Con cerca de 3.000 millones de euros, uno de sus caprichos es Goya. Desde hace tiempo, figura entre las 500 personas más ricas del mundo, según la reconocida clasificación de la revista Forbes. En 2001 ocupaba la posición 490; en 2002 ascendió al puesto 351; y en 2003 ya estaba en el 329.
A Alicia Koplowitz Romero de Juseu, marquesa de Bellavista, se la podría definir con el título de «Dueña de España». A sus 51 años, es hoy la mujer con más dinero en nuestro país. Desde hace tiempo, figura entre las 500 personas más ricas del mundo, según la reconocida clasificación de la revista Forbes. En 2001 ocupaba la posición 490; en 2002 ascendió al puesto 351; y en 2003 ya estaba en el 329, con una fortuna superior a la de su hermana mayor, Esther. Para la publicación norteamericana, su poder económico alcanza en este año 2004 la cifra de 1.400 millones de dólares, lo que la coloca en el lugar 406 del ranking. Pero informaciones más precisas a las que ha tenido Juan Luis Galiacho y que publica en El Mundo, disparan su patrimonio hasta los 3.000 millones de euros. Medio billón de pesetas.
Todo comenzó el miércoles en que vendió su participación en la empresa familiar. Tres de junio de 1998. Hasta entonces, Alicia Koplowitz se había mantenido junto a su hermana Esther al frente de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), entonces la primera compañía del sector en España. Parecían las hermanas más unidas del mundo. Y sin embargo, aquel día a finales de primavera, Alicia dijo adiós. Le vendió a Esther su 28,26% de FCC y con los 136.624 millones de pesetas (871 millones de euros) que obtuvo inició su incursión en el mercado financiero.
Menos de seis años después, su fortuna se ha más que duplicado, casi triplicado, a base de inversiones en Bolsa y en inmuebles y participaciones en empresas señeras. En un periodo en el que la coyuntura mundial y los escándalos han sacudido los mercados financieros, Alicia Koplowitz no ha dejado de ganar dinero, especialmente con inversiones en materias primas y petróleo. De hecho, 2003 ha sido para ella uno de los años más lucrativos.
Ninguno ha dejado de serlo, no obstante, desde aquel junio de 1998. Lo primero que hizo entonces fue colocar su patrimonio en la banca privada. La mayor parte, en el BBVA Privanza, entonces liderada por el banquero vasco Emilio Ybarra, con quien mantenía una estrecha relación.
EN LA MORALEJA
Al poco de salir de FCC, buscó una oficina en Madrid para realizar desde allí todas sus operaciones con el asesoramiento del brillante economista Oscar Fanjul, ex presidente de Repsol, que le fue recomendado por otro de sus íntimos amigos, el dueño de la cadena VIPS, el asturiano Plácido Arango. Fanjul se convirtió en su director financiero y en su consejero personal. Situaron sus oficinas en el número 35 del Paseo de la Castellana, en un ala de la planta séptima del edificio, y comenzaron juntos a diversificar en extremo las inversiones con el fin de rentabilizar al máximo su cartera. Desde entonces, Alicia Koplowitz es una de las mujeres más ricas del planeta y, desde luego, la más acaudalada de España.
Actualmente vive en una mansión señorial, de estilo italiano, decorada con colores carmesí, con tres plantas y un amplio jardín, y situada en la lujosa urbanización madrileña de La Moraleja, en una parcela que había comprado en 1988. Fue una casa que ella misma mandó construir a FCC y que ha comenzado a habitar una vez que dejó el piso que tenía en el paseo de la Habana donde residía, puerta con puerta, con su hermana Esther. Ahora vive alejada completamente de ruidos y atascos.
Bajo su potestad familiar sólo queda su hijo menor, Pelayo, que estudia Ingeniería Industrial. Sus otros dos hijos, Alberto y Pedro, fruto también de su matrimonio con Alberto Cortina, ya no viven con ella, están casados y tienen niños. Durante muchos momentos del día sólo le acompañan sus numerosos perros, por los que siente un gran cariño.
Su forma de ser introvertida le convierte en ocasiones en una persona retraída, aunque, según sus allegados, «es mucho menos tímida de lo que parece». Nadie de sus más próximos duda de su carácter fuerte y aseguran que últimamente es muy tajante para los negocios, «sin ningún miedo al riesgo».
