PLAN ÁFRICA: OTRA CANALLADA

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Recientemente explicaba Moratinos que eran razones políticas, económicas, de cooperación al desarrollo, migratorias y de corresponsabilidad en la situación del continente, las que le llevaban a presentar el Plan África 2006-2008.

Este Plan, puesto en marcha ya, consta de 3 grandes bloques:


1)
Aumentar nuestra presencia institucional en África, lo que se traduce en una avanzadilla diplomática por diversos países africanos (aquellos de donde proceden mayoritariamente los inmigrantes), con el objetivo de crear embajadas, agregadurías,… que faciliten a nuestro país la expulsión de los inmigrantes no deseados; todo ello acompañado de una ofensiva para establecer acuerdos de rápida expulsión/repatriación. Ahí tenemos los primeros frutos con Senegal, adonde ya han sido devueltos ciudadanos esposados y engañados. Acuerdos entre países en donde no hay igualdad en la negociación. Aunque Senegal patalee y exija algo tan insignificante y humillante como «palas excavadoras de las que abandona el ejército»  a cambio de acceder a las repatriaciones, no lo olvidemos, el fuerte siempre impone su criterio al débil.


2)
Lucha contra la pobreza en el continente. De vuelta con la AOD, ayuda ya tan criticada en tantos foros, ayuda que significa más negocio para quien la da y más miseria y cadenas para quien la recibe. Dentro de este marco, el gobierno español ha apoyado el envío de tropas a la RDC para «controlar y vigilar el buen desarrollo de las próximas elecciones». Justo cuando una compañía española se ha quedado con los vuelos aéreos internos de ese país ensangrentado por una guerra de intereses entre compañías que se disputan sus inmensas riquezas minerales.  ¿Casualidad? ¿puro azar?


3)
Bajo el rimbombante título de «Promoción de los intercambios comerciales y de inversión», se esconde el epígrafe «Se prestará especial atención al apoyo a la actividad pesquera y a la seguridad energética de España, con promoción de la participación española en las oportunidades del sector de hidrocarburos de África». ¿Tendrá esto algo que ver con las dificultades que está atravesando Repsol para conseguir la concesión de nuevos pozos petrolíferos y gasísticos en la costa mauritana y senegalesa?


 


En definitiva, el Ministro de Exteriores español tenía razón, son razones económicas (hacemos más negocios), políticas (reafirmamos nuestra influencia en África) ), migratorias (expulsamos de forma rápida y limpia  a los inmigrantes indeseados que «ensucian» nuestras playas), las que le han llevado a plantear este Plan África. Lo de la cooperación y lo del desarrollo se queda de adorno.


Como guinda, y en paralelo a este Plan, desde Bruselas se ha puesto en marcha un sistema de patrulleras para vigilar las costas atlánticas del norte de África, y para blindar la entrada a la Unión Europea. «Hay que ir más allá de poner una barrera infranqueable» denunciaba el obispo de Mauritania Martin Happe.


«Vivo o muerto, volveré a España», repetía un inmigrante senegalés después de haber sido expulsado de nuevo a su país tras su odisea española. Es la desesperanza la que hace huir. Es la explotación económica impuesta desde los grandes centros de poder la que genera miseria, la que empuja a huir. Son los Plan África, los que perpetúan la canallada.


María E. De Oyack