A NUESTRO AMIGO JULIÁN

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Hace un año moría en Madrid Julián Gómez del Castillo, militante cristiano, promotor de militantes cristianos y radical defensor de la Iglesia, cofundador de la HOAC, ZYX, MOVIMIENTO CULTURAL CRISTIANO y el Partido político SAIn.

Su padre era militante socialista y le transmitió desde niño la importancia que tiene para todo hombre que quiere ser honrado, luchar por la justicia. Su padre murió tras la estancia en la cárcel, como consecuencia de las barbaridades que se hicieron en aquella II República desquiciada.

Julián encontró a Cristo pobre, que llama a todos a la Justicia con mayúscula y pidió el bautismo a los 19 años. Converso enamorado de Cristo, entregó su vida a la Iglesia y a los pobres de la tierra. Solo la Iglesia es esperanza hoy para los últimos, por eso vivió pobremente entregado a ella. Se dedicó intensamente a formar militantes cristianos que desde la Contemplación y la Lucha fueran testigos del Señor en la historia.

En coherencia con su fe, se negó a hacer el servicio militar obligatorio. En la cruda postguerra se negó a coger las armas, hizo objeción de conciencia metiéndose en el fondo de la mina de carbón como peón y allí estuvo, trabajando en Hunosa cuatro años. En el expediente laboral estaba fichado como rojo. En 1960 fue encarcelado por no querer delatar a otros. En los años 90 la policía lo encerró por denunciar el paro ante el Parlamento… Su vida entera fue una lucha contra el Imperio del capitalismo transnacional  que está llevando a la muerte a la inmensa mayoría de la población de la Tierra.

«Existe el hambre sobre la tierra porque es un inmenso negocio. Es absolutamente irracional que haya hambre, el hambre está provocada por este sistema injusto basado en el lucro y en la usura. Luchar contra el hambre y contra las causas que lo producen, es hoy nuestra primera obligación como cristianos laicos. Lo demás es situarse con los opresores, si decimos amar a Dios y no amamos al hermano, estamos mintiendo», nos repetía.

En España, en Iberoamérica… se reza estos días por Julián.

Recogemos aquí las palabras ofrecidas en su memoria en la Eucaristía celebrada en Madrid:

Queridos amigos:

Nos encontramos hoy aquí para conmemorar el 1er. aniversario de la muerte de nuestro amigo Julián. Hoy hace un año en esta parroquia lo despedíamos en su paso al encuentro definitivo con el Padre.

Ha transcurrido sólo un año pero cuánto te hemos echado de menos. Permitidme que a veces hable en primera persona pero la realidad es que aún siento tan cerca su presencia que no veo la distancia que da el tiempo para hacer historia sobre su persona.

Esa historia, no la que escriben los grandes de la tierra, sino los pequeños, la historia que le da la razón a Dios como él solía decir, estoy seguro que  un día rendirá tributo a lo que han sido y representado Julián Gómez del Castillo y Guillermo Rovirosa dentro de la Iglesia y la sociedad española. He aquí en esa perspectiva histórica  alguna muestra de lo que han dicho algunos de los que compartieron su vida y su lucha con él:

Un militante cristiano amigo ha escrito «Con sus más de sesenta años de vida militante Julián ha sido uno de los grandes apóstoles de la Iglesia española y su influencia en la vida eclesial, política y cultural española ha sido muy importante». Y también un escritor libertario ateo «Era un hijo del pueblo, por nacimiento y sobre todo por vocación. Gracias a él conocí lo que fue el auténtico cristianismo. No creo exagerar si digo que no existe en España otro cristiano que haya defendido a los pobres con tanta radicalidad como Julián».

Yo doy testimonio de que fue así. Desde que lo conocí hace más de 35 años cuando visitaba a mi familia en sus viajes apostólicos por España. Mi padre era un obrero peón que encontró el sentido cristiano de la lucha obrera gracias a su amistad con Julián en el apostolado obrero de Santander. Con él compartió la persecución,  dentro y  fuera de la Iglesia, durante los duros años del franquismo y también, por supuesto, la alegría de encontrar el sentido a sus vidas en la defensa de los empobrecidos. Gracias a Dios, esa amistad se ha mantenido durante todos estos años y ha sido también fuente de sentido a mi vida y la de nuestro matrimonio.

