la misma posición que en el informe del año pasado que elabora la organización Transparencia International (TI). En el ránking, así, queda por debajo de quince países de los veinticinco de UE y se sitúa como la novena economía más corrupta de los doce estados que forman la zona euro.
El mismo puesto, pero no la misma nota, ya que España pierde una décima para quedarse en un nivel 7. «Debemos llegar a ocho, porque no ir hacia delante es ir hacia atrás», concluía ayer el abogado Antonio Garrigues, promotor de TI en España.
Hecho el diagnóstico, la organización lanza el antídoto: «Hay que seguir atacando este problema inundando el sistema de transparencia». Precisamente el punto donde el Gobierno ha querido poner el énfasis y, por ahora, según este estudio, sin resultados.
La razón de este retraso no es nueva. «Sigue habiendo problemas relacionados con el suelo», alertaba ayer Garrigues. Y es que la corrupción relacionada con la vivienda y la especulación inmobiliaria no mejora, alzándose como uno de los sectores «donde se focalizan más corruptelas», a pesar de que la Agencia Tributaria ha estrechado el cerco al mercado inmobiliario con un objetivo de 180.000 inspecciones anuales.Este problema, «uno de los más grandes», afecta también a la mayoría de los países desarrollados.
Financiación local
En una presentación en marzo en Berlín, la organización ya alertó de la corrupción que genera el sistema de ingresos «preconstitucional» de los ayuntamientos y corporaciones locales en España. Según su análisis, la exigencia de que los promotores cedan un 10% de los terrenos a la Administración Local, sin que se especifique en qué condiciones, se ha convertido en un «impuesto», que genera «irregularidades y desigualdades, puesto que favorece a los grandes constructores». El Gobierno español, sin embargo, planea aumentar la cesión de suelo a los ayuntamientos, lo que, conforme al análisis de TI, se traducirá en una mayor corrupción.
Junto al ladrillo, la contratación pública es otro de los sectores más proclives a la corrupción. TI, de hecho, define la corrupción como «el abuso de cargos públicos para beneficio privado», clasificando así los países respecto al grado en el que se percibe la corrupción entre los funcionarios públicos y los políticos.
No es ninguna novedad, sin embargo, que los grandes grupos políticos encabecen el ránking de corrupción en España, porque, según TI, «los escándalos financieros siguen salpicando a todos los partidos políticos», que necesitan acudir a medios de financiación «dudosos» para solventar sus problemas económicos.
En la arena política, se suma en 2005 un elemento más. Para Transparencia Internacional, si con propuestas como la del Estatut se «fragmentan» instituciones como el Poder Judicial, la Fiscalía, el Tribunal de Cuentas, la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) o la Agencia Tributaria», el «riesgo de corrupción es mayor».
expansion.com
19 de octubre