La separación de su hermana Esther la marcó considerablemente.A los pocos días de romper sus vínculos en FCC se encontraba aturdida y durante los ocho primeros meses no logró asimilarlo.Juntas habían pasado momentos duros como la separación de sus respectivos maridos, los conocidos Albertos.
Inicialmente no se cruzaban palabra, ni siquiera se llamaban por teléfono y ninguna cedía a las pretensiones de la otra. En los últimos meses, sin embargo, ha habido un cambio sustancial: se ha producido de nuevo un acercamiento, «quizá porque su familia es tan corta que una se necesita a la otra sentimentalmente», afirman quienes las conocen.
El hecho es que la última cena de Nochebuena la pasaron juntas.Aunque no tienen ningún negocio en común, Esther ya asiste a los ágapes que Alicia celebra en su casa con cierta frecuencia.
Alicia Koplowitz es una gran anfitriona y gusta de celebrar eventos de todo tipo en su mansión. Entre sus asiduos, se encuentra el relaciones públicas Rafael Anson, el ex primer ministro británico, John Major, y el potentado Gerald Cavendish, sexto duque de Westminster, con el que Alicia Koplowitz mantiene negocios conjuntos en EEUU.
Con un patrimonio estimado en 20 veces el de la reina Isabel II, Lord Gerald Cavendish es el hombre más rico de Gran Bretaña.En España, es dueño de la finca La Garganta, en Fuencaliente (Ciudad Real), con más de 15.000 hectáreas y uno de los mayores cotos de caza de Europa. Tanto que se ha convertido en uno de los centros de reunión preferidos por miembros de distintas casas reales europeas, desde el Rey de España, Juan Carlos I, hasta los hijos del príncipe Carlos y la desaparecida Diana de Gales, Guillermo y Enrique de Inglaterra.
También los dos hijos mayores de Alicia Koplowitz, Alberto y Pedro, que han heredado de su padre, Alberto Cortina, la pasión por la caza, suelen acudir allí a tirar. Es lo que les sigue uniendo, con quien su madre no guarda ninguna relación.
Alicia Koplowitz es muy celosa de su intimidad. Se mueve sin anticipar pistas por temor a ser descubierta. Y siempre que acude a un acto social va rodeada de un numeroso séquito de guardaespaldas.
Desde que se divorció de Alberto Cortina en 1991 sólo se le ha conocido un romance oficial, con Gonzalo Muñoz, dueño de la firma Expomueble. Aunque posteriormente se le ha relacionado sentimentalmente con Emilio Ybarra, ex presidente del BBV, Plácido Arango, dueño de la cadena VIPS, o Fernando Almansa, ex jefe de la Casa del Rey.
Ultimamente, se le ha visto muy unida a un alto ejecutivo del grupo Repsol, de unos 60 años. Pero lo cierto es que Alicia no ha vuelto a casarse. Su vida privada es un enigma y siempre que sale suele ir acompañada de amigas.
Sus citas sociales se celebran preferentemente en la cafetería de un lujoso hotel situado muy cerca de su cuartel general o en un afamado restaurante oriental de Madrid, donde se ve a una Alicia más desenfadada y juvenil, luciendo minifaldas y trajes algo exagerados para su edad.
Quienes la conocen afirman que «está obsesionada con sus tratamientos de estética en uno de los centros más famosos de París, como si deseara perpetuar la infancia y frenar el paso del tiempo».
Por eso, para mejorar su calidad de vida practica la gimnasia y el yoga, como también lo hacen su hermana Esther o la esposa del presidente Aznar, Ana Botella.
Sus verdaderas pasiones, sin embargo, son el baile (ha recibido clases particulares), los viajes y el arte. Es una gran coleccionista de cuadros y esculturas, y en las paredes de su casa de La Moraleja cuelgan todo tipo de pinturas: bodegones de Juan de Arellano, cuadros barrocos, impresionistas, abstractos…
GOYA, PICASSO, BARCELO
Pero tal vez su pintor favorito sea Goya, del que posee varias obras. Recientemente adquirió el último a los herederos de Bartolomé March: Celestina y maja en el balcón, que el Museo del Prado estuvo interesado en comprar hace un año. Se trata de un óleo sobre lienzo (108 x 166 centímetros), pintado por el aragonés entre 1808 y 1812. Al tratarse de un bien de interés cultural no es posible venderlo en el extranjero, pero a cambio, está eximido del pago del Impuesto de Patrimonio. Alicia Koplowitz pagó a los March varios millones de euros, aunque el precio oficial no ha querido ser desvelado por sus asesores, encabezados por su fiel abogado y amigo, Leoncio Areal López.