No sé lo que la Iglesia dirá en cuestiones de santidad. Ella es sabia y ahora está en proceso de beatificación su gran amigo Rovirosa. Para mí, tengo seguro que he convivido más de 30 años con un santo. Para mí Julián ha sido una gracia de Dios que nos ha regalado el testimonio profundamente eclesial de un hombre salido de las entrañas del pueblo (comunidad de los excluidos que nos enseñaba) para demostrar al mundo que es posible el protagonismo, especialmente de los empobrecidos,  en la configuración de la vida personal y colectiva de toda persona

Por todo ello, Julián, hemos sentido durante este año el vacío de la partida del amigo, como dice la canción, de la falta de tu calor, de tu presencia, de tu ternura hacia los pequeños, de tu «mala leche», especialmente contra las injusticias y barbaridades hacia los pobres y nuestra falta de combatividad contra ellas.

Sin embargo tenemos que decir, gracias a Dios, que ese vacío se ha ido llenando por el descubrimiento de la comunión de los santos. Hemos empezado a descubrir esa amistad superior, más entrañable que nos ha acercado más a Dios, especialmente en la Eucaristía. En la formación de ese equipo de la comunión de los santos en el que Dios ha fichado a tan extraordinario jugador. Sí, Julián, ya formas parte de ese equipazo «celestial», al lado de los que compartiste la vida apostólica en la tierra, especialmente de tu amigo Guillermo.

Pero, sobre todo, no nos ha faltado tu presencia, la hemos sentido más cercana que nunca, en esa prolongación de la Eucaristía que es la vida solidaria. Esa vida solidaria asociada que tanto te empeñaste en que las nuevas generaciones valoráramos y que tanto nos cuesta aceptar.

Si Julián,  hemos sentido muy cerca tu presencia durante este año en las tareas del Movimiento Cultural Cristiano y del Partido SAIn porque, efectivamente, como nos planteabas frecuentemente en tus análisis de la realidad,  la injusticia crece en el mundo, las barbaridades contra los pobres han seguido aumentando este año. Y ahí está el crecimiento del hambre, de la esclavitud infantil, de los muertos en las costas españolas huyendo del hambre… El sistema que produce la injusticia que con tanta fuerza denunciabas no ha dejado de producir víctimas. Y en España, no sé como habrás contemplado la realidad sociopolítica española,  en la que una, cada vez más, falsa izquierda de este país se dedica a romper los lazos solidarios entre las personas y la regiones de España en vez de colaborar a fortalecer y aumentar la solidaridad. Supongo que desde la misericordia de Dios todo se verá de una manera más auténtica.

Que hermosa coincidencia la de tu 1er. aniversario con la beatificación de los 498 mártires españoles del siglo XX que ayer mismo tuvo lugar en Roma. Mártires que, como ha dicho el Papa,  son el signo de reconciliación. Tu que te también diste tu vida día a día, durante más de ochenta años, por la reconciliación entre las personas, también entre los españoles, tendiendo puentes de solidaridad. Frente a esta actitud martirial, la chulería del actual socialismo español sectario antirreligioso y antisolidario que un día la historia, esa que tanto valorabas, espero que deje en la cuneta. Espero y deseo que un día la historia no reconozca a los insolidarios zapateros de turno que lo único que hicieron fue destruir los puentes que tú y muchos otros como tú construísteis y por el contrario si reconozca a los Julián y Rovirosa como los que realmente, verdaderamente han hecho socialismo, han hecho solidaridad en los últimos setenta años de la historia de España.

Sí, Julián hemos seguido luchando durante este año contra estas injusticias. Gracias a ti, gracias a tu matrimonio junto a Trini que seguís formando de otra manera y que tanto nos ha aportado a las nuevas generaciones de matrimonios. Y sobre todo gracias a Dios que nos ha regalado tu vida y la de vuestro matrimonio entregado a la solidaridad con los empobrecidos.

Hemos luchado, es verdad que menos de lo que debemos, y lo vamos a seguir haciendo si queremos ser responsables de la enorme herencia y gracia que hemos recibido.¡No la malgastemos!. Tu semilla seguirá dando fruto. Estarás siempre con nosotros. Tendremos siempre presente tu frase de despedida «Mi vida por vosotros, militancia cristiana de por vida».