INMIGRANTE VÍCTIMA, NO VERDUGO

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Ante la manipulación informativa de estos meses a raíz del asesinato de 5 inmigrantes en la valla de Melilla, que no ha hecho otra cosa que poner todavía más en contra de los inmigrantes a la opinión pública española, es necesario repasar algunas cifras y derribar algunos mitos que entre medios de comunicación y políticos están construyendo.



Por Mónica Prieto

Revista Autogestión nº 61

Diciembre 2005

 

Algunas cifras



    Hay 175 millones de inmigrantes en todo el mundo. Suponen el 2.9% de la población mundial. Algo más de lo que suponían las migraciones en los años 70.

    El valor de las remesas anuales a nivel mundial es de 73.000 millones de dólares. Representan el segundo capítulo en volumen del flujo internacional monetario, superado sólo por las exportaciones de petróleo y, para muchos países, es la fuente más importantes de divisas, por encima que le inversión externa directa o la ayuda extranjera (la tan cacareada «ayuda al desarrollo»).

    Los organismos internacionales, la ONU a la cabeza, afirma que para la UE son imprescindibles los inmigrantes para sostener: su crecimiento demográfico, su seguridad social, sus pensiones, el cuidado de niños y ancianos, la construcción, la agricultura y como se ha descubierto recientemente, sectores como la banca (cuyo mercado nacional está saturado). En concreto España «necesita» 240.000 inmigrantes al año hasta alcanzar la cifra de 15 millones.

    Entonces ¿por qué construimos un nuevo muro de Berlín?


  1. Algunos mitos



  1. VIENEN EN OLEADAS, descontroladas y espontáneas

  2. Calificar de oleada una patera de 20, 30, 50 o 500 personas, (¡cuando se ha dicho que se necesitan 240.000!) es un auténtico cinismo. Hasta mediados de los ochenta los extranjeros en España eran mayoritariamente británicos, alemanes, franceses… los años del paro. Estos no llegan en patera, sino en aviones o trenes y no les vemos construyendo carreteras o cultivando fresas, sino que ocupan los puestos directivos de las empresas. Contra éstos nadie protesta… Según Ramón Díaz, profesor de Geografía de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria: «La inmigración africana es… ridícula. Lo que pasa es que es la más visible. A un inmigrante africano se le nota demasiado, tres o cuatro veces más que a un venezolano. Y mucho más que a un alemán, que es rico. Hay criterios clasistas en la visibilidad de la inmigración por la que los pobres se notan más que los ricos, aunque éstos últimos puedan ser más numerosos«

    La inmigración no es un fenómeno descontrolado, está perfectamente controlado y planificado por el sistema económico neocapitalista. Otra cosa es como lo están gestionando los políticos de turno. Más tarde veremos por qué.


  3. QUITAN LOS PUESTOS DE TRABAJO

  4. «¿Los trabajadores migrantes «quitan empleos a los autóctonos? ¿o realizan los que éstos ya no quieren ocupar?. Si atendemos a los datos recientemente actualizados de la EPA comprobamos que desde comienzos de 1997 hasta finales de 2004 las personas ocupadas aumentaron en 4,6 millones. Suponiendo generosamente que en ese período se hayan incorporado 1’5 millones de inmigrantes restan más de 3 millones de empleos a ser cubiertos por la mano de obra autóctona. En el mismo período el conjunto de la población en edad de trabajar (la demanda potencial) aumentó en 3,2 millones; si de esta cifra descontamos a los a los españoles que no ingresan al mercado de trabajo (estudiantes, incapacitados, etc.) los demandantes autóctonos fueron bastante menos de dos millones. Por tanto, parece claro que –al menos durante el último ciclo expansivo- la inmigración no «quita» empleos en el conjunto de la sociedad, puesto que los españoles que entraron al mercado laboral son menos que el número creados y no ocupados por extranjeros (…)

    Para los sociólogos del colectivo IOE, «La pregunta inicial, por tanto, debería reconducirse hacia otra de este tenor: ¿qué tipos de empleo son los que se están generando en este período de crecimiento, aprovechando la llegada de una nueva oferta de mano de obra?

    La llegada de inmigrantes además, genera nuevos puestos de trabajo: En la enseñanza el profesorado se ha incrementado un 20,3% del curso 95-96 al curso 2005-2006


  5. NOS EMPOBRECEN

  6. España se enriquece cuando vienen personas ya socializadas (escolarizadas y/o con experiencia laboral) a ocupar puesto de trabajo. También cuando se trata de población en su mayor parte joven y sana, que aporta –vía cotizaciones sociales y consumo- más de lo que consume –vía prestaciones sociales y sanitarias.

    Los inmigrantes consumen en distintos capítulos (vivienda, alimentación, transporte, vestido, etc, pero también abren cuantas bancarias, compran vehículos, material escolar, etc); por tanto revierten en su ámbito próximo una parte importante de sus ingresos y, no pocas veces, contribuyen a relanzar las expectativas de sectores en declive.

    Aún así los planteamientos racistas (y clasistas) argumentan que «salen» muchos millones de España hacia fuera, callando que la casi olvidada emigración española en el extranjero actualmente sigue aportando más a la economía nacional que lo que sale por remesas de los extranjeros aquí radicados (4.171 millones frente a 2.895 millones) según las estadísticas oficiales


  7. LEGALES E ILEGALES

Las sucesivas leyes de extranjería que ha tenido nuestro país (por imperativo de la entrada en la UE) no pretenden más que hacer «tragable» (aunque no lo consiguen) el crecimiento de la llegada de inmigrantes. Se intenta gestionar la inmigración de manera idéntica al tráfico de mercancías (la última ley introduce el criterio de permitir la entrada «según las necesidades del mercado (de trabajo)». España, la UE, quiere mercancía barata del Tercer Mundo, la «mercancía trabajo», y se encuentra personas de carne y hueso. De manera que la división artificial, prefabricada y cínica de inmigrantes legales e ilegales, inmigrantes económicos y refugiados políticos, intenta regular una entrada que sabe que va a ir en aumento porque «lo necesita».

Con la «varita mágica» de las regularizaciones periódicas los gobiernos de turno convierten en legales a los ilegales. ¿Es lícito que un gobierno decida cuando un ser humano ES (por definición) legal o ilegal?



  1. Las causas



  1. Sólo el trabajo genera riqueza.

La población es el recurso económico más importante en el desarrollo de los pueblos. Para Luis de Sebastián, Catedrático de Economía Internacional:«La población es uno de los factores básicos del desarrollo y de la riqueza de las naciones. Si el conjunto del estado español llegara a tener 50 millones de habitantes dentro de 10 años no sería un país más pobre. Sería, sin duda un país más rico. La creciente población demandaría más casas, más alimentos, más coches, más vestidos. Es decir, la demanda global de bienes y productos crecería significativamente». «En el siglo XX la inmigración ha salvado la economía de muchos países. Sin inmigrantes (millones de ellos) ni Estados Unidos, ni Canadá, ni Australia estarían entre los países más ricos del mundo. La emigración es riqueza.» Nosotros a esto añadimos: La emigración produce empobrecimiento del país de donde salen los emigrantes, que pierde capacidad productiva porque salen los más atrevidos y audaces, los más amantes del riesgo (la cualidad más estimada por los empresarios) y frecuentemente los mejor preparados en sus oficios. Por tanto la emigración es riqueza que se roba a los países empobrecidos. Si no hubiera emigración forzosa, probablemente no habría inmigrantes. El imperialismo es cada vez más refinado: las migraciones son un mecanismo más de expolio neocapitalista, aunque y precisamente por ello, ha conseguido que se vea como una amenaza. Ha conseguido además afirmar su línea estratégica de división de los trabajadores: son los precarios y las clases medias que ven peligrar su seguridad, los que más rechazan a los inmigrantes.

España en su día enriqueció a otros países a través de las personas que envió a trabajar fuera de sus fronteras. Éstos a su vez enviaron remesas que hicieron posible el despegue económico de nuestro país. Una vez más se constata que son los débiles los que construyen la historia, y los que sostienen la economía, aunque la propaganda imperialista nos haga creer que la economía actual se fundamenta exclusivamente en los flujos financieros. La sociedad de la información sigue necesitando del trabajo humano, sigue necesitando explotar.

b) Las políticas de inmigración buscan encubrir razones poco confesables para los políticos:


– Mantener un mercado ilegal (¡eso si es que es ilegal!) de tráfico de esclavos, muy lucrativo, que reduce los costes empresariales para encubrir la importante economía sumergida de España y de los países del área mediterránea de la UE. Según Santos Ruesga, catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, la economía sumergida «no constituye un compartimento estanco sino que la irregularidad en el empleo está intrínsecamente relacionada con la vertiente regular del mercado laboral, constituyendo una única estructura laboral con diferentes segmentos». El empleo en esta economía sumergida lo forman mayoritariamente mujeres, jóvenes e inmigrantes.Es evidente (aunque sea necesario leer entre líneas) que los políticos están jugando entre proteger esta economía sumergida e incorporar cotizantes a la seguridad social (más de la mitad de personas que se incorporan cada año, son inmigrantes) de ahí las regularizaciones periódicas efectuadas por los gobiernos de turno.

– Fabricar un chivo expiatorio, lo cual les sale muy rentable políticamente (alguien a quien echarle la culpa del paro, de la precariedad, de la delincuencia, del bajo nivel educativo de nuestras aulas…) que la opinión pública española acepta bien dada su escasa conciencia política.

Podemos afirmar por tanto con Santos Ruesga que «La inmigración es un negocio redondo para el país«

c) El PSOE no es socialista. Porque no hay socialismo sin solidaridad Evidentemente no hubiéramos llegado a esta situación sin un partido que se dice de izquierdas pero que cuando llega al poder practica política de ultraderecha. Los votantes socialistas que se creyeron las promesas de ZP en torno a la parafernalia del «Hambre cero» tienen ahora la oportunidad de reflexionar e impedir –saliendo a la calle- que se construya un nuevo muro de la vergüenza. Recordemos que en octubre de 2000 criticó la reforma del la Ley de Extranjería declarando que resultaba absolutamente inaceptable para quien creyera en los derechos fundamentales, ya que se pretende que «quienes huyen del hambre no puedan ser considerados ciudadanos» (El País, 8/10/00) ¿Cómo practica ZP su «justicia social» y su «pasión por la igualdad»? ¿con vallas de última generación tecnológica rodeadas de cuchillas? ¿mandando a la legión para que nos proteja de los pobres? ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Vender permisos de residencia al mejor postor, como propone el premio Nobel de economía Gary Becker?

Estamos además ante un gobierno que miente. Ha traicionado la honradez de la mayoría de su militancia histórica. Las cifras que facilitaba la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración sobre los muertos en las costas eran las siguientes: 39 muertos del 1 de enero a 30 de junio de 2004. 7 muertos del 1 de enero a 30 de junio de 2005. Se felicitaba Consuelo Rumí de la evolución de estas cifras. Pero el gobierno de ZP (y también los gobiernos anteriores del PP) se calla lo que hemos conocido en un reciente informe sobre las migraciones en el Mediterráneo: Que desde 1989 han muerto de 8.000 a 10.000 inmigrantes en el tránsito de Marruecos a España, casi mil muertos por año. Las cuentas no salen. Y si no es así, que lo aclaren. Todavía no se han pronunciado sobre este informe. En cuanto a las personas que mueren sin haber siquiera alcanzado las costas españolas, la ONG Médicos sin Fronteras denuncia que están muriendo inmigrantes en tierras marroquíes a manos de las fuerzas de seguridad y que el gobierno español lo sabe desde hace tiempo. ¿Qué interés bastardo tiene ZP –que presume de ser el nº1 mundial en la defensa de los derechos humanos para seguir consintiendo este genocidio?

Además ZP ni siquiera ha cumplido con la formalidad de firmar la Convención de Protección de los Trabajadores Inmigrantes auspiciada por la ONU*. Es verdad que ninguno de los países receptores de inmigrantes lo ha firmado, pero desde luego ZP no tiene ninguna intención de ser el primero.

Lo grave además es que el PSOE ha conseguido tragarse a otras instituciones, que se mueven básicamente en su línea. La postura de los sindicatos es de canallas. Cándido Méndez decía hace unos años que los sindicatos se veían desbordados por la inmigración. Sabemos por la ONG «SOS Racismo» (Tiempo de hoy, 22/8/05) que ante las consultas de los inmigrantes por casos de explotación además de cobrarles, argumentan luego que no llevan este tipo de casos porque los extranjeros no denuncian.

En cuanto a las ONGs que días atrás han denunciado la situación en Ceuta y Melilla, algunas muy contundentes en el diagnóstico, no pasan de pedir el 0’7% (cuando se roba a los países empobrecidos el 40% de su riqueza, incluida su gente) o de pedir «que se cumplan los acuerdos» (¿Los acuerdos que preparan los mismos que provocan las matanzas?).

La postura más contundente y clara ha sido la de la Iglesia Católica en el comunicado emitido el 11/10/05 por la Comisión Episcopal de Migraciones. Es la única que se ha atrevido a cuestionar el carácter ilegal de los inmigrantes: la vida de toda persona, independientemente de su condición social o de su estatuto legal, es sagrada y nada puede justificar la muerte de quienes intentan pasar una frontera. Proclama que hay que atajar las causas y proclama también el derecho tanto a emigrar como a no tener que emigrar (que tomen nota las organizaciones que SOLO defienden la «integración» de los inmigrantes). Solamente con impedir, aunque fuera siempre con medios legítimos, que los inmigrantes traspasen nuestras fronteras o con devolverlos, si lo consiguen, no se solucionan los problemas de los inmigrantes. Reconocemos que los grandes problemas que originan los movimientos migratorios…tienen su raíz en la injusta distribución de las riquezas…las soluciones, nada fáciles, han de comenzar por intentar erradicar las causas.

No hay solución al problema de la inmigración si no se soluciona el problema del hambre, que es un problema político. Europa sigue expoliando a Africa, sigue traficando con esclavos, sigue asesinándolos y ahora va a armar a Marruecos para que le haga el trabajo sucio y la «selección» de esclavos. Solo un internacionalismo solidario puede acabar con este problema l


 * Fue aprobada en 1990 pero entró en vigor en 2003 porque para su vigencia era necesario que 20 estados la ratificaran. Trece años después, el 13 de marzo de 2003, Guatemala fue el vigésimo país en hacerlo.