También posee varios cuadros de Picasso, de Modigliani y de Barceló, adquiridos principalmente en las conocidas galerías de subastas Sotheby´s y Christie´s. El pintor mallorquín es el preferido de Alicia para revestir las paredes de su oficina. Entre los que lucen allí está uno de los más célebres cuadros de Miquel Barceló: una pintura abstracta de la plaza de toros de su localidad natal, Felanitx, en Mallorca. Junto a él, también se exhiben en los despachos cuidadas esculturas y cuadros abstractos, rodeados de fotografías de los edificios más emblemáticos de los que es dueña en EEUU.
Precisamente, EEUU es uno de los territorios adonde Alicia Koplowitz suele viajar con más asiduidad. Allí tiene negocios inmobiliarios, en Nueva York -de cuyo Instituto Español Reina Sofía es benefactora-, Washington, Chicago y Miami, ciudad en la que comenzó su incursión en la hostelería de la mano de su ex, Gonzalo Muñoz. Hoy, controla, entre otros, el 50% del Hotel Ritz de Madrid después de pagar una cantidad aproximada de 82 millones de dólares, según The New York Times.
Pero también tiene hoteles en Italia (Milán) y Portugal (Lisboa).En este último país aparece asociada a ella la figura de su gran amigo Amancio Ortega, el propietario del Grupo Inditex. Además de invertir en las autopistas portuguesas Brisa, juntos controlan la sociedad Proherre Internacional, que gestiona el complejo hotelero Tivoli Forum, ubicado en pleno corazón financiero de Lisboa.
Al frente de los negocios hoteleros, Koplowitz ha situado a su hijo Pedro, quien dirige la cadena Hospes, centrada en «hoteles pequeños con encanto». Las inversiones previstas al respecto son de 15 millones de euros, y ya tienen palacetes adquiridos en Granada, Sevilla, Zaragoza y Mallorca. Uno de ellos es Maricel, en Palma de Mallorca, muy cerca del Palacio de Marivent, residencia estival de los Reyes.
NEGOCIOS CON AMANCIO
En el sector inmobiliario se introdujo a través de Inmocaral, una empresa que procedía de la antigua Fosforera y que fue uno de los valores revelación del ejercicio 2003 en la bolsa española.En su capital también se encuentra Rafael del Pino, fundador de Ferrovial. Alicia es la segunda accionista, con más del 7%.
También, junto al gallego Amancio Ortega, compró a principios del año 2002 un edificio de 8.500 metros cuadrados en el centro de Madrid. Situado en los números 7 y 9 de la calle de Recoletos, pagó por él 60 millones de euros. Se da la circunstancia de que el patrimonio personal del dueño de Zara está también dirigido por Oscar Fanjul Martín.
Quizá por este proceder inversor, el 23 de mayo de 2003 el Gobierno de José María Aznar, a propuesta de la actual ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio Vallelersundi, le concedía la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil «en atención a los méritos y circunstancias que concurren en doña Alicia Koplowitz, marquesa de Bellavista».Curiosamente, Palacio fue la abogada de Alicia en su proceso de separación con Alberto Cortina.
Hoy la pareja ha perdido todo contacto, pero la menor de las Koplowitz guarda una afición heredada de Cortina: el campo. Alicia es propietaria de varias tierras en Andalucía y en Castilla, entre ellas la finca de El Hoyo, en la localidad abulense de Sotillo de Ladrada, y que compró a Beatriz Abelló.
Pero al margen de títulos, propiedades y hobbies, Alicia Koplowitz desempeña una importante y discreta tarea filantrópica. La empresaria tiene dos instituciones benéficas bajo su auspicio. La Fundación Vida y Esperanza, creada en 1995, está destinada a «la ayuda asistencial a colectivos con necesidades específicas» y tiene un centro de 200 plazas para enfermos de esclerosis múltiple en el barrio madrileño de Valdebernardo en el que se han invertido más de 11 millones de euros.
La otra, de muy reciente creación, es la fundación que lleva su nombre, y que está destinada a la formación educativa y a las investigaciones relacionadas con el mundo de los niños y los adolescentes. Creada con un capital inicial de 30.000 euros que se ampliará en breve, esta organización acaba de otorgar cinco becas de postgrado para formar a médicos especializados en psiquiatría infantil en hospitales norteamericanos y londinenses.También colabora económicamente con la Universidad de Navarra en la investigación en tratamientos de cáncer.
