El anterior secretario de Estado Colin Powell declaró que los relevos de EEUU en la región afectada por el tsunami podrían asistir a la guerra contra el terrorismo e introducirían ‘valores americanos en la región’.
Por: Jane’s Foreign Report, Rahul Bedi y Jim Lobe
Traducción: Ernesto Carmona
(especial para ARGENPRESS.info)
La trágica y devastadora energía del tsunami de las fiestas de fin del 2004 fue esmaltada más de un mes en la cobertura de prácticamente cada periódico alrededor del mundo. Con el peaje de la muerte cobrando millares de víctimas cada día, el paso a través del Océano Indico se mantuvo expedito para facilitar la llegada rápida de la indispensable ayuda internacional.
Al mismo tiempo que en el ámbito doméstico se publicitaba extensamente la ayuda de EEUU, nuestros militares coincidieron en la zona por motivos virtualmente ignorados por la prensa. Mientras se proveía nuestra asistencia (que comparada con la de otros países menos ricos, proporcionalmente resultó una insultante miseria), alentados por la energía de las alianzas regionales locales, nuestros militares comenzaron simultáneamente a ampliar nuestras bases por todos los rincones de la región del Océano Indico.
Vista de largo tiempo como locación altamente estratégica para los intereses de EEUU, nuestras fuerzas militares desplegaron contingentes para asegurar nuestro control en el área bajo el impulso del deseo de acortar el crecimiento económico y militar de China. En los meses posteriores al tsunami, escribió Rahul Bedi en The Irish Times, EEUU restableció la base militar de Utapao en Tailandia, utilizada durante la guerra de Vietnam. Allí fue trasladado el Destacamento de Fuerzas 536 para establecer una posición adelantada para la fuerza aérea de EEUU.
Durante las subsecuentes operaciones de relevo del tsunami, EEUU reactivó sus acuerdos de cooperación militar con Tailandia y el Acuerdo de Visita de Fuerzas con Filipinas. La marina de guerra EEUU también consiguió utilizar instalaciones en Singapur, establecidas en tratados anteriores. Además, la infantería de marina y la US Navy arribaron a Sri Lanka para tareas de relevo vinculadas al tsunami, a despecho de la renuencia inicial de la isla a permitir su entrada.
Los EEUU también intensificaron su examen de los Estrechos de Malacca, donde China ejerce considerable influencia y por donde pasa el 90% del aprovisionamiento de petróleo de Japón. EEUU tiene prisa en ampliar su influencia militar en la región debido en gran parte a suspicacias respecto a Indonesia y Malasia, donde Washington disfraza su propósito imperial con el pretexto de emprender una guerra local contra el terrorismo. Los dos países se han opuesto al plan estadounidense de apretar la seguridad en las vitales líneas de tráfico marítimo de los estrechos de Malacca, por donde tendrán que pasar las tropas que EEUU se propone estacionar cerca.
El anterior secretario de Estado Colin Powell declaró que los relevos de EEUU en la región afectada por el tsunami podrían asistir a la guerra contra el terrorismo e introducirían ‘valores americanos en la región’. La administración Bush también restableció su esperanza de normalizar los lazos militares con Indonesia, escribió Jim Lobe en Inter Press Service. La nación musulmana más populosa del mundo, localizada estratégicamente en el crítico corredor marino del archipiélago, padece una desconfianza histórica ante China que la convierte en el socio ideal para contener a Beijing.
Durante una visita a Yakarta en enero 2005, el comisionado de la secretaría de Defensa Paul Wolfowitz dijo a los reporteros: ‘Pienso que si estamos interesados en reformas militares aquí, y ciertamente esto procuran el gobierno indonesio y el nuestro, posiblemente necesitemos considerar un pedacito donde instalar un punto para mover hacia adelante la historia’.
Según un artículo en el Asheville Global Report, el mes siguiente el departamento de Estado decidió renovar el International Education and Military Training (Entrenamiento Militar y Educación Internacional, IMET) programado para Indonesia, a despecho de considerables reclamos sobre derechos humanos.
