Ataque planificado a la vida humana

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Toda vida humana es sagrada. Sin embargo, es pisoteada a diario en todos los rincones del mundo: matando de hambre, esclavizando a millones de niños en los trabajos más variados al tiempo que millones de adultos se encuentran sin empleo, negando el derecho a la vivienda a miles de familias, generando guerras para que nos pocos obtengan pingües beneficios, etiquetando de ilegales a seres humanos, abortando y asesinando a millones de niños…

El aborto se ha convertido en uno de los crímenes más execrables. Supone la eliminación de los seres humanos más indefensos, desde el vientre materno.

Es paradójico que este atentado que genera millones de víctimas (niños abortados) y daña para siempre la vida de sus madres, se le haya atribuido el carácter de “derecho”.

Ha sido una tarea bien planificada y organizada por los poderosos que ha calado en una sociedad adormecida y pasiva que hoy lo considera como una “conquista”.

En los años 70 se creó en EE.UU. la Comisión sobre Crecimiento Demográfico y Futuro de Norteamérica, nombrando presidente a Rockefeller III. En 1974 el Secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger, presentó un informe secreto conocido como NSSM 200 – “Implicaciones del Crecimiento Poblacional Mundial para la Seguridad de Estados Unidos e Intereses de Ultramar”. Se considera el crecimiento demográfico como una “amenaza” que podría comprometer su acceso a materias primas en otros países.

Proponen el control de natalidad, y el empleo de una terminología que lo haga más aceptable: “planificación familiar, paternidad responsable…”. Desde entonces esta propuesta ha sido aceptada, asumida y ejecutada por Estados, organizaciones internacionales (Conferencias de las diferentes agencias de la ONU, multinacionales, ONGs, partidos políticos…), con el fin de provocar el descenso de la natalidad en determinadas regiones, países y grupos sociales.

Consecuencias evidentes: incidencia del trauma post-aborto en más del 90% de mujeres que se han sometido a abortos quirúrgicos (datos de la IPPF*), modificación de la pirámide poblacional, riesgo de no poder mantener el actual sistema de pensiones y prestaciones sociales, hedonismo, promoción de las relaciones sexuales a edades más tempranas, crecimiento exponencial de los beneficios de la industria del sexo y la pornografía, beneficios económicos para el sector abortista, etc.

En España los dos partidos que han gobernado hasta ahora, PP y PSOE han promovido el aborto. Debemos tomar conciencia y denunciarlo. ¿Qué tipo de sociedad estamos creando? ¿Dónde queremos llegar? ¿Qué pensaríamos de un pueblo que consiente y considera como derecho el asesinato de seres humanos? Permanezcamos alerta. No debemos ser cómplices de esta barbarie.

*Federación Internacional de Paternidad Planificada (conocida como la multinacional de la muerte)

Editorial de la revista Autogestión