En declaraciones a la agencia Fides, Mons. Sandro De Pretis, Vicario General de Gibuti, lamentó el asesinato de la Doctora Annalena Tonelli, quien con su trabajo solidario «daba testimonio de amor cristiano»….Annalena Tonelli afirmaba que lleva una vida de ´pobreza radical´ para ser aceptada y actuar con eficiencia entre los pobres y los que sufren. Esta mujer sentía que su vida es un ´puro gozo´ más que un sacrificio…. El diario EL PAIS, siguiendo su manual de estilo, sectario con todo asunto referente a la Iglesia Católica y basándose en fuentes de AGENCIAS, recogía esta noticia eliminando toda mención a la identidad cristiana de Annalema Torelli, que había ido a Somalia movida por el amor a Cristo y el deseo de consagrar toda su vida «al seguimiento de Jesús en los más pobres, según el ejemplo de Charles de Foucould». El principal diario de España mostraba el siguiente titular el 7 de octubre de 2003: «Annalena Tonelli, cooperante italiana asesinada en Somalia.» Los misioneros para el diario El PAIS son voluntarios o cooperantes…¿Es casualidad este empeño del diario EL PAIS de silenciar a los misioneros que entregan su vida? Hace varias semanas recordábamos el ocultamiento premeditado de este mismo diario del Congreso Nacional de Misioneros, donde asistieron más de 700 misioneros españoles que entregan su vida en los infiernos del Congo, China, India, Pakistán, Colombia…etc. Acaso, ¿no son noticia?ASESINADA UNA MISIONERA LAICA EN SOMALIA
La doctora Annalena Tonelli llevaba 30 años en África
Dejó en 1969 un buen sueldo en Italia por aliviar el sufrimiento de miles de enfermos africanos.
Según Rubén Amon, del diario El Mundo, » la misionera laica Annalena Tonelli murió fusilada a manos de un presunto fundamentalista». Estaba en Somalilandia, estado africano independizado unilateralmente de Somalia en 1991, lejos de la burocracia humanitaria y de las ONG parásitas, cerca de los refugiados, de los enfermos del sida, de los tuberculosos sin pasaporte, explica Amon. Las autoridades religiosas de este país «acordaron declararla ampulosamente persona non grata y víctima sacrificial del nuevo orden. No era extraño, por tanto, que un homicida circunstancial o profesional se aviniera a ejecutar la pena de muerte.»
«Y es que Annalena Tonelli, epígono africano, anónimo y laico de la Madre Teresa, se había rebelado contra la discriminación de la mujer y contra la aplicación textual de algunas leyes islámicas. No podía tolerar las mutilaciones sexuales femeninas ni admitir que los desahuciados se amontonaran como chatarra»
Cuando Tonelli decidió en 1969 emprender su misión guiada por el espíritu de Carlos de Foucauld, era una mujer moderna, licenciada en Derecho, nacida en el seno de una familia pudiente de Forlí (Noreste de Italia). «Pero todo era infeliz», recordaba el pasado mes de abril, cuando las Naciones Unidas le entregó el premio Nansen. «Era infeliz porque me dolía ser espectadora del dolor ajena. Por eso decidí abandonarlo todo y entregarme a los despreciados, a la gente sin voz ni derechos, a los enfermos. No tiene mérito cuanto hago, porque es una exigencia de mi propia natuleza», añadí Annalena Tonelli.
Había sido amenazada de muerte por un grupo de milicianos o de militares, nunca supo la diferencia, si persistía en el empeño de dirigir un centro de rehabilitación de los enfermos de tuberculosis.
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BORAMA, 6 octubre 2003 (ZENIT.org).- Una misionera laica de origen italiano, Annalena Tonelli, de 60 años de edad, fue asesinada en la tarde del pasado domingo en Borama, Somalilandia –región autoproclamada independiente de Somalia en 1991– .
«Estamos profundamente afectados por la noticia del asesinato de Annalena», reconoció monseñor De Pretis, vicario general de Djibouti a Fides.
Desde 1969, Annalena cuidaba a los enfermos de tuberculosis en Borama, un remoto pueblecito al norte de Somalia, en la frontera con Etiopía y Djibouti.
De acuerdo con los detalles que proporcionó monseñor De Pretis, «Annalena estaba aún en el hospital ayer por la tarde, hacia las ocho, cuando fue atacada por dos hombres armados. Uno de ellos disparó contra Annalena, quien murió de heridas en la cabeza tras una hora de agonía. Su cuerpo fue trasladado al Hospital de Hargheisa, el único con depósito refrigerado».
«Nos preguntamos quién sacará ahora su labor adelante –manifestó–. Era la única europea en la zona. Recibía ayuda de su familia en Italia, que había formado un grupo de apoyo».
«Annalena había recibido amenazas en muchas ocasiones; tememos que pueda haber sido asesinada por motivos religiosos –añadió monseñor De Pretis–. La labor de Annalena era de hecho testimonio cristiano. Si bien no desarrollaba directamente un trabajo de apostolado, era un canal del amor de Dios».
El obispo Giorgio Bertin, administrador apostólico de Mogadiscio, acudirá a Hargheisa en honor de la doctora Tonelli.
El presidente de Somalilandia, Dahir Riyalew Kahin, ha condenado el crimen definiendo a la misionera como «una gran heroína» y afirmando que los responsables de su muerte serán detenidos y condenados.