Según Rahul Bedi, Washington desea de largo tiempo una presencia clave en Trincomalee, al este de Sri Lanka, o alternativamente en Galle, más al sur, para acortar la cadena de abastecimiento de Diego García, su base militar más grande de la región, en un territorio oceánico británico arrendado a EEUU en 1966 por el término de 50 años. El uso de estas bases arrinconaría a China y daría a EEUU cierto control sobre las actividades de ese país.
La ubicación geoestratégica de Diego García en el Océano Indico, con equipamiento completo naval y militar, más sus facilidades de comunicaciones, le otorgan un papel crítico en el apoyo a la presencia avanzada de la marina de guerra de EEUU en el Mar Arabe del Norte y en la región del Océano Indico. Sin embargo, debido a la lejanía y a que el arriendo de la base a Gran Bretaña expira en 2016, EEUU busca una locación alternativa en la región. ‘Ciertamente estas nuevas bases consolidarán el apoyo logístico militar de Washington en la región”, dijo la profesor Anuradha Chenoy de la Universidad Jawaharlal Nehru de Delhi. La académica subrayó que deben encontrar pronto una alternativa a la base Diego García, pues luego expirará el arriendo de Gran Bretaña.
Mucho antes de que golpeara el tsunami, un artículo fechado por Josy Joseph el 21 de abril de 2003 en Rediff.com explicó que un informe clasificado del Pentágono expresó el deseo de acceder a las bases e infraestructuras militares de la India. La fuerza aérea de EEUU desea específicamente establecer bases en la India. El informe, titulado ‘Relaciones Militares Indo-EEUU: Expectativas y Percepciones”, fue distribuido entre oficiales de EEUU de alta graduación y entre un puñado de miembros relevantes del gobierno indio. El departamento de Defensa sustenta el deseo de tener un ‘acceso más cercano a áreas de inestabilidad’. (1)
El informe expresa que los ‘oficiales militares americanos buscan sinceramente un eventual acceso a las bases indias y a su infraestructura militar. La ubicación estratégica de la India en el centro de Asia, a horcajadas de las líneas frecuentes de navegación (Sea Lanes Of Communication SLOC) que cvonectan al Oriente Medio y Asia del Este hace a la India particularmente atractiva para los militares de EEUU’.
Teniente generales de EEUU aparecen diciendo en el informe que el acceso a las bases indias permitiría a las tropas de Washinton ‘poder tocar el resto del mundo’ y ‘responder rápidamente a una crisis regional’. En el informe también figura un funcionario del área Asia Sur del departamento del Estado diciendo: “la importancia estratégica de la India crece si fallan las relaciones existentes entre EEUU y Asia’.
Las acciones de EEUU en el Océano Indico posteriores al tsunami ilustran su intención de mover esta agenda más temprano que tarde (16/10/2005).
Nota:
1) Joseph, Josy: “Target Next: Indian Military Bases”; rediff.com, April 21, 2003; and Lobe, Jim; “Skepticism over renewed military ties with Indonesia”; Asheville Global Report, March 10–16, 2005.
Fuentes:
Jane’s Foreign Report (Jane’s Defence), February 15, 2005
Title: “U.S. Turns Tsunami into Military Strategy”
The Irish Times, February 8, 2005
Title: “U.S. Has Used Tsunami to Boost Aims in Stricken Area”
Author: Rahul Bedi
Inter Press Service, January, 18 2005
Title: “Bush Uses Tsunami Aid to Regain Foothold in Indonesia”
Author: Jim Lobe
Faculty Evaluator: Tony White, Ph. D., Craig Winston, Ph. D.
Student Researcher: Ned Patterson
(*) El Proyecto Censurado (Project Censored) es un programa de la Universidad Sonoma State, California, que todos los años emite un estudio sobre 25 grandes noticias ocultadas por la gran prensa de EEUU. Estas “25 historias top” sobre grandes temas sustraídos del debate periodístico ofrecen una radiografía actualizada de la sociedad estadounidense, cuyo conocimiento permite comprender mejor los designios del imperio.