Amazon y las compras navideñas ¿Qué hay detrás?

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El próximo 12 de noviembre empieza el periodo de ‘peak’ (cumbre) en Amazon: las compras navideñas se acercan, así que la demanda de productos y aumento del trabajo en almacén también

La empresa concentra en el último trimestre entre el 33% y el 40% de pedidos de todo el año y contratará a un buen cupo de empleados temporales —a través de las ETT Adecco y Manpower— que lo cubran: aunque este año aún no dan una cifra, el pasado fueron 1.000.

Una pistola marca el ritmo al que tienen que coger los pedidos y registra su productividad

El crecimiento de Amazon en nuestro país es excepcional. En octubre de 2012 inauguró su primer centro logístico en San Fernando de Henares (Madrid), y en los últimos dos años ha abierto y anunciado cuatro más: tres en Cataluña (Martorelles, Castellbisbal y El Prat) y uno en Illescas (Toledo). Este último abrirá en 2018, tendrá 100.000 metros cuadrados y será el más grande de toda su red.

«Es brutal»: el frenético ritmo de trabajo

“Es brutal. Nos ha vuelto locos a todos”, reconoce Luis Mercado, secretario general del sector de carreteras de Comisiones Obreras en Madrid. “Ese enorme ‘boom’ de ventas solo se ha dado en Amazon. Y ese sistema de trabajo tan tecnológico no lo tienen el resto de compañías del sector”.

Por ‘boom’ de ventas, Mercado se refiere al constante crecimiento de Amazon Fullfilment, su filial logística en España, que en 2016 facturó 78,8 millones (frente a los 37,7 millones del año anterior) y que no para de contratar. Y por ‘sistema de trabajo tecnológico’, a la constante monitorización de los trabajadores en el almacén: una pistola marca el ritmo al que tienen que coger los pedidos y registra su productividad.

“Pickas’ [recoges un paquete] y la pistola te manda a otro pasillo con un temporizador. Tiene una barrita, una cuenta atrás, que te va marcando”, explica durante su descanso Ana —que prefiere no dar su nombre real—, una empleada temporal del almacén de San Fernando. “Se trata de intentar llegar antes de que termine. Los tiempos entre paquete y paquete son lógicos a veces, otras no. Y es lo que ven los mánager para medir la productividad”.

Ana es una de los 800 empleados temporales que hay en la planta. Se les distingue de los fijos por el color de su tarjeta: si es verde (‘green’) es temporal y si es azul (‘blue’), fijo. Como todos los trabajadores ‘green’ con los que hemos hablado para hacer este reportaje, Ana, que entró en la campaña de Navidad del año pasado, encadena contratos de entre una semana y un mes esperando a que llegue su “conversión a ‘blue”. Su productividad determinará en parte si se queda como fija o no.

“El trabajo es muy duro y con los turnos [que para los temporales incluyen fines de semana] no tienes vida”, reconoce antes de volver al almacén. “Pero ojalá me den la tarjetita azul pronto y me quede”.

Te enteras de camino al trabajo si has sido renovado o no

Aunque es diferente al resto de empresas de transporte, porque no solo mueve bultos sino que posee la mercancía, Amazon pertenece al sector de la Logística, Paquetería y Actividades anexas al Transporte de Mercancías. El convenio colectivo del sector establece que, en empresas de más de 100 empleados, la cantidad de empleados temporales no debe superar el 25%.

Pero Amazon crece tan deprisa que, según datos de delegados sindicales, la temporalidad alcanza picos de hasta el 65%. Actualmente, cifran en 2.000 el total de trabajadores de la planta de San Fernando: 1.200 fijos y 800 temporales, un 40% de temporalidad). Las ETT le ofrecen agilidad para no parar de contratar.

Como tienen convenio propio de empresa, no se les aplica el colectivo. Ahora que están renegociándolo, los sindicatos reclaman que la cantidad de empleados temporales se acerque a los límites del sector. También que Amazon contrate directamente y no a través de ETT: la escasa duración de los contratos —en ocasiones, de hasta cuatro días— y la incertidumbre de no saber si serán renovados o no es lo que más frustra y estresa a los ‘green’.

“Caminamos muchos kilómetros al día en el almacén y el miedo a enfermar y que no nos renueven nos frena”, explica durante su descanso un trabajador temporal. “Está muy bien pagado. Y está bien estar controlado para ser más productivo. Lo malo son los contratos. Anda uno siempre con la incertidumbre”.

Fuente: msn.com/es