LEGIONARIOS DE CRISTO
A Alicia Koplowitz se la ha relacionado siempre con Regnum Christi, uno de los brazos seglares del movimiento religioso Legionarios de Cristo, que presenta amplias ramificaciones en España en el ámbito político, judicial, empresarial y académico. Uno de los centros universitarios vinculados a este movimiento es el Francisco de Vitoria, situado a las afueras de Madrid y del que Alicia Koplowitz ejerce de benefactora económica.
La organización Legionarios de Cristo, fundada en México en el año 1941 por el padre Marcel Maciel -rehabilitado en 1958 por el Vaticano después de haber sido acusado de ayudarse en sus visiones con ampollas de morfina-, ha encontrado en España terreno abonado para su tarea, especialmente en los círculos más pudientes.
Algunos de los entonces colaboradores en FCC de las hermanas Koplowitz recuerdan cómo, al inicio de la década de los 90, el padre Maciel acudía con frecuencia a Torre Picasso, donde las Koplowitz tenían sus despachos, a solicitar la compasión económica de las hermanas. «Buscaba desesperadamente dinero y ellas se lo daban, posiblemente guiadas por su conciencia social», aseguran.
Desde entonces, a Alicia Koplowitz se le ha relacionado estrechamente con este movimiento. Sin embargo, sus más cercanos colaboradores niegan tajantemente esta vinculación. «Es verdad que el padre Maciel acudía de vez en cuando por las oficinas, pero Alicia no pertenece en absoluto a este grupo. Su vida religiosa no la conocemos nadie. No sabemos si es devota de misa diaria o si ni siquiera va los domingos. Desde luego no es una monja», afirman.
Tampoco una muchachita arrojada por Lewis Carroll a un mundo de fantasía. La multiplicación casi por tres de su fortuna en poco más de cinco años, puede sonar a país de las maravillas, pero lo de esta Alicia es real. Deslumbrantemente real.
LA CARTERA DE ALICIA <7b>
Alicia Koplowitz es la propietaria de Morinvest, la mayor simcav (Sociedad de Inversión Mobiliaria de Capital Variable) del mercado español, con un patrimonio invertido a través de ella de 600 millones de euros. Invierte en unos 15 valores de la bolsa española y su cartera de renta variable extranjera está compuesta por casi 400 compañías: Colgate, eBay, Intel, AT&T, Yahoo, Viacom, Telmex, American Express, Coca Cola, General Electric, Microsoft, Petrobras… Destaca la inversión de 64,5 millones de euros en un fondo de Goldman Sachs. Entre las 15 empresas españolas de su cartera se encuentran, entre otras, Repsol, Telefónica, Logista, Terra, Gas Natural, Inditex, Recoletos, Sogecable y Celtia.
Además de una rentabilidad media alcanzada del 17,51%, Morinvest ofrece a Alicia Koplowitz grandes ventajas. Este tipo de sociedades goza de un tratamiento fiscal privilegiado, ya que sobre las ganancias tan sólo se abona un 1% de impuestos frente al 35% general.
CARRETERAS Y ACERO. Pero la verdadera cabecera de su holding es la sociedad de participaciones Omega Capital S.L. A través de ella, domina el 3% de la compañía Brisa, la mayor concesión de autopistas en Portugal, con un capital invertido de 300 millones de euros. También tiene una participación estable en Acerinox, donde controla el 7% del capital y un puesto en el consejo de administración. Otra de sus operaciones significativas fue adquirir un 10% del capital de la empresa de cable Multitel. A su vez, es vocal de la junta directiva del Instituto de la Empresa Familiar, uno de los principales lobbies empresariales españoles.
ASESOR. El cerebro de todos sus negocios es el economista Oscar Fanjul, presidente de honor de Acerinox. Fanjul, que nació en Chile de padres españoles exiliados, regresó a España a los 11 años para estudiar en el Colegio del Pilar. Es catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y llevó a cabo, bajo el gobierno de Felipe González, la brillante reestructuración del Instituto Nacional de Hidrocarburos. Fue presidente de Hidrocantábrico y de Repsol, donde estuvo como presidente diez años hasta la llegada al poder del PP. Después, entró como consejero de Unilever, que abandonaría para ser el fiel asesor financiero de Alicia Koplowitz.