‘Coincidiendo con la visita del Sr. Bono, (Presidente del Parlamento español) a Guinea Ecuatorial y de sus reuniones con el presidente Obiang, en el mes de febrero, en las que ha descubierto «que les une mucho», un grupo de intelectuales y profesionales ecuato-guineanos en el exilio elaboraron un manifiesto exigiendo el fin de la larga opresión dictatorial’.
Extractamos el contenido del Manifiesto
En 1979, el teniente coronel Teodoro Obiang Nguema, derrocó al despótico presidente Macías mediante un golpe de Estado. Casi 32 años después, el país no se ha desarrollado, a pesar de sus ingentes recursos naturales (hidrocarburos, minerales, pesca, madera…), que son acaparados únicamente por el presidente y su entorno, por lo cual Guinea Ecuatorial es considerado uno de los países más corruptos del mundo.
En este largo período, el mandato del general Teodoro Obiang Nguema se caracteriza por su violencia institucional, que ha llevado a la muerte a centenares de personas; el pasado 21 de agosto (2010), ordenó fusilar a cuatro opositores secuestrados meses antes de su refugio en un país vecino; el secuestro y asesinato sistemático de refugiados ecuato guineanos en el exterior;
La tortura como uso “habitual”,(informe reciente del Relator de Naciones Unidas sobre la Tortura); la ausencia de las más elementales libertades de expresión, manifestación, reunión y asociación.
Todo el sistema judicial, participa de la corrupción estructural instalada en el país. No hay desarrollo social, el país carece de hospitales dignos y suficientes, escuelas y maestros, viviendas y transportes, e incluso de servicios elementales como luz eléctrica, agua corriente y saneamiento ambiental.
Pese a ser el tercer productor de petróleo y gas natural del África subsahariana, Guinea Ecuatorial sigue figurando entre los países más pobres del mundo.
La mayoría de los cuadros profesionales –profesores universitarios, ingenieros, arquitectos, médicos, periodistas, etc.- se encuentran en el exilio, imposibilitados de poner sus conocimientos y experiencia al servicio del desarrollo de su país.
En estos 32 años de mandato, el presidente Teodoro Obiang se beneficia de la pasividad de la Comunidad Internacional, que sólo ansía explotar los recursos naturales del país; del miedo de una población indefensa que aguanta en silencio todos los atropellos, y de la corrupción extendida a otros ámbitos internacionales.
Nuestra solidaridad con nuestro sufrido pueblo, con la esperanza, en que, este Manifiesto contribuya a sentar las bases para que Guinea Ecuatorial supere la larga opresión dictatorial y alcance la libertad, base de la estabilidad, de la prosperidad y del desarrollo.