Esta parece ser la conclusión principal del último informe de la UNICEF. Eso sin saber claramente los datos de China (que son más de 1.300 millones de habitantes y tienen políticas infanticidas como ningún otro país).
Pero lo más sorprendente para los profanos en «estudios de expertos» – que es nuestro caso- es que eso no obligue a cuestionar las demás cifras del informe, sobre todos las relacionadas con escolarización y explotación en el trabajo. Si ambas están hechas sobre la base de los datos que «oficialmente» se les proporciona a estos organismos, y las cifras oficiales no cuentan- dicen- a más de la mitad de los niños realmente existentes… pues ¿en qué situación se encuentran estos niños? El propio informe propone: orfandad, calle, prisiones o centros de detención, en trabajos ilegales,… en fin, en esos infiernos que nadie quiere mirar a fondo ni en sus causas.
El informe nos deja otras «perlas» sobre la situación de los niños. A saber:
– Que uno de cada 13 menores queda huérfano por la guerra o por las enfermedades que han matado a sus padres.
– Que cada minuto, un menor muere de Sida. Que uno de cada ocho nuevos infectados es niño.
– Que uno de cada diez muere antes de cumplir un año en los países empobrecidos.
Nadie puede explicarse cómo a esto le llamamos «progreso», «avances en el desarrollo», y otras lindezas igualmente inmorales para las víctimas. Y sin que nadie explique de qué sirve la «ayuda» cuando no se apunta a las causas de tamañas barbaries y éstas siguen siendo el negocio más redondo.
Revista Autogestión (2006)