Ante el gobierno PSOE-PODEMOS y los independentistas

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Somos conscientes de que en política hemos de aceptar el principio del bien posible y hacerlo crecer, pero esto no significa la tolerancia ante el mal manifiesto.

Entendemos que no podemos apoyar propuestas políticas que nieguen principios morales básicos como:

  • El valor absoluto de la vida humana: no se puede concertar con ninguna forma de asesinato u homicidio, ya sea aborto, eutanasia, pena de muerte o guerras.
  • La dignidad de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural: trabajo y salario digno, vivienda, alimentación, educación, asistencia sanitaria y social, libertad para emigrar e inmigrar, libertad de expresión y libertad religiosa.
  • Principio de subsidiaridad, siendo la familia la piedra angular del edificio social, que ha de ser protegida y apoyada por el poder político, sin que le sean usurpados ningunos de sus derechos fundamentales. El protagonismo político debe estar en la sociedad frente a un Estado que debe ser subsidiario y coordinador. La autogestión, exige pues, una cultura, una economía y una democracia autogestionaria que tiene que ser promocionada.
  • El principio de solidaridad que exige cambiar una economía basada en el robo a otros pueblos que son la mayoría de la humanidad. La negación de acogida y asilo a inmigrantes, a quienes hemos provocado la salida de su hogar, no tiene ninguna justificación política, económica, ni cultural.

Es por ello por lo que no podemos callar ante lo ocurrido en la investidura y en la creación del nuevo gobierno.

1.-Estamos ante un gobierno basado en la mentira. El actual presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y por tanto el PSOE, ha mentido descaradamente durante la campaña electoral en relación con temas fundamentales de la vida política española como el conflicto en Cataluña o el pacto con Podemos. Parece ser que se puede mentir impunemente sin que ello tenga consecuencia alguna. Si la mentira se admite como instrumento político, no es posible construir el Bien Común.

2.-Estamos ante un gobierno que nace humillando a las víctimas del terrorismo. Miles de personas y familias en nuestro país han sido víctimas inocentes del terrorismo y la violencia y eso nunca se puede olvidar si se quiere que con el tiempo haya una autentica reconciliación. Un gobierno democrático no puede venir de la mano de aquellos que ni siquiera han pedido perdón y, menos aún, han restituido a las víctimas.

3.-Estamos ante un gobierno que antepone el poder al Bien Común, ahondando en la división de la sociedad. El gobierno PSOE-Podemos se ha investido de la mano de nacionalistas y ultra reaccionarios como el PNV, ERC o Bildu. El PP, a rebufo de Vox, y Ciudadanos, tampoco tienen las manos limpias en este engendro.

Nosotros no podemos aceptar el nacionalismo de ningún tipo porque siempre conducen inevitablemente a la guerra. Trabajamos por una España cohesionada política pero también social y económicamente. Una España abierta a la solidaridad internacional, que implica el deber de restitución a los empobrecidos, como única forma de construir el Bien Común.  Y esa España se construye desde la base de la sociedad hacia arriba, orientada por la solidaridad, la igualdad, la justicia y el Bien Común. Por ello tampoco podemos aceptar una España unida políticamente como proponen Vox, PP y Ciudadanos, que anteponen sus propios intereses de partido al bien común y que jamás se cuestionan un sistema socioeconómico mercantilista que produce pobres en serie, parados en serie y precarios en serie, especialmente entre los jóvenes, y que además criminaliza a los inmigrantes empobrecidos expulsados de sus países por el hambre, la miseria y la guerra.

4.El actual gobierno, bajo apariencia «progresista», oculta su servicio al neocapitalismo globalista. El “progresismo” del PSOE hace unos meses rindió pleitesía en Nueva York cuando se entrevistó con los principales fondos de inversión de Wall Street para garantizar la servidumbre de España al Gran Capital sin cuestionar para nada las verdaderas causas políticas del genocidio del hambre o las guerras que asolan el mundo desde hace décadas.

El progresismo del gobierno actual no tiene más remedio que subordinarse a los intereses de los nacionalismos burgueses beneficiando a las regiones enriquecidas de España a costa del empobrecimiento y el vaciamiento de las regiones empobrecidas condenadas al desempleo crónico, la precariedad y el subsidio humillante.

Los “progresistas” del gobierno actual se autoconceden la dignidad y la legitimidad moral y política de los más explotados subiéndose al «caballo del poder» por el lado de la «izquierda» pero viviendo descaradamente como los que se suben al poder por el lado de la «derecha».

Tal vez haya ya llegado el momento de eliminar la dialéctica izquierda- derecha tan falseada y hablar de la auténtica dialéctica entre los de abajo y los de arriba; los poderosos y los débiles; los enriquecidos y los empobrecidos.

5.-Estamos ante un gobierno contra la vida y la solidaridad. Los grandes poderes del globalismo neocapitalista (multinacionales financieras y tecnológicas principalmente) están financiando masivamente a nivel planetario la implementación de una legislación biopolítica para todo un proyecto de ingeniería social. Proyecto basado en el control cualitativo y cuantitativo de la población, especialmente de los empobrecidos de la Tierra, y en la destrucción del matrimonio y de la familia como escuela de solidaridad.

Una mínima coherencia política nos hace ver que no se puede uno definir como «anticapitalisa» y al mismo tiempo defender el al aborto y la eutanasia. Y viceversa, no se puede uno definir como «provida» y al mismo tiempo no cuestionar un sistema capitalista que promueve explotación, esclavitud y también aborto y la eutanasia. La defensa de la vida humana y su dignidad exigen coherencia e integralidad desde la concepción hasta la muerte natural.

 

Solidaridad.net