Opción radical por los más pobres
«Partí hacia África decidida a gritar el Evangelio con la vida tras las huellas de Charles de Foucauld», había reconocido Annalena Tonelli a «Fides».
Licenciada en Derecho, Annalena eligió defender a los más pobres: «Después estudié medicina: diploma de tuberculosis en Kenia, de medicina tropical y comunitaria en Inglaterra», explicó.
También desvelaba entonces la razón de su opción radical: «Desde niña, elegí vivir para los demás: los pobres, los que sufren, los abandonados, los no amados. Quería seguir sólo a Jesucristo. Nada me interesaba con tanta fuerza: Él y los pobres en Él».
Había reactivado en Borama el hospital y el ambulatorio local para el tratamiento y prevención de la tuberculosis. Igualmente puso en marcha escuelas de alfabetización para niños y adultos tuberculosos, cursos de instrucción sanitaria para el personal paramédico y una escuela para niños sordomudos y discapacitados físicos.
Annalena Tonelli –que vivía desde hace más de 30 años en el Cuerno de África– ideó un innovador proyecto sanitario: el «Dots» o «Directly Observed Therapy» basado en la atenta observación y tratamiento del enfermo de tuberculosis que pertenezca a grupos nómadas o seminómadas.
Igualmente –recuerda la agencia misionera Misna–, creó un sistema de control y prevención extremadamente detallado y técnicamente actualizado contra esta enfermedad.
Por su labor, el pasado abril recibió el «Nansen Refugee Award», prestigioso galardón a quienes se ocupan de la asistencia humanitaria a los refugiados.
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HONDO PESAR POR ASESINATO DE «DOCTORA DE LOS POBRES» EN SOMALIA
ROMA, 7 Oct. 03 (ACI).-En declaraciones a la agencia Fides, Mons. Sandro De Pretis, Vicario General de Gibuti, lamentó el asesinato de la Doctora Annalena Tonelli, quien con su trabajo solidario «daba testimonio de amor cristiano».
Al iniciar sus palabras, Mons. De Pretis subrayó que «estamos desconcertados por la muerte de Annalena», asesinada el domingo pasado en Boroma, Somaliland (norte de Somalia).
El Prelado recordó que «Annalena había sido amenazada en varias ocasiones y tememos que su asesinato tenga una motivación religiosa».
«Annalena con su trabajo daba testimonio de amor cristiano. Ella no hacía apostolado directo sino que era instrumento del amor de Dios», agregó.
Mons. De Pretis explicó que desde 1969 la doctora Annalena atendía a los enfermos de tuberculosis de Borama, una localidad perdida en el! norte de Somalia, en la frontera con Etiopia y Gibuti. Allí había llegado movida por el amor a Cristo y el deseo de consagrar toda su vida «al seguimiento de Jesús en los más pobres, según el ejemplo de Charles de Foucould».
Al referirse a las particularidades de la agresión, el Prelado señaló que «Annalena se encontraba en su hospital cuando hacia las 8:00 p.m. fue agredida por dos hombres armados. Uno de ellos realizó un disparo que alcanzó a Annalena en la cabeza, y murió después de una hora de agonía. Su cuerpo se encuentra ahora en el hospital de Hargheisa, el único equipado con cámara frigorífica».
«Annalena era la única occidental de la zona. Recibía ayuda por medio de una familia que vive en Forli con la que había formado un grupo de apoyo», concluyó.
Según informó Fides, Mons. Giorgio Betin, Obispo de Gibuti y administrador apostó! lico de Mogadiscio, actualmente se encuentra en la capital somalí y se prepara para dirigirse a Hargheisa para rendir homenaje a los restos de la doctora Tonelli.
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EL DIARIO EL PAIS OCULTA A LOS MISIONEROS
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El diario EL PAIS, siguiendo su manual de estilo, sectario con todo asunto referente a la Iglesia Católica y basándose en fuentes de AGENCIAS, recogía esta noticia eliminando toda mención a la identidad cristiana de Annalema Torelli, que había ido a Somalia movida por el amor a Cristo y el deseo de consagrar toda su vida «al seguimiento de Jesús en los más pobres, según el ejemplo de Charles de Foucould». El principal diario de España mostraba el siguiente titular el 7 de octubre de 2003:
«Annalena Tonelli, cooperante italiana asesinada en Somalia.»
Los misioneros para el diario El PAIS son voluntarios o cooperantes. En el interior de la noticia se hace referencia a que era abogada de profesión y llevaba 20 años trabajando como voluntaria en Somalia , que había sido amenazada en numerosas ocasiones por su defensa de los más necesitados. También se hace referencia a que Annalena Tonelli había sido galardonada por ACNUR con el Premio Nansen Refugee Award . Tonelli pasó 30 años de su vida en Somalia y en los campamentos de refugiados somalíes en Kenia. Ninguna referencia a su identidad como misionera.
¿Es casualidad este empeño del diario EL PAIS de silenciar a los misioneros que entregan su vida? Hace varias semanas recordábamos el ocultamiento premeditado de este mismo diario del Congreso Nacional de Misioneros, donde asistieron más de 700 misioneros españoles que entregan su vida en los infiernos del Congo, China, India, Pakistán, Colombia…etc .Acaso, ¿no son